Los lugares mágicos del Pirineo de Huesca
El Pirineo de Huesca es un destino vacacional de lo más apetecible a lo largo de todo el año. Durante el invierno por sus estaciones de esquí. En verano porque hay abundantes festivales amenizando la estancia de los visitantes. Con la primavera, los paisajes alcanzan su máximo esplendor. Y en otoño, esas mismas montañas y bosques toman unos colores que los transforman en sitios de cuento.
La magia del Pirineo de Huesca
La provincia oscense desde hace muchos años tiene como eslogan turístico “La magia de Huesca”. Y desde luego, esas sensaciones de estar ante algo excepcional se pueden sentir sobre todo en valles, pueblos y picos de la cordillera pirenaica. Seguidnos y os presentamos esos lugares del Pirineo de Huesca cargados de magia.
La cumbre del Aneto
Comencemos por el punto más elevado del Pirineo de Huesca y de toda la cordillera. Es el pico del Aneto, a 3.404 metros de altitud. Una ascensión que ciertamente es alta montaña, pero que puede hacerse por montañeros no excesivamente expertos siempre y cuando lleven equipo apropiado y vayan acompañados por alguien más experimentado.
Es una ascensión dura, pero merece la pena atravesar lo que queda de un viejo glaciar para hacer cumbre y disfrutar de una panorámica alucinante de todas las montañas que quedan a nuestros pies.
“Nunca midas la altura de una montaña hasta que no hayas llegado a la cumbre. Entonces verás que no era tan alta como pensabas.”
-John Lubbock-
Parque Nacional de Ordesa
Otro de los lugares emblemáticos del Pirineo de Huesca es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. En la extensión de este espacio protegido se puede ver un repertorio de flora y fauna de montaña excepcional.
Además, todo el parque está articulado por sendas para los excursionistas. Algunas solo son adecuadas para los montañeros más expertos y equipados. Pero otras, como el célebre camino a la Cola de Caballo, las pueden hacer cualquiera persona. El asombro ante esta cascada de agua está asegurado.
Aínsa
La magia del Pirineo de Huesca no solo reside en sus paisajes de montaña. También hay otras joyas en forma de pueblo. Son muchos los pueblos pirenaicos dignos de una visita, como Ansó, Hecho, Torla o Boltaña. Pero nosotros os vamos a recomendar la visita a la villa de Aínsa.
Esta población nos invita a un paseo por la Edad Media. Su casco urbano está restaurado y se ha legislado para que las construcciones guarden su aspecto histórico. Lástima que la Plaza Mayor, uno de espacios más bellos del Pirineo de Huesca, quede a veces oculto por los coches.
Monasterio de San Juan de la Peña
Otro tesoro del Pirineo de Huesca es el monasterio románico de San Juan de la Peña. Resguardado bajo una enorme roca, este cenobio antiquísimo posee un claustro de lo más fotogénico. Y aunque hoy nadie vive aquí, hace siglos fue una comunidad de monjes próspera, tanto que incluso en ella se depositó durante un tiempo el Santo Grial.
Tella
Al hablar de lugares mágicos del Pirineo de Huesca tenemos que mencionar un sitio no excesivamente conocido, pero que va asociado con la magia, o más bien con la brujería. Es la aldea de Tella, en la comarca del viejo Sobrarbe. Aquí se supone que se reunían las brujas para celebrar sus aquelarres.
Estación de Canfranc
Todos los encantos del Pirineo de Huesca no son antiquísimos. Hay algunos que aun siendo históricos, tienen un pasado mucho más reciente. Así ocurre con la Estación Internacional de Canfranc.
Un edificio de los años 20 del pasado siglo que, sin duda, es una de las estaciones ferroviarias más bellas de España, pero que hoy en día está en desuso, y tan apenas se hacen visitas guiadas a su interior.
Embalse de Lanuza
Al comienzo os hemos dicho que durante los meses de verano se celebran en el Pirineo de Huesca diversos festivales que animan estos pueblos y valles. Pues bien, el festival más prestigioso de todos ellos es el Pirineos Sur, cuyo escenario principal flota sobre las aguas del embalse de Lanuza.
Allí han tocado durante décadas músicos de todo el mundo, al igual que viajeros de cualquier procedencia viajan al Pirineo de Huesca y se quedan fascinados por la magia y encanto que guardan estos lugares.