La isla atlántica de Portugal, descubre Madeira
Madeira, la isla atlántica de Portugal, es un lugar fantástico para pasar unas vacaciones de ensueño. Conocida como la perla del Atlántico, pertenece a un archipiélago formado por Porto Santo y otras tres islas no habitadas. Sin embargo, la más famosa y turística es Madeira.
En Madeira podrás disfrutar de un sinfín de actividades. Bañarte en el océano Atlántico, practicar alpinismo en sus picos, admirar sus acantilados o vivir un atardecer mágico son solo algunas de ellas. Si no quieres perderte nada de esta maravillosa isla atlántica de Portugal, toma nota de estos consejos.
Cómo llegar a la isla atlántica de Portugal
Para llegar a Madeira, puedes hacerlo sin problema en avión. Aterrizarás en el Aeropuerto Internacional Cristiano Ronaldo. Sí, recibe el nombre del futbolista portugués más famoso de la historia, pues nació en Funchal, la capital de la isla.
El aterrizaje en esta isla atlántica de Portugal es toda una experiencia. Cuenta con una plataforma en el mar para alargar la pista. Antes de su instalación estaba considerado uno de los aeropuertos más peligrosos. Todavía es necesario que los pilotos cuenten con una licencia especial para poder aterrizar en él.
Disfruta de las playas de Madeira y Porto Santo
La principal razón por la que los turistas acuden a Madeira y Porto Santo es por sus increíbles playas. Si la razón de tu viaje es esta, debes saber que julio y agosto son los mejores meses en cuanto al clima.
La temperatura tanto del ambiente como del agua son aquí relativamente estables durante todo el año.
Las playas más conocidas y visitadas de todo el archipiélago son la de Porto Santo, Ribeira Brava, la Praia Formosa y la playa de Calheta. Todas ellas son un destino fantástico para poder descansar unos días en la isla atlántica de Portugal y en escenarios realmente paradisíacos.
Otra que es muy peculiar y que no puedes dejar de visitar es la playa de Faja dos Padres. Para acceder a ella hay que hacerlo desde el propio océano o a través de un funicular. Te aconsejamos este último medio, las vistas desde lo alto son una delicia y solo por ellas merece la pena visitar Madeira.
Otra forma de bañarse en aguas cristalinas es aprovechar las piscinas naturales en Porto Moniz. La actividad volcánica ha creado unos espacios que se llenan del agua del Atlántico y se han convertido en un fantástico lugar de relajación.
Adéntrate en el océano
Si te sabe a poco bañarte en las aguas de la costa de esta isla atlántica de Portugal puedes añadirle un punto de adrenalina. Algunas empresas te ofrecen la oportunidad de navegar mar adentro, se trata de ver especies animales como delfines, cachalotes y ballenas.
Esta experiencia ya de por sí es increíble, pero si te atreves, puedes nadar junto a los delfines. Desde luego que es algo que no vas a olvidar nunca, pues no son muchos los lugares donde te facilitan nadar junto a estos animales.
Practica senderismo
La isla de Madeira no es solo playa y sol. También es posible realizar varias actividades relacionadas con el senderismo. Conviene hacerlo en los meses que no son verano, aunque nunca hay temperaturas excesivas, por lo que viajes en la época que viajes, dedica al menos un día a conocer el interior de la isla.
El pico de Arieiro es el más alto de la isla atlántica de Portugal. Merece la pena subir, pues el premio son unas vistas increíbles. Donde también las tendrás (aunque con un poco de vértigo) es en el balcón artificial creado en Eira do Serrado.
Lo mejor de la gastronomía
En una isla del Atlántico está claro que los mejores productos son los obtenidos del océano. Pero también son de gran calidad las carnes, ingrediente de muchas de las mejores recetas de Madeira.
Uno de los platos más típicos en cuanto al marisco son las lapas. Normalmente se comen como las almejas y se cocinan con ajo y perejil. En cuanto a la carne, lo más típico de la isla atlántica de Portugal es la espetada, con carne de vaca en una especie de pincho moruno.