Te llevamos a 5 hoteles de Bruselas llenos de encanto
Bruselas tiene múltiples puntos de interés: la Grand Place, el Manneken Pis, el Atomium… Pero entre visita y visita hay que descansar. Y no hay nada mejor que hospedarse en alguno de los hoteles de Bruselas que te proponemos o, por lo menos, hacerles una visita. Todos ellos poseen algún tipo de encanto. Te los descubrimos a continuación.
Hotel Manos Premier, uno de los mejores hoteles de Bruselas
Se trata de una lujosa residencia ubicada en la bulliciosa zona de Avenue Louise. Cada una de sus estancias está decorada de una manera diferente, pero todas ellas poseen muebles de la época de Luis XV y Luis XVI que harán las delicias de los amantes de las antigüedades. De dicha decoración sobresalen medallones de madera tallada o candelabros de cristal.
El Hotel Manos Premier también cuenta con rincones tranquilos donde los huéspedes pueden leer o relajarse. Hablamos de los salones o del jardín privado, un auténtico paraíso de vegetación con fuentes de agua, terraza y zona de juegos para niños. Ideal también para disfrutar del sol en los días despejados.
Igual de encantador es el Spa “Lella”, ornamentado con motivos inspirados en la Alhambra de Granada. En él, los hospedados pueden disfrutar del jacuzzi, del hammam o baño turco o de una sauna, así como reservar los servicios de un masajista.
Hotel Sofitel Brussels Le Louise
Lujo, diseño y sofisticación son las tres palabras que caracterizan al Hotel Sofitel Brussels Le Louise. Se encuentra en la exclusiva Avenue de la Toison d’Or y está rodeado de boutiques de lujo y tiendas de antigüedades. Asimismo, cuenta con un restaurante, el Crystal Loungue, donde degustar las mejores especialidades de la cocina francesa.
El hotel fue renovado en el 2008 por el reconocido arquitecto y artista Antoine Pinto. De esa nueva remodelación arquitectónica sobresalen, entre otras cosas, los muros de cristal de la impresionante escalera que conduce a la entrada del vestíbulo, los cuales están bañados con una mezcla de luz amatista y azul.
Antoine Pinto también fue el encargado de diseñar el mobiliario del establecimiento. Algunos elementos sobresalientes del mismo son las mesas en madera de wenge con luces integradas o los inmensos sillones “Coeur de Bruxelles”, creados por el famoso fabricante belga Durlet.
L’art de la Fugue
Cada una de sus habitaciones tiene un carácter propio, pues están decoradas con la inspiración de diferentes partes del mundo y de varios momentos históricos. Se dividen en tres: Indochina, que cuenta con una colección de budas provenientes de Tailandia, China y Camboya; India; y Farinelli, donde predominan el rojo y el dorado, y que parece transportarnos a los siglos XVIII y XIX.
Asimismo, L’art de la Fugue, a diferencia del resto de establecimientos de la lista, es un bed & breakfast. Está situado en una zona tranquila de la ciudad, cerca de la estación de tren, y posee más áreas igual de agradables. Nos referimos a las zonas comunes, que incluyen un salón con una gran chimenea y una cocina en la que los huéspedes pueden cocinar lo que quieran y cuando lo deseen.
Résidence Grand Place
Ya de entrada destaca porque es uno de los hoteles de Bruselas con una ubicación más privilegiada. Y es que se encuentra nada menos que en plena Grand Place, el lugar más emblemático de Bruselas. De esta forma, el hotel está rodeado de cafés y restaurantes, y se encuentra a escasa distancia de los lugares más interesantes qué ver en la capital belga.
Por otro lado, el edificio de la Résidence Gran Place fue construido en el siglo XVII y combina a la perfección el encanto del clasicismo con un diseño contemporáneo y funcional. Dentro del mismo hay diversos apartamentos de lujo que están elegantemente decorados.
“Despertar en soledad en un pueblo extraño es una de las sensaciones más placenteras de este mundo.”
-Freya Stark-
The Dominican
Otro de los hoteles de Bruselas con encanto. Está muy cerca de la Grand Place y ofrece acogedoras y elegantes habitaciones planificadas por reconocidos arquitectos, quienes han creado una ecléctica mezcla de diseño, obteniendo una variedad de nuevos estilos y experiencias. Asimismo, las estancias han sido erigidas en torno a un patio central.
The Dominican destaca además por el edificio en el que está construido, ya que anteriormente era una abadía que databa del siglo XV. De la misma aún se conservan algunos elementos, como los techos elevados y las grandes arcadas. Todo ello le aporta al hotel un aire distinguido y especial.