Haití, un paraíso entre el Atlántico y el Caribe
Se habla mucho República Dominicana, pero su país vecino, Haití, no tiene nada que envidiarle. Haití es un paraíso entre el Atlántico y el Caribe, y unas vacaciones allí siempre serán inolvidables. ¿Quieres venir con nosotros a conocerlo más a fondo? ¡Pues vamos!
Todo lo que puedes ver y hacer en Haití
La Citadelle
Esta es la fortaleza más grande América y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1982. Es el mayor reclamo turístico para los turistas, pues no es común encontrar monumentos de este tipo en países caribeños.
Se construyó a principios del siglo XIX para proteger al recién estrenado estado independiente de Haití frente a los ataques de Francia.
Un dato curioso es que las piedras con las que se construyó esta fortaleza se unieron con cal, melaza y sangre de vacas y chivos. Era algo común y un ritual religioso con el que se creía que esta sangre protegería la construcción.
Bassin Bleu
En haitianosignifica literalmente Lago Azul y es un lugar natural maravilloso en el que podrás darte un baño y conocer rincones encantadores. Cascadas, cuevas y gargantas son algunos de ellos, por no mencionar la exuberante y frondosa naturaleza que lo rodea.
Eso sí, para llegar hasta allí no hay señalización, así que lo mejor será que busques a un local con el que negociar un precio para que te lleve hasta el lago y te enseñe sus secretos más ocultos.
Sus playas
Algunas están bañadas por el Atlántico y otras por el Caribe, pero te aseguramos que cualquiera de sus playas no tienen desperdicio. Pasar al menos algunos de tus días de vacaciones en el país disfrutando del relax de sus playas es imprescindible.
Algunas de las más destacadas son las de Labadee, Jacmel, Cabo Haitiano o Montrouis. Escoge la que más te guste y ¡date un chapuzón! Disfrutarás como nunca.
Puerto Príncipe
La capital del país es lugar imprescindible que debes ver. Por todos sus rincones y sus calles tradicionales se respira su historia y su influencia francesa. Las casas de colores atractivos y poco discretos llaman mucho la atención y darán lugar a fotos que siempre te recordarán la experiencia.
En esta ciudad llena de historia podrás visitar su Panteón, el Museo Nacional de Haití, el Palacio Nacional y el Mercado de Hierro.
“Cuando viajas, recuerda que los países extranjeros no están diseñados para que te sientas cómodo. Están diseñados para que su propia gente se sienta cómoda.”
-Clifton Fadiman-
Casas de pan de jengibre
Aunque también se encuentran en la capital del país, merecen una mención especial. Estas casas son un reflejo de la economía que un día el país tuvo, pues están construidas en un estilo victoriano colonial. Los colores pastel de las fachadas ofrecían ese aspecto dulce que les dio el nombre.
Están construidas en madera, y por ello no se hicieron más desde 1921, pues el riesgo de incendió era real. Aunque el terremoto de hace unos años les pasó factura, algunas siguen en pie y atraen la atención de los turistas.
Museum Ogier-Fombrun
No suele ser común encontrar museos en los paises latinos, pero Haití tiene tanta historia que tenía que mostrarla en algún lugar. En el Ogier-Fembrun podrás ver objetos y documentos relacionados con la colonización francesa y, por supuesto, con la independencia del país.
También podrás conocer más sobre la época precolonial, sobre los tiempos de la esclavitud y también sobre cómo se ganan la vida ahora los habitantes del país, como por ejemplo con la cosecha de la caña de azúcar o la elaboración del ron. Una de las mejoras maneras de centrarse en la historia de Haití.
Papillón Enterprise
Es un taller de artesanía tradicional del país que da trabajo a los más necesitados. Luego los artículos se venden en una tienda ubicada en el mismo lugar con un toque típico haitiano. Pero este lugar es mucho más, si te gusta y aún no quieres marcharte, o mientras eliges lo que quieres comprar, puedes tomar una bebida y una rica pizza.