Los lugares con más encanto de los Pirineos
La cordillera que hace de frontera natural entre Francia y España esconde rincones de una belleza sobrecogedora, a veces obra de la naturaleza, otras del hombre. Vamos a conocer algunos de los lugares con más encanto de los Pirineos, lugares en la vertiente española que harán que quieras volver para seguir explorando esta fantástica cordillera.
1. Cola de Caballo, espectacular
En el corazón del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra esta maravillosa cascada que se abre como un abanico. Situada al fondo de un espectacular circo glaciar, llegar a ella supone una larga caminata, pero merece la pena.
2. Gradas de Soaso, un camino idílico
Una de las rutas más transitadas para llegar a la Cola de Caballo es la que discurre por las Gradas de Soaso. Una ruta que permite admirar imponentes paredes rocosas, talladas por el antiguo glaciar, y un sinfín de saltos de agua del río Arazas en su camino por el valle.
3. Cañón de Añisclo, sobrecogedor
No abandonamos Ordesa y nos adentramos en un fabuloso cañón, profundo y muy estrecho en algunos puntos, tallado durante miles de años por el río Besós. Son diez kilómetros de recorrido en los que se puede disfrutar de espectaculares paisajes, bosques y el sonido de toda una sucesión de cascadas.
4. Los innumerables ibones
Los ibones son pequeños lagos glaciares que se pueden encontrar por toda la cordillera, aunque solo en la zona aragonesa reciben este nombre. Los hay a centenares y, sin duda, merecen mención especial en nuestra lista de los lugares con más encanto de los Pirineos. ¿Por qué? Por su situación, escondidos entre las cumbres, y porque en cada estación ofrecen una imagen diferente.
5. Lanuza, uno de los lugares con más encanto de los Pirineos
Para algunos es uno de los pueblos más bonitos de Huesca. Su situación es espectacular y su historia, curiosa. Tuvo que ser abandonado por la construcción de una presa. Pero el agua no llegó a anegarle y sus vecinos no solo consiguieron recuperar y restaurar el pueblo, sino darle una nueva vida, y es que este es el escenario del conocido Festival Pirineos Sur.
6. La belleza del lago San Mauricio
Abandonamos Aragón para ir a tierras catalanas. Aquí se encuentra el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. Este lago, precisamente es uno de sus rincones más bonitos, está situado al fondo de un circo glaciar y rodeado de espectaculares montañas.
7. El valle del Boí y el arte románico
A un paso de Aigüestortes encontramos un valle que tiene algo muy especial: toda una sucesión de maravillosas ermitas e iglesias románicas. Algunas modestas, otras con unos campanarios espectaculares. Merece la pena hacer la ruta completa para conocerlas todas.
8. Vielha, un lugar con mucha vida
La capital del valle de Arán es una localidad siempre animada y situada en un entorno espectacular, rodeada de montañas que superan los dos mil metros de altura. Es punto de partida perfecto para infinidad de rutas senderistas por el valle cuando hace buen tiempo y hacia las estaciones de esquí de la zona en temporada invernal.
9. Selva de Irati, pura magia
Nos adentramos en territorio navarro parando en un lugar que parece de auténtica fantasía. La Selva de Irati es el segundo hayedo-abetal de mayor extensión y mejor conservado de Europa. Un lugar mágico sobre todo en otoño, cuando se entremezclan los tonos verdes con los ocres y los rojizos.
10. Roncesvalles: historia y peregrinos
Acabamos nuestro recorrido por los lugares con más encanto de los Pirineos en un rincón con gran simbología. Roncesvalles es lugar de paso y de leyendas, parada en el Camino de Santiago y escenario de la derrota en el año 778 del entonces todopoderoso rey de los francos, Carlomagno.