Lille en Francia, cruce de caminos y de culturas
Al norte de Francia, pegando a la frontera con Bélgica, encontramos la hermosa ciudad de Lille. Bañada por las aguas del río Deûle, esta delicada urbe es capital de la región de Norte-Paso de Calais-Picardía y es la cuarta más poblada del país.
Lille posee gran presencia universitaria y rezuma cultura por todas partes, de hecho es catalogada como Ville d’art et d’histoire (Ciudad de arte y de historia). Por si esto fuera poco, añadamos que goza de la gastronomía francesa y belga y obtendremos la receta para unas vacaciones ideales.
Lille y sus cuatro núcleos de población
El área metropolitana de la hermosa Lille engloba cuatro núcleos urbanos: Lille, Roubaix, Tourcoing y Villeneuve d’Ascq.
Los más grandes son Villeneuve d’Ascq y Tourcoing, seguida de Roubaix. Esta última fue mundialmente famosa a causa de su industria textil, que nos ha dejado como herencia la escuela de ingenieros textiles.
Su rival, Tourcoing posee el más sonado campario del norte francés, hasta ochenta campanas redoblan, una por cada metro que mide el imponente campanario de la iglesia de Saint Christophe (siglo XV-XVI). Villeneuve d’Ascq es conocida por albergar eventos deportivos, sus museos y su atención a la diversidad discapacitada en el terreno urbanístico.
Todas ellas se encuentran muy bien conectadas por trenes de alta velocidad. Cada población hace gala de un encanto particular que aúna al cincuenta por ciento el encanto belga y francés, haciendo de cada una de estas villas una parada deliciosa que completan la visita a Lille.
La ciudad de Lille
Todo amante de los viajes podrá reconocer en Lille dos características esenciales: la ciudad presenta un urbanismo propio de las grandes ciudades francesas, pero esconde elementos arquitectónicos afines a urbes belgas y holandesas.
El corazón de la ciudad reside en la Grand Place, una plaza de dimensiones considerables dedicada a Chales de Gaulle. Alberga la iglesia de San Mauricio, un edificio de estilo gótico con influencias medievales del siglo XIV, la neoclásica Ópera y el famoso reloj de la ciudad.
En el casco antiguo encontraremos también la catedral de Nôtre Dame de la Treille, una colosal estructura de corte neogótico cuya fachada modernísima contrasta con la estética más clasicista de las calles.
Son numerosos los ejemplos de edificios de tejado escalonado, típicamente flamenco, entre los que encontraremos el Ayuntamiento. Como colofón a esta divina villa encontraremos en la Plaza de la República el Museo de Bellas Artes, que alberga piezas de maestros como Tiziano, Rodin, el Greco, Goya, Van Dyck o Rembrand, entre otros.
La Ciudadela de Vauban
Al noroeste de la ciudad de Lille y rodeada de canales, encontraremos la Ciudadela, del arquitecto militar Vauban. Con forma de estrella de cinco puntas, la Ciudadela hoy en día se encuentra rodeada de un bucólico parque que es el pulmón de la ciudad.
Allí no solo encontraremos singulares clases de árboles, sino también el zoo de la ciudad. Lugar de aprendizaje y sensibilización para con el medio ambiente y la biodiversidad, este espacio alberga más de 70 especies provenientes de los cinco continentes y un conservatorio genético.
Asimismo, el recinto del parque de la Ciudadela también ofrece un área de ocio y recreo para los niños, con atracciones y ferias itinerantes. Este es sin lugar a dudas el lugar para pasear y disfrutar de un relajado instante de desapego, para fundirse con la naturaleza en un entorno privilegiado. La guinda la pone el estadio Grimonprez, donde se puede practicar, entre otros muchos deportes, atletismo.
Capital educativa
La ciudad de Lille posee numerosos centros de enseñanza, y hoy en día se sitúa en el puesto número tres del ranking de urbes universitarias francesas, por detrás de París y Lyon, y muy igualada con Toulouse.
La más antigua universidad es la de Lille-Douai, fundada en 1562 a las afueras del casco urbano. No sería hasta casi trescientos años después que se fundaría la Universidad Católica. Completarían el menú los diferentes colegios de ingenieros y las escuelas de comercio, distribuidos por todo el perímetro urbanístico.
“La juventud es el momento de estudiar la sabiduría; la vejez, el de practicarla.”
-Jean Jacques Rousseau-
Todas ellas acogen cada año a millones de estudiantes de todas partes del mundo ávidos por aprender y desarrollarse, dotando a la villa de una aire jovial y desenfadado. El cuerpo estudiantil está muy presente en el ritmo del municipio y lo dotan de frescura y vitalidad, algo que harán de Lille el destino perfecto para turistas dinámicos.