Lugares que no te puedes perder en Seychelles
El archipiélago de las Seychelles alberga infinidad de encantos que no se deben pasar por alto en cualquier viaje a este paraíso. ¿Quieres saber cuáles son los más destacados? Nosotros te los descubrimos. Así también podrás planificar mejor tu visita a este maravilloso lugar.
La isla Mahé, el corazón de las Seychelles
Un viaje a las Seychelles debe incluir la de su isla principal: Mahé. En ella está ubicada Victoria, la capital de este archipiélago. En ella encontrarás atractivos como la Torre del Reloj, la sede de la Corte, el Museo Nacional de Historia de Victoria y el de Historia Nacional, el Jardín Botánico y el mercado Sir Selwyn Selwyn-Clarke.
Mahé alberga otros tesoros, como sus playas o el Parque Nacional Morne Seychellois, con una superficie de más de 30 km², lo que supone algo más del 20% de la isla. Tiene una amplia red de senderos que te permitirán disfrutar de su exuberante vegetación y de unas vistas espectaculares.
Le Jardin du Roi
En la isla Mahé está este exuberante espacio verde. Un pequeño oasis inspirado en los jardines desarrollados por los franceses en el siglo XVIII con el fin de promover el comercio de las especias en las colonias. En él, uno puede deleitarse del olor a vainilla y a canela, todo un placer para los cinco sentidos.
El jardín permanece abierto de diez de la mañana a cinco de la tarde y es accesible por un precio de 110 rupias seychelenses. También cuenta con un restaurante en el que degustar sus especialidades, elaboradas a base de las especias del jardín. ¿Se te ocurre un plan mejor?
La isla de Praslin
De la isla Mahé nos trasladamos a la isla de Praslin, a 40 kilómetros de distancia. De ella destacan sus playas. Mención especial merecen Anse Lazio, considerada la más bonita y de fácil acceso; Anse Georgette, de gran belleza y a la que se llega tras caminar durante veinte minutos; y Côte d’Or, agradable y no muy concurrida.
La Reserva Natural del Valle de Mai
Un reconocimiento especial requiere la Reserva Natural del Valle de Mai, también en la isla de Praslin. Un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se trata de una selva natural repleta de palmeras que abarca una extensión de casi 20 hectáreas.
En la reserva del valle de Mai podrás contemplar interesantes especies endémicas, entre ellas el coco del mar o el papagayo negro.
Para conocer este espacio, lo ideal es seguir alguna de las tres rutas con las que cuenta. Cada una conlleva una duración diferente, entre uno y dos kilómetros. No obstante, elijas la que elijas, podrás disfrutar de unos parajes de gran belleza formados por las ya citadas palmeras, así como por pinos o plantas únicas del sitio.
La Digue, uno de los tesoros de Seychelles
Es la tercera isla más poblada de Seychelles y una de las que no hay que perderse. Aquí encontrarás playas de ensueño, entre las que destacan Ante Source d’Argent y Grand Anse. Son remansos de paz donde descansar o practicar algún deporte, a la vez que se disfruta de la belleza del entorno.
Además de darse un baño, en La Digue no se puede dejar pasar la oportunidad de conocer la rica fauna marina de la isla, que incluye una colorida variedad de peces, tiburones, arrecifes de coral y mantas rayas. Para ello, lo aconsejable es trasladarse a un centro de buceo.
Finalmente, quedaría poner rumbo a la Reserva Natural Veuve. Allí puedes hacer una ruta en bicicleta bajo las indicaciones de un guía para no perder detalle. Se trata de un pequeño retazo de bosque donde habitan especies endémicas como el papamoscas del paraíso. Muy cerca se encuentra el punto más alto de la isla: el pico Belle Vue.
Como habrás podido comprobar, Mahé, Praslin y La Digue son las islas más turísticas de Seychelles. Las tres son igual de hermosas debido a los atractivos naturales que albergan. Cualquiera de ellas es una buena opción para pasar unas vacaciones únicas. Eso sí, lo ideal, siempre que se pueda, es conocer todas.