Visita el increíble paisaje del géiser Fly en Nevada
El géiser Fly es el hermoso resultado de un error humano, por lo que no se trata de un fenómeno completamente natural. Aún así, su belleza lo convierte en una de las mejores posibilidades turísticas para aquellos que se trasladen hasta Nevada, a pesar de no ser una de las más conocidas. ¿Te animas a descubrir todo sobre esta maravilla?
El origen del géiser Fly
A principios del siglo XX, los granjeros de las zonas áridas del oeste de los Estados Unidos tenían como objetivo sacarle provecho a las aguas subterráneas y así poder regar. Las perforaciones comenzaron a realizarse en el Rancho Fly en el año 1917, pero el agua salía casi cien grados, por lo que se interrumpió la extracción.
No fue hasta 1964 cuando se decidió aprovechar la energía geotérmica del agua del lugar. Sin embargo, el líquido no era lo suficientemente caliente como para servir para lo que se había previsto inicialmente. Y aunque se sellaron los pozos, de alguna manera empezó a salir agua a presión a metro y medio de altura.
El géiser Fly, lejos de cesar su actividad, empezó a formar diversas estructuras calcáreas de una gran belleza que destacan por su colorido. Este último es resultado de la combinación del carbonato cálcico de las rocas con las algas termófilas que están presentes en el lugar que nos ocupa.
Algunas características del espectacular géiser Fly
El géiser Fly tiene una altura aproximada de metro y medio y una anchura de casi cuatro metros, si contamos el montículo sobre el que se asienta. Este último es fruto de los minerales disueltos que comenzaron a crecer y a acumularse.
Asimismo, el agua que de manera constante libera el géiser, el cual a simple vista puede parecer tres montañas de diversos colores, alcanza el metro y medio en el aire. Ese agua es vertida por las terrazas en más de treinta estanques sobre un área de setenta y cuatro acres, es decir, de treinta hectáreas.
Un fenómeno no abierto al público
El géiser Fly forma parte de una propiedad privada, el Rancho Fly, por lo que tan solo se puede disfrutar de la maravilla que nos ocupa desde cierta distancia. Para evitar que los turistas se adentren más de lo debido hay una puerta cerrada con remates y una valla larga.
Aún así, son muchos los que saltan la cerca para ver mejor el géiser. Algo que, sin embargo, no es necesario. Los propietarios aceptan visitas privadas, siempre y cuando se les pida permiso con anterioridad para así decidir si al turista en cuestión se le autoriza la entrada a su terreno o no.
Habrá que esperar entonces para comprobar si en un futuro el géiser Fly estará abierto al público. De hecho, son varias las organizaciones que han intentado hacerse con las tierras sobre las que se asienta con dicho fin. No obstante, las negociaciones nunca han llegado a buen puerto.
Ubicación y entorno del géiser Fly
Llegar al lugar es muy sencillo, puesto que el géiser Fly se encuentra en el desierto Black Rock, al noroeste de Nevada. Se puede salir desde Reno y conducir un par de horas por la carretera estatal Route 34 hasta llegar a Gerlach. Después solo hace falta recorrer treinta y dos kilómetros hasta la zona de Hualopal Flat.
Junto al géiser Fly hay otros dos géiseres parecidos -aunque de menor tamaño, pues apenas alcanzaban el medio metro- que también pueden observarse desde la distancia y que se crearon de manera similar. Algo más alejado y como un intento previo a la perforación realizada en 1917, hay un géiser de unos tres metros de altura.
“El regalo más precioso de la naturaleza es que nos da el placer de mirar alrededor y tratar de comprender lo que vemos.”
-Albert Einstein-
Como acabamos de ver, de los errores humanos también pueden salir auténticas maravillas, como es el caso del géiser Fly. Por tanto, si estás pensando en hacer un viaje al estado de Nevada esperamos que no te olvides de visitar este lugar tan mágico y repleto de colorido.