Vamos a descubrir algunos secretos de Londres
El Big Ben, el Palacio de Buckingham o el Tower Bridge son algunos de los monumentos imprescindibles que hay que visitar al viajar a la capital británica. Sin embargo, la ciudad alberga otros encantos menos conocidos por los turistas, pero igual de recomendables. ¿Te atreves a descubrir los secretos de Londres con nosotros?
Little Venice, uno de los secretos de Londres
Se trata de un barrio ubicado en la confluencia entre el Grand Union Canal y el Regent’s Canal, que tiene 180 años de antigüedad y que sirvió para transportar mercancías por Londres. Está compuesto por edificios residenciales y casas flotantes con jardines de una variada arquitectura.
El barrio debe su nombre al poeta Robert Browning, quien lo llamó así en honor a la ciudad de los canales. Y es que recorrer Little Venice supone dejar de lado por un momento el acelerado ritmo de vida de la capital para, por ejemplo, asistir a un teatro de marionetas en la calle o tomar un café en uno de los barcos.
El templo hindú Shri Swaminarayan
También conocido como el templo de Neasden por su ubicación, es el edificio sagrado hindú más grande de Europa. De hecho, se construyó a finales de los año noventa para acoger a la creciente población hindú de Londres, aunque está abierto a cualquier persona, independientemente de su fe.
Respecto a su estructura, la construcción está realizada con unas cinco mil toneladas de piedra calcárea y mármol y presenta dos partes diferenciadas. Por un lado, el mandir o templo propiamente dicho; y, por otro, un centro cultural (Haveli) con una preciosa decoración de madera.
Cementerio de Highgate
Puede que no sea la visita turística más deseada, pero no deja de ser interesante descubrir las tumbas de algunas personas ilustres. Y es que en el cementerio de Highgate están enterrados Karl Marx, Michael Faraday, Lucian Freud, Mary Ann Evans o algunos familiares de Charles Dickens.
Por otro lado, el cementerio de Highgate también destaca por su importancia histórica. De hecho, está considerado parte del patrimonio cultural de Inglaterra y lo forman numerosos mausoleos y tumbas de estilo neogótico victoriano. Todo ello en una zona boscosa con una abundante fauna.
Restos de una muralla romana
Londres fue fundada por el Imperio romano bajo el nombre de Londinium, aproximadamente en el año 50. Aunque no fue hasta el 200 d.C. cuando empezó la construcción de la muralla defensiva que la rodearía por tres de sus lados, ocupando una extensión de más de ciento cincuenta hectáreas.
En la actualidad, y a pesar de los incendios y bombardeos que la han dañado, se conservan algunos restos de dicha muralla. Estos se pueden encontrar en Wall Street, entre Wood Street y Aldermanbury. Por tanto, si quieres contemplar uno de pocos vestigios de le época romana en Londres, no dudes en trasladarte hasta el lugar.
Battersea Power Station
Otro de los secretos de Londres es Battersea Power Station, aunque para los amantes de la música puede que no lo sea tanto. Y es que la antigua central eléctrica apareció en el filme de los Beatles estrenado en 1965, Help, así como en la portada de uno de los álbumes más famosos de Pink Floyd: Animals.
Battersea Power Station también puede presumir de ser el edificio de ladrillo más grande de Europa, y por poco se convierte en el nuevo estadio del club de fútbol Chelsea F.C. El proyecto, eso sí, buscaba mantener las cuatro chimeneas del edificio, que se han convertido en un icono del mismo.
La piedra de Londres
Es uno de los secretos de Londres más curiosos. Se conoce también como piedra de Bruto y se encuentra en Cannon Street. Según cuenta una leyenda, mientras esté a salvo, la prosperidad de la capital inglesa está garantizada. Sea cierta o no, de momento ha resistido al gran incendio de 1666 o a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto a su origen, todo parece indicar que pertenecía a un círculo de piedras que antiguamente se localizaba en la actual ubicación de la catedral de San Pablo: Ludgate Hill. Después pasó a formar parte de una iglesia que fue demolida en 1962 y a integrarse en el sitio donde antes estaba la construcción religiosa.