Visitamos la Gran Sinagoga de Budapest

Visitamos la Gran Sinagoga de Budapest

Escrito por Adrián Pérez

Última actualización: 11 enero, 2020

También conocida como la Sinagoga de la Calle Dohány, la Gran Sinagoga de Budapest es la segunda más grande del mundo, tras la Congregación Emanu-El de Nueva York. Un lugar de visita obligada en la capital de Hungría, tanto por su belleza como por lo que representa. Vamos a conocerla un poco mejor ¿Nos acompañas? 

Características de la Gran Sinagoga de Budapest

Erigido en el distrito de Erzsébetváros de la capital húngara, este templo judío tiene capacidad para 3000 personas sentadas. Fue construido entre los años 1854 y 1859 en estilo neomorisco, con una gran influencia de la arquitectura islámica presente en el norte de África y en la Alhambra de Granada. Tiene, además, toques toques bizantinos, románticos y góticos, que le dan ese aspecto tan particular. El arquitecto vienés Ludwig Forster fue quien diseñó el proyecto.

Gran Sinagoga de Budapest
Interior de la Gran Sinagoga – Yury Dmitrienko / Shutterstock.com

La Gran Sinagoga de Budapest tiene unas dimensiones monumentales. Con 27 metros de ancho y 75 metros de largo es, como señalábamos, la segunda más grande del mundo tras la de Nueva York. Tiene, además, dos torres octogonales de 43 metros de altura coronadas por preciosas cúpulas.

El interior del templo está compuesto por tres naves espaciosas y muy decoradas, balcones, un arca con rollos de la Torá, un área reservada para las mujeres en la galería y un extraordinario órgano, algo muy poco usual en este tipo de templos.

La comunidad judía en Budapest

Gran Sinagoga de Budapest
Gran Sinagoga – chrisdorney

Para entender la razón de que se construyera esta sinagoga conviene hacer un poco de historia. Y es que los judíos se asentaron en estas tierras prácticamente desde los tiempos de las tribus magiares. Nunca gozaron de los mismos derechos que los ciudadanos húngaros, pero hubo tiempos de una cierta permisividad respecto a otros países del entorno.

La comunidad judía fue creciendo y asentándose. Ya a mediados del siglo XIX surge la necesidad de construir un gran templo que pudiera acoger a todos los fieles. Un templo que fue bombardeado hasta la casi destrucción en 1939.

Recorriendo la Gran Sinagoga de Budapest

Visitar la Sinagoga es viajar en el tiempo, ya que todo a su alrededor conforma un conjunto imperdible. Al lado del templo se encuentra la casa natal de Theodor Herzl (periodista y escritor austrohúngaro y fundador del sionismo político moderno). La vivienda es hoy Museo Judío, fundado en los años 30 y que alberga reliquias religiosas, salas dedicadas a las fiestas judías y objetos rituales utilizados durante el Shabbat.

Memorial en la Gran Sinagoga de Budapest
Memorial – Roman Yanushevsky / Shutterstock.com

También podemos conocer la Galería y Templo de los Héroes, que tiene una capacidad par 250 personas y se usa en el invierno o para los servicios religiosos de los fines de semana. Además, sirve como memorial en honor a los judíos húngaros que murieron en la Primera Guerra Mundial y se añadió al complejo de la sinagoga en 1931.

El recuerdo del Holocausto

En el patio de la Gran Sinagoga se encuentran algunos de su rincones más sobrecogedores. Uno de ellos es el cementerio judío. Aquí descansan los restos de más de dos mil personas fallecidas durante la hambruna del invierno de 1944 a 1945. Y es que los nazis habían convertido el barrio judío en un gueto, los que en él se quedaron evitaron el horror de los campos de concentración, pero la vida en este lugar era de una dureza extrema.

Memorial en la Gran Sinagoga de Budapest
Memorial del Holocausto – Fidel Ramos / Flickr.com

El complejo se completa con un Parque Memorial del Holocausto. Rinde honor a los cerca de 400.000 judíos que fueron asesinados por los nazis. En él destaca una escultura en forma de sauce llorón cuyas hojas tienen los nombres de las víctimas. El monumento lleva el nombre de Raoul Wallemberg, un diplomático sueco que salvó a miles de judíos dándoles visados para salir del país.

“El deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, […] hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el mal puede desencadenarse. El odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan.”

-Elie Wiesel-

Tras visitar la Gran Sinagoga de Budapest merece la pena dar un paseo por el barrio judío y visitar el Museo Judío para comprender mejor todos los acontecimientos históricos.