Un recorrido por la belleza rural del Piamonte

Un recorrido por la belleza rural del Piamonte

Escrito por Pedro

Última actualización: 07 julio, 2023

El Piamonte tiene un encanto especial, poco que ver con el de la urbana Turín. Son lagos, montañas, nieve, torrentes. Si queremos verlo en plan romántico, nos ofrece el indudable atractivo de sus aguas rurales, especialmente el Maggiore, Orta y Mergozzo. Por ello en el siglo XIX, los aristócratas europeos comenzaron la moda de construir su chalet en estas bellas tierras.

El Piamonte, otra región de la Italia mágica

Uno de esos puntos encantadores del Piamonte es el lago Maggiore, que fue el marco de la novela de Ernest Hemingway Adiós a las armas. Destaca Stresa, pues ahí se encuentra el embarcadero de donde parte un barco en el que poder visitar la isla de Borromeo entre otras.

Contamos también con el lago Orta, desde el que se puede ver en su promontorio una panorámica increíble. Frente a Orta está la isla de San Giulio, donde está su iglesia fundada en el siglo IV.

Monte Rosa en Paimonte
Monte Rosa – gab90

Próximo al lago se puede recorrer una parte de la Valsesia, el valle de más verdor de Italia. En el recorrido de Varallo a Alagna se puede ver en un paisaje montañoso, el monte Rosa.

Si uno recorre el Piamonte, baja por una llanura llena de colinas, cultivos, viñedos, granjas, haciendas, bodegas, etc. Es todo un paraíso terrenal para las personas que adoran la naturaleza.

Otro punto destacable es Alba, la ciudad de las cien torres. En esta población se conserva todavía alguna de aquellas, entre su vasto patrimonio de castillos y palacios, bodegas y haciendas. Se puede pasear igualmente por la bella Asti, que en la Edad Media era más grande y rica que la propia Turín, que solo era un pueblo más.

Los encantos del Piamonte

La catedral de Asti es el monumento más importante del Piamonte. Próximo a Asti, en Mobaruzzo, podemos degustar los deliciosos amaretti y los vinos de la región donde reina el Moscato, el Barbera o el Dolcetto de Asti.

Asti en Piamonte
Asti – Claudio Giovanni Colombo

De Asti a Canelli existen pocos kilómetros. En Canelli encontramos uno de los santuarios mundiales del vino. Aquí se puede disfrutar de un interesante centro histórico en torno a una colina donde se yergue un castillo de 1706, actualmente propiedad de la familia Gancia, y varias iglesias barrocas.

Lo que la mayoría de los turistas quiere conocer son las famosas de cuevas de Canelli, también llamadas catedrales subterráneas. De estas bodegas en pocos kilómetros se puede ir a las aguas termales de Acqui Terme. Todo un paraje mágico entre colinas y viñedos.

Desde la época de los romanos, la gente trataba de rehabilitarse sometiéndose a tratamientos antirreumáticos. Acqui Terme es algo más que un balneario. Destaca su centro histórico y en él la bella catedral de San Guido. También detrás se puede disfrutar del Jardín Botánico y el Museo Arqueológico.

Si uno continúa atravesando las Langhe, verá más colinas, viñedos, frondosos bosques de avellanos y el chocolate, el rey de la región.

Más encantos mágicos y rurales del Piamonte

En Vicoforte Mondoví se encuentra el santuario basílica Reina del Monte Real. En construirlo tardaron doscientos años. Su cúpula elíptica es la de mayor tamaño del mundo. Es basílica desde 1935 y se sitúa en el centro de un enorme complejo arquitectónico, donde se ubica en el sur la Palazzata, con sus casas semioctogonales, y al noreste, el monasterio de los Cistercienses.

Vicoforte en Piamonte
Vicoforte – Simone Levrone

Otro pueblo precioso del Piamonte rural es Mondoví. Cuenta con un bonito mirador. Aquí se puede llegar a ver una preciosa visión de los Alpes occidentales y la Liguria. También vemos nuevamente la antes mencionada cúpula de Vicoforte. Todo el pueblo se levanta a la Plaza Mayor, plagada de monumentos barrocos, conventos y palacios.

Mientras , Saluzzo es una de las localidades medievales más interesantes del Piamonte. El centro histórico tiene los pórticos y residencias de los nobles. Subir al castillo es obligatorio hacerlo a pie. Ciertamente es cansado, pero a la vez nos recompensa con unos elegantes palacios del siglo XV. Destaca la señera Torre Cívica, que luce majestuosa especialmente de noche.

“El viajero es activo, va enérgicamente en busca de gente, de aventura, de experiencia. El turista es pasivo, espera que le ocurran cosas interesantes.”

– Daniel J. Boorstin –

Esperamos que después de este viaje al Piamonte rural, se haya despertado en ti la curiosidad de visitar esta región que no tanta gente conoce de Italia. Una maravilla y un paraíso rural como para perderse.

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