Las singulares rocas de Moeraki en Nueva Zelanda

Estas extrañas rocas son uno de los reclamos turísticos de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Su presencia en una de las playas de Moeraki crea un paisaje encantado.
Las singulares rocas de Moeraki en Nueva Zelanda
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 24 mayo, 2019

Por su aspecto, es imposible no fijarse en ellas. Hablamos de unos singulares y enormes cantos rodados que se han convertido en la gran atracción turística de Moeraki, un pequeño pueblo de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Estas rocas esféricas se encuentran, en concreto, en la playa de Koekohe.

Por su particular forma, las rocas de Moeraki forman parte del folclore de la cultura maorí. Aunque los lugareños las tratan como restos tangibles de la migración de sus ancestros, los científicos las catalogan como el resultado de un proceso de formación del fondo marino. Vamos a conocer algo más de ellas.

El origen de las rocas de Moeraki

Rocas de Moeraki

Las rocas de Moeraki se formaron hace más de 60 millones de años, durante el Paleoceno. Su formación pudo deberse al endurecimiento del barro del fondo oceánico. Al retroceder los acantilados de la zona, esas enormes y singulares piedras, cuya forma es producto de la erosión, quedaron expuestas.

Las hay de tamaños muy diferentes, pero algunas de ellas tienen casi 3 metros de diámetro y un peso que supera la tonelada. Las hay que presentan grietas, con una forma similar al caparazón de una tortuga. En ellas, además, se acumularon pequeñas cantidades de otros materiales como la dolomita o el cuarzo.

A pesar de su dureza exterior, presentan un interior mucho más blando. Su forma tan singular las ha convertido en objeto de estudio de de científicos y han llamado la atención del turismo internacional.

Las leyendas entorno a las rocas

Rocas en la playa

Inevitablemente, el pueblo maorí ha incluido estas rocas en sus leyendas populares. Según los maoríes, se trata de restos de las provisiones de una embarcación legendaria que naufragó. Estas eran las calabazas que llevaban en las bodegas.

Lo cierto es que estas rocas pueden despertar la imaginación de cualquiera. De esta manera, muchos las han identificado con seres mitológicos, de ahí que también las llamen ‘huevos de dragón’. En cualquier caso, es importante conocer que la playa está protegida por el Gobierno de Nueva Zelanda como reserva natural.

Algunas curiosidades sobre las rocas de Moeraki

Interior de una de las rocas

Uno de los aspectos que más pueden llamar la atención es que todas las rocas están huecas. Estas, al romperse, eclosionan como si de un huevo se tratara, dejando a la vista ese material blando que mencionábamos.

Cerca de Moeraki, en la bahía de Hawke, se han descubierto piedras similares en cuyo interior se han encontrado esqueletos de animales, como tortugas y caracoles marinos, perfectamente conservados. Algunas de ellas pesan hasta seis toneladas, pero otras apenas superan los 3 centímetros de diámetro.

Otro aspecto singular es que las rocas no parecen seguir ningún patrón, ni en su forma ni en su aparición. Por ello, además de formar parte de las leyendas maoríes, hay quien se ha planteado, incluso, la posibilidad de que sean parte de algún tipo de contacto alienígena.

Una curiosidad más: existe otra zona en el planeta que cuenta con un yacimiento similar. En Bowling Ball Beach, en California, se pueden encontrar rocas esféricas como estas, aunque de menor tamaño y sin el característico calado que rodea a las rocas de Moeraki.

La playa de Koekohe

Playa de Koekohe

La playa donde se encuentran estas rocas está en la península de Otago, en el sureste de la Isla Sur. No es una de las playas más extensas de Moeraki, pero sí la más visitada por muchos de los turistas que deciden viajar a este país. Y también ha sido inspiración para algunos éxitos del cine.

Además de las rocas, en la playa de Koekohe los amantes de la naturaleza pueden contemplar gran variedad de especies marinas. Entre ellas, destacan los pingüinos, los delfines de cabeza blanca o los leones marinos. Toda una experiencia.

Gracias a las rocas de esta playa, el pueblo de Moeraki se ha ido adaptando para ofrecer alojamientos turísticos. Hoy, esta zona ofrece multitud de servicios para disfrutar de la estancia. Muchos establecimientos, además de habitaciones perfectamente acondicionadas, ofrecen excursiones para admirar las singulares rocas de Moeraki.