La playa de las Catedrales, una de las más bellas de Galicia
Se la conoce como la playa de Las Catedrales, aunque esa es la denominación “turística” para la playa de Aguas Santas. Se localiza en el municipio gallego de Ribadeo, en plena costa de Lugo, y es una de las playas más hermosas que puedas imaginar. ¿Nos acompañas?
La playa de Las Catedrales, un espacio único
Las aguas que bañan esta hermosa playa son las del frío y bravo mar Cantábrico. Pero su temperatura no es impedimento para recorrer este precioso paisaje que parece sacado de cuento.
A tan solo 10 kilómetros al oeste de la localidad de Ribadeo, la playa de Las Catedrales es conocida y bautizada de esa manera por la forma de sus acantilados… literalmente como si fueran arcos de magníficos templos.
La Junta de Galicia la declaró Monumento Natural y por ello es un espacio protegido. Se puede acceder a través de la carretera N-634. También se llega a las cercanías por ferrocarril (en los apeaderos de Esteiro y Reinante).
En los últimos años esta playa se ha hecho tan famosa que fue necesario poner en marcha un plan para restringir el acceso y preservar así el patrimonio natural. Por ello, debes tener en cuenta que en temporada alta o en fechas de gran afluencia turística, es necesario reservar previamente para poder acceder a la playa.
La playa de Las Catedrales y los cambios de la mar
La principal característica de este lugar es la forma de los arcos y cuevas que nos hacen pensar en una catedral (o a varias, una al lado de la otra). Estas formaciones solo se pueden apreciar desde la arena durante la bajamar. Por lo tanto, tienes que llegar a pie hasta allí para contemplarlas en todo su esplendor.
En el momento de pleamar la playa es bastante pequeña, pero igualmente hermosa. Puedes aprovechar entonces para recorrer la parte superior de los acantilados (dirección oeste-este) hacia la playa de Esteiro.
Por el contrario, el espectáculo principal se aprecia en toda su magnitud cuando la marea está baja. En ese momento es cuando se puede acceder a un largo arenal protegido por una pared rocosa de pizarra, que ha sido erosionada por el agua y el viento durante siglos y que ahora tiene esa forma tan caprichosa y maravillosa.
“Estudia la naturaleza, ama la naturaleza, acércate a la naturaleza. Nunca te fallará.”
-Frank Lloyd Wright-
Un lugar inolvidable
Los arcos alcanzan los 30 metros de altura y recuerdan (no hace falta tener demasiada imaginación) a los arbotantes presentes en las catedrales. Quedarás maravillado con las grutas de varios metros y pasillos de arena con paredes de roca.
Cuando las aguas suben y bajan más de lo normal, la llamadas “mareas vivas”, se puede acceder a playas vecinas caminando por la arena. Pero hay que tener la precaución de regresar apenas el agua empiece a subir, ya que esto se lleva a cabo en pocos minutos y puede ser muy peligroso.
Andando por debajo de los arcos podrás escuchar el sonido del oleaje de una forma más que original… como pasa cuando escuchamos cantos y sonidos en un templo. Merece la pena destacar también que en marea baja la playa tiene una longitud de casi 1350 metros.
Algunos consejos
Es fundamental que antes de organizar tu viaje o tu visita a la playa de Las Catedrales te informes sobre el estado de las mareas. Llega con tiempo, desciende por el arenal una hora antes de que se produzca la bajamar y disfruta de este paisaje sin igual sin importar el paso de las horas.
Si buscas tranquilidad y calma observando un espectáculo natural de estas magnitudes, te recomendamos que visites la playa de Las Catedrales fuera de la temporada alta, la Semana Santa o los fines de semana largos. En esas fechas, si no has reservado previamente la entrada, es posible que ya se haya cubierto el cupo de visitas para el día que quieres.
Reservar es muy fácil, puedes hacerlo por internet con 90 días de antelación y es gratuito. Pero recuerda que fuera de temporadas de gran afluencia turística no es necesario este trámite.
Y, si tienes tiempo, un último consejo. Aparca el coche en la vecina playa de Arelonga y ve andando hasta la de Las Catedrales. Es un paseo de menos de media hora absolutamente espectacular.