La Fontana di Trevi, un rincón maravilloso de Roma
Roma tiene infinidad de fuentes preciosas. Solo por nombrar algunas, podríamos hablar de la fuente de la Barcaza, la del Tritone y la de los Cuatro Ríos en la Piazza Navona. Pero si hay una fuente famosa y monumental en la Ciudad Eterna esa es la Fontana di Trevi, de hecho, son muchos quienes la consideran la fuente más bella de mundo. Conozcamos un poco más de este famoso monumento de Roma.
Breve historia de la Fontana di Trevi
La Fontana di Trevi se encuentra entre los edificios de la pequeña Plaza Trevi. De allí su nombre Trevi que deriva de “Tre Vie” (tres vías), que hace referencia de que se encuentra en las tres calles que forman la plaza. Tiene 20 metros de ancho y 26 metros de alto, lo que la convierte en la más grande de Roma.
Los orígenes de la Fontana di Trevi se remontan al año 19 a.C, esta fuente era el final del acueducto Aqua Virgo, que traía agua desde un manantial a unos 20 kilómetros de Roma. Este acueducto llegó a tener un caudal de 100.000 metros cúbicos diarios.
En el siglo XV el papa Nicolás ordenó la reparación del acueducto y la construcción de una sencilla fuente en su final. La fuente que hoy conocemos es posterior, el diseño barroco fue obra de Nicola Salvi, quien en el siglo XVIII fue el responsable de su construcción. Sin embargo, Salvi murió sin verla terminada y fue Giuseppe Pannini quien la culminó.
La Fontana di Trevi, que representa a Neptuno, dios del mar domando las aguas, fue inaugurada en 1761. Fue deseo del papa Urbano VIII que estuviera adosada a la fachada del palacio Poli, pues inicialmente iba a ser construida al otro lado de la plaza.
La leyenda de la Fontana di Trevi
En una fuente tan hermosa, famosa y antigua no podían faltar las leyendas que aderezan la visita de miles de turistas que vienen a verla cada año. Dicen que quien arroja una moneda de espaldas a la Fontana di Trevi, regresa a Roma. La moneda debe ser arrojada con la mano derecha por encima del hombro izquierdo.
Si quieres encontrar el amor, debes lanzar dos monedas en vez de una. Si arrojas tres y eres soltero te casarás, pero si eres casado tendrás un divorcio seguro. ¿Cuantas monedas quieres lanzar?
Lo cierto es que esta costumbre o leyenda produce unas ganancias de alrededor de un millón de euros anuales. Incluso ¡han llegado a recoger 3.000 euros en un solo día!. Desde el 2007, este dinero se entrega a asociaciones benéficas y de ayuda de los más necesitados.
La visita a la Fontana
Conocer la Fontana di Trevi es un imprescindible en tu visita a Roma. De hecho, son muchos los turistas que se agolpan en las gradas que descienden hasta el estanque.
La visita puede durar el tiempo que te desees, pero la recomendación es admirarla tanto de día como de noche, cuando la iluminación destaca maravillosos detalles y puede ser contemplada con más calma. No te olvides de lanzar tus monedas, aunque la costumbre carece de fundamento ¿quién puede ser capaz de resistirse?
“Las fuentes de Roma son, en sí mismas, magníficas obras de arte, y solo por verlas vale la pena venir.”
-Percy Bysshe Shelley-
Monumentos cercanos a la Fontana de Trevi
Si te has maravillado con la belleza de la Fontana di Trevi y quieres conocer los monumentos cercanos, te contamos cuáles son los de mayor interés.
Palacio del Quirinal
En lo alto de una de las siete colinas de Roma, llamada el Quirinal, los papas construyeron aquí su residencia de verano, por su posición bien ventilada. Este palacio comenzó a construirse a finales del siglo XVI y los trabajos se prolongaron durante siglo y medio.
Este edificio se convirtió en el palacio real de la Casa de Saboya, cuando los papas perdieron los Estados Pontificios y Roma fue la capital de Italia. Actualmente es la residencia oficial del presidente de la República. Las vistas son magníficas desde la terraza que está junto al palacio, sobre todo al atardecer, con el sol ocultándose por encima de la cúpula de San Pedro.
Iglesias de Sant’Andrea al Quirinale y San Carlo alle Quattro Fontane
Estas pequeñas iglesias datan de la misma época que el palacio del Quirinal. Una fue diseñada por Bernini y otra por Borromini, dos grandes genios del barroco romano, pero que personalmente eran enemigos. Son pequeñas pero hermosas, y suelen estar poco concurridas. Vale la pena una visita.
Cuando conozcas La Fontana di Trevi no dudes en lanzar tus monedas y admirarla tanto en el día como en la noche, es uno de esos lugares que se nos quedan en la mente para toda la vida.