Descubre las islas de los uros en el lago Titicaca
Perú se está convirtiendo en uno de los destinos turísticos más buscados. Su gran variedad de paisajes y el lago Titicaca, el más alto del mundo y que comparte con Bolivia, llaman la atención de millones de personas. Es aquí donde se encuentra el lugar del que queremos hablarte. Las islas de los Uros son islas artificiales que flotan en el lago Titicaca.
Quiénes son los uros
Este pueblo es descendiente de una civilización que se encontraba antes que los incas en el país. Parece que provenía de lo que hoy se considera Bolivia, pero que se mudaron al lago Titicaca debido al miedo que suscitaba la agresiva lucha de conquista de los incas.
Las islas en las que viven no son naturales, sino que las construyeron ellos mismos con el fin de poder refugiarse en ellas y no ser descubiertos por los que consideraban, sin razón, sus enemigos. Sus rasgos físicos son totalmente peruanos, aunque su modo de vida difiere mucho del de aquellos que viven en tierra firme.
Conociendo un poco el lugar en el que viven, muchos se preguntan de qué viven los uros. Pues bien, crían y cuidan aves diversas, pescan, cazan, y también son excelentes artesanos. Aprovechan este último don para vender lo que hacen, bien a los turistas que llegan a las islas o en las cercanías del país.
Para obtener otros víveres, se acercan a tierra seca con unas canoas sin motor que ellos mismos hacen y que son realmente preciosas. Bien compran los alimentos necesarios, bien los cambian por aves o artesanía. Esto lo hacen una vez al mes o cada dos meses, con el fin de no tener que estar navegando constantemente.
¿Cómo se hicieron las islas de los uros?
Las islas de los uros están repartidas entre Perú y Bolivia, y todas se construyeron de la misma manera. Se tejieron con totoras, una planta acuática que crece de manera natural en el lago Titicaca. Al unir unas con otras se crea una capa sobre las que construyen sus casas.
Y estas islas están sostenidas sobre unos anclajes de palos que llegan al fondo del lago para que no naveguen a la deriva. Es decir, que estos anclajes no tienen el fin de sostener las islas de los uros, ya que estas lo hacen de manera natural. Las raíces se totoras, al descomponerse, producen unos gases que permiten la flotación.
Las casas y demás edificios se construyen con la misma planta y en cada una de las islas suelen vivir entre 10 y 30 personas. Eso sí, como están construidas con materiales naturales, constantemente tienen que estar siendo renovadas.
El hecho de que las islas estén construidas de esta peculiar forma no quiere decir que sean pequeñas, pueden tener el tamaño de un campo de fútbol.
¿Se pueden visitar las islas de los uros?
Sí, se puede. Para hacerlo hay que coger una embarcación en el puerto de Puno. Se puede hacer por cuenta propia, tan solo pagando el billete en alguno de los barcos que diariamente van hasta ellas. Pero también se puede contratar una excursión en la que te contarán todo lo que quieras saber sobre los uros.
Tardarás tan solo 30 minutos en llegar y la visita durará unas tres horas. Normalmente se regula la cantidad de personas que llega a cada isla, por la precaria estabilidad de estas y por no molestar en exceso a los habitantes.
Cuando llegues, notarás que los uros son tímidos, pero si les sonríes y les hablas con cariño te ganarás su confianza. Especialmente la de los niños, que se asombrarán con cualquier pequeño objeto que le obsequies.
Si quieres conocer lo más profundo del Perú, estas islas son la mejor manera de hacerlo. Te recomendamos comprar algunos de sus tapices, no tienen comparación con nada que hayas podido ver. Su elaboración supone horas y horas de trabajo, así que merecerá la pena el precio.
¿Te animas a visitar las islas de los Uros? Te aseguramos que será una experiencia especial e inolvidable en la que conocerás otras costumbres, otra forma de vida y, en definitiva, otro mundo.