Los Jardines de Bomarzo o el Parque de los Monstruos
Los Jardines de Bomarzo son uno de los conjuntos monumentales más singulares y extraños que se pueden visitar en Italia. Una obra del Renacimiento, pero muy alejada de los cánones estéticos a los que estamos acostumbrados. Y por lo tanto es una visita de lo más peculiar y sugerente. Solo hay que atreverse a conocerla.
¿Dónde están los Jardines de Bomarzo?
Estos jardines están en la localidad que les da nombre. Una población a unos 90 kilómetros de Roma que se integra en la provincia de Viterbo. Es decir, estamos en la región del Lazio, en el centro de Italia, por lo que tanto si se decide visitar en el día como si se quiere pernoctar en la zona, no habrá problema alguno para llegar, ni para alojarse en los alrededores.
El Sacro Bosque de Bomarzo
En uno de los bancos del parque se puede leer la siguiente inscripción:
“Vosotros que vais por el mundo, errantes, tratando de ver estupendas maravillas, venid aquí, donde están los rostros de horrendos elefantes, leones, osos, ogros y dragones.”
Es decir, para todos vosotros, amantes de los viajes, aquí vais a hallar un reino de la fantasía, pero en unos términos bien diferentes a lugares como Disneyland o los parques temáticos al uso.
Estamos en un espacio histórico, construido a partir de mediados del siglo XVI por el duque Pier Francesco Orsini, en su momento uno de los hombres más ricos de Italia, pero el cual tuvo la desgracia de nacer jorobado.
Además, su destino era ser militar, aunque su carácter era más el de un artista. Y por si fuera poco, tuvo que ver como moría su amada esposa, Julia Farnesio. Y eso fue el detonante para mandar construir estos jardines.
Las esculturas de Bomarzo
Le encargó el proyecto del parque a Pirro Ligorio, un arquitecto y escultor que había trabajado en otras villas aristocráticas de las grandes familias italianas, como Villa d’Este o Villa Lante. Pero aquí le encargó que el resultado se alejase de la belleza y la alegría.
Es decir, quería plasmar monumentalmente su estado de ánimo, abatido y triste. De ahí que a lo largo del parque se puedan ver figuras de dragones o el famoso Orcus, un ogro con la boca abierta cuyo aspecto es cambiante según incide la luz solar en sus facciones. Pero también vemos figuras como a Hércules descuartizando a Caco o un elefante pisoteando a un legionario, lo que representa el triunfo de la sabiduría sobre la fuerza.
La visita a Bomarzo
La verdad es que cuando se recorren los Jardines de Bomarzo, la interpretación de todo el conjunto es más bien complicada, porque aparentemente no hay demasiada unión entre las obras. Una esculturas realizadas en la piedra volcánica de la zona y que seguramente han ganado mucho con el paso del tiempo.
De hecho, los jardines prácticamente cayeron en el olvido nada más morir su constructor, y hasta entrado el siglo XX no volvieron a ponerse en valor. Para entonces, los jardines estaban dominados por una exuberante vegetación, entre la que parecen surgir esas obras, en cuya piedra ha dejado su huella el paso de los siglos. Algo que realza todavía más el ambiente de misterio que envuelve el conjunto.
Una recomendación
Si vais a visitar Italia haciendo un viaje a vuestro aire, no dejéis de acercaros hasta la provincia de Viterbo, para conocer lugares como el Jardín Botánico della Tuscia, la propia ciudad de Viterbo y sus termas, o el lago de Bolsena.
Y sobre todo, no paséis por alto los jardines de Bomarzo. Para recrearos en este insólito jardín y mucho más divertido que una guía de viajes puede ser la lectura de la novela Bomarzo del escritor Manuel Mújica Láinez.