Iglesia de San Nicolás: la imponente Capilla Sixtina valenciana

El patrimonio de la ciudad de Valencia es enorme. De todas las épocas y estilos. Y un buen ejemplo son las pinturas murales del Barroco que lucen en las bóvedas de la céntrica iglesia de San Nicolás.
Iglesia de San Nicolás: la imponente Capilla Sixtina valenciana
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 06 agosto, 2023

Su nombre completo es iglesia de San Nicolás de Bari y de San Pedro Mártir, si bien para los valencianos este templo en la parte antigua de su ciudad es sencillamente San Nicolás. Mientras que para los apasionados del arte, esta iglesia es conocida como la Capilla Sixtina valenciana debido a la inmensa cantidad y calidad de las pinturas murales de su bóveda. En definitiva, se trata de una parada obligada dentro de la capital ché.

¿Dónde está la iglesia de San Nicolás?

Para encontrar a la iglesia de San Nicolás hay que dirigirse a una de las barriadas históricas de visita obligada en Valencia. Nos referimos al popular barrio del Carmen. Allí está la iglesia, concretamente el acceso nos aguarda en la Calle de los Caballeros. ¡No os la perdáis! La podéis ver tanto en horario de culto, eso sí, respetando la ceremonia religiosa, o podéis hacer una visita guiada y descubrir así todos sus secretos.

Los antecedentes de la Iglesia de San Nicolás

Fachada de la Iglesia San Nicolás

Este templo es de lo más antiguos de la ciudad. Y no solo el templo, sino también el solar donde se ubica, siempre ha tenido un carácter sacro. Durante la ocupación romana de Valencia ya fue un templo bajo las advocaciones de los dioses de la mitología latina. Y posteriormente se reconvirtió en uno de los espacios de culto paleocristiano. Si bien, cuando los musulmanes se instalaron en la ciudad, se transformó una mezquita.

Así permaneció durante siglos, hasta que llegó la definitiva conquista por parte de los cristianos en la Edad Media. Es cuando se convirtió en iglesia de San Nicolás de Bari. Primero en un incipiente estilo gótico, tan habitual en otras edificaciones valencianas, como la bella Lonja de la Seda al frente. Y tras varios siglos y reformas, por fin en la época barroca recibió la decoración pictórica a base de unos impresionantes frescos que le han dado su sobrenombre.

¿Por qué Capilla Sixtina valenciana?

Las pinturas murales que realizó Michelangelo Buonarroti en las capillas del Vaticano se han convertido en el máximo exponente de la creación artística. Y siempre que nos queremos referir a unas pinturas murales excepcionales, la Capilla Sixtina es el gran referente. Por eso comparar la decoración de la iglesia de San Nicolás con aquel conjunto pictórico es un enorme halago.

Eso sí, muy bien merecido. La calidad de las pinturas valencianas es más que destacable. Todas ellas realizadas siguiendo un diseño inicial de Antonio Palomino, un célebre pintor español con grandes obras por todo el país como las que hizo en el Monasterio de la Cartuja de Granada. Si bien, en el caso de la iglesia de San Nicolás, sus diseños materializaron de forma magistral al pintor Dionís Vidal, quien dejó aquí su gran obra.

Bóveda de la Iglesia San Nicolás

Y cuando decimos grandes nos referimos a la extraordinaria calidad de su arte barroco, ya que las ejecutó a comienzos del siglo XVIII. Pero también son grandiosas por sus dimensiones. De hecho, son más del doble que la obra de la Capilla Sixtina. Puesto que los murales vaticanos ocupan unos 800 metros cuadrados, mientras que los de la iglesia de San Nicolás se desarrollan sobre una superficie cercana a los 2.000.

Su reciente restauración

El conjunto pictórico de la iglesia de San Nicolás siempre se ha conocido en Valencia. Pero sí que es cierto que durante décadas no había recibido ningún cuidado. Y poco a poco fue perdiendo su esplendor. Especialmente con episodios como el periodo de la Guerra Civil, en el que el templo se usó como almacén, o con el paulatino daño que provoca el humo de las velas que durante siglos iluminaban el recinto sagrado.

De manera que estas maravillosas pinturas estaban sucias y habían perdido todo su brillo. Sin embargo, una larga y costosa restauración le ha hecho recuperar toda su fuerza y colorido. Una restauración muy novedosa, ya que en el proceso se han utilizado unas curiosas microbacterias.

Con estos organismos, los restauradores han podido limpiar ciertas impurezas en las pinturas. Y es que las bacterias tienen muchos usos positivos. También en el arte y con beneficios para la cultura y el turismo, porque la iglesia de San Nicolás en los últimos tiempos es uno de los mayores atractivos históricos de la capital de la Comunidad Valenciana.

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