La hospitalidad en los países de Asia Central

Una de las características principales de los habitantes de países de Asia Central es su hospitalidad. Ofrecerán té caliente y comida a todo viajero.
La hospitalidad en los países de Asia Central
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 01 agosto, 2019

Muchos turistas amantes de la aventura y viajeros curiosos por conocer más de cerca la cultura de los países de Asia Central hablan con agrado de la hospitalidad de sus gentes. En este artículo, queremos ofreceros algunos datos curiosos sobre los orígenes de esta tradición y sobre otros detalles para valorar y disfrutar en futuros viajes.

La tradición hospitalaria en Asia Central

Familia tsaatan de Mongolia
Familia tsaatan en Mongolia

El origen de la hospitalidad de los países de Asia Central procede de su cultura y religión. Su población, de mayoría musulmana, acata las palabras del profeta Alá para el bien de los viajeros. De hecho, son las propias palabras del profeta las que anuncian que podría ser él mismo quien visite cualquier hogar.

También se cree que el origen de esta tradición hospitalaria procede de un decreto creado por Gengis Kan. Se cuenta que durante su gobierno ordenó a los habitantes de los pueblos de Asia Central ofrecer cobijo a los guerreros de su ejército. De no cumplirse este decreto, se les condenaba a correr tras de un caballo con las manos atadas hasta morir.

Para los habitantes de estos países, factores como la edad, género o nacionalidad dejan de tener importancia. Es deber de un buen anfitrión ofrecer comida y bebida, e incluso cama, a todo aquel viajero que se encuentre perdido y necesite ayuda.

Estas reglas de hospitalidad se crearon y propagaron, en su mayoría, por los pueblos nómadas hace muchos siglos. Estas se conservan aún hoy en día, ya que son muchos los viajeros que destacan la hospitalidad en esta región durante su viaje.

Como ser un buen invitado en Asia Central

Yurtas en Kirguistan
Yurtas en Kirguistán

La amabilidad y generosidad de las gentes de Asia Central destacan hasta en los detalles más insignificantes. Por ello, si hemos decidido viajar a países como Uzbekistán o Kirguistán, recomendamos aprender a saludar incluso a los desconocidos.

En su cultura, el saludo es una parte fundamental de comunicación. Seremos bien recibidos si hacemos una pequeña inclinación con la mano en el corazón a todo aquel con el que nos crucemos durante la visita.

Del mismo modo, si somos invitados a una de sus comidas colectivas debemos llevar con nosotros algún regalo. Normalmente se traen platos para el resto de invitados, cubiertos por tela y en grandes bandejas o cuencos. Será la anfitriona quien, antes de marcharnos, llenará con dulces y otros detalles nuestro recipiente.

Existen varios detalles curiosos durante estas comidas. Si se comparte el pan con el invitado, significa que, de haber algún malentendido, está perdonado. Otro detalle es que si la familia ofrece comida de su plato es que se ha admitido a la persona en su círculo de confianza.

Una última costumbre singular cuenta que los hombres cultos suelen dejar que sean los niños quienes acaben la comida de su plato. Este es un medio de transmitirles su sabiduría.

La hospitalidad en la actualidad

Tribu kazaja mostrando la hospitalidad en Asia Central

La comunidad de los países de Asia Central sigue manteniendo sus tradiciones hospitalarias. Sin embargo, debido al aumento del turismo, se ha creado una organización para la gestión del capital que reciben los lugareños por el uso de sus instalaciones.

La Community Based Tourism, o CBT, trata de gestionar el dinero que reciben las comunidades nómadas pactando precios de antemano para recibir algo a cambio de la estancia.

Aunque no se han perdido las costumbres de invitar a pasar la noche y a comer sin pedir nada a cambio, tampoco es extraño que pongan precio a sus servicios. Es importante recordar que estamos ante países con niveles altos de pobreza y con una tasa elevada de desempleo. Sin embargo, la organización ha puesto precios elevados a las yurtas.

Del mismo modo, también se recomienda pactar el precio del transporte antes de adquirir uno durante el viaje. Es cierto que aún es posible desplazarse de manera gratuita entre ciudades, pero sí existen precios estipulados para diferentes recorridos y otros que directamente quedan en un regateo entre chófer y turista.

La conservación de esta forma de vida también pasa por las manos de aquellos que visitan estas tierras. Por ello, aunque en un principio pueda parecer que se ha perdido la hospitalidad genuina de sus gentes, no es más que una forma de conservar su hogar y costumbres.