La espectacular Ruta de las Kasbahs en Marruecos
Conocer Marruecos es sorprenderte con un país lleno de historia y cultura. Las propuestas que ofrece al visitante son infinitas. Hoy te planteamos una forma diferente de conocer Marruecos, recorriendo la Ruta de las Kasbahs. Esta ruta te transporta a otro tiempo y a un lugar donde se aprecia una sinergia total entre el hombre y el paisaje que le ampara. Te llevamos a descubrir esta maravillosa ruta en un paseo por la cultura bereber.
La Ruta de las Kasbahs
La cordillera del Atlas divide Marruecos en dos. Por el norte encontramos un paisaje verde y fértil. En el sur se descubre un feroz paisaje de desiertos, dunas y oasis. Este paisaje es la antesala del Sahara y es por este lugar que fluye la Ruta de las Kasbahs. Son un poco más de 300 kilómetros de oasis, palmerales, impresionantes ciudades de barro y montañas de color ocre.
Las kasbahs son unas edificaciones construidas con adobe y decoradas con motivos geométricos, muy representativas de la cultura bereber. Estos edificios, que fueron construidos con paja y barro, permanecen en el tiempo y siguen siendo la morada de estos pueblos. Las kasbahs se encuentran en perfecta armonía con el paisaje y continúan brindando protección contra las inclemencias de climas extremos.
La existencia de estos pueblos dio origen a la Ruta de las Kasbahs. La también conocida como Ruta de las Fortalezas, es uno de los mayores reclamos turísticos del país. Es perfecta para quienes quieren conocer Marruecos en profundidad.
Qué ver en la ruta de las Kasbahs
Tinerhir, el gran palmeral
Tinerhir es la primera ciudad de adobe que nos encontramos al cruzar el Atlas por Midelt y Er Rachidia. Su palmeral brinda un verdor vivo a este edén olvidado. Su temperatura es suave y está sumida en las sombras que regalan las copas de las palmeras.
Esta ciudad tiene un población de 30.000 personas en un conjunto que parece complicado y apretado. Tiene un ambiente reconfortante y cuenta con pequeños huertos y árboles frutales por doquier, toda una maravilla.
“Viajar sirve para ajustar la imaginación a la realidad, y para ver las cosas como son en vez de pensar cómo serán.”
-Samuel Johnson-
Las gargantas del Todra
En las gargantas del Todra nos encontramos con el ksar de Tinerhir y las ruinas de su kasbah de al-Gawli. Este es uno de los espectáculos naturales del sur de Marruecos. El Todra, es un río que discurre desde las cumbres del Atlas.
Este río desemboca en el desierto del Sahara, perdiendo su caudal entre las arenas del erg Shesh. Si dispones de un 4×4 vale la pena subir hacia el Atlas para descubrir pequeñas aldeas huertas y oasis, ocultas de las hordas turísticas del tramo inicial.
El desnudo valle del Dades
Contiguo a la garganta del Todra se encuentra el valle del Dades. En su zona alta se pueden visitar nueve kasbahs de finales del siglo XIX muy bien conservadas. Al contrario que en otras zonas cercanas, en el Dades no hay palmeras, pues un pequeño microclima frío no permite su crecimiento. Esto brinda un aspecto desolado y fantasmal a la zona.
Algunas de las mejores kasbahs que aguardan en el Dades son la kasbah del Jalifa, con una bella ornamentación con arquerías; el conjunto de kasbahs y tigremt del oasis de Sidi Flah, y las cinco kasbahs deshabitadas que forman la aldea de Timatdit, una de las estampas más admiradas de esta zona.
El oasis de Skoura
El oasis de Skoura, es uno de los más grandes del sur de Marruecos. Con el tiempo se ha convertido en un gran centro turístico con villas y hoteles, pero la esencia arquitectónica del lugar se ha mantenido intacta. Perderse en su laberinto de canales, caminos y huertas es toda una sorpresa, sobre todo si el paseo se realiza en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde.
Ouarzazate, el principio o el final
Ouarzazate constituye el final o el inicio de la ruta. Es la ciudad más grande al sur del Atlas. También es conocida como “Hollywood de África”, por los estudios de cine como el Atlas Studios, uno de los más grandes del mundo.
A unos 30 kilómetros se encuentra la kasbah Ait Ben Haddou, que también ha sido escenario de grandes producciones cinematográficas. La kasbah Taourirt es otra interesante ciudad las inmediaciones de Ouarzazate. Tiene edificaciones de adobe con torres almenadas y está considerada como una de las kasbahs mejor conservadas de Marruecos.
Por último te recomendamos visitar el famosísimo ksar de Aït Benhaddou, una de la fortalezas de barro más bonitas del sur marroquí. Otra de las visitas imprescindibles es el valle del Draa, con su espectacular río de palmeras y ksur (plural de ksar) de adobe, uno de los paisajes más singulares de todo Marruecos.