Invierno en la fría y hermosa Heiligenblut
Heiligenblut es una fría y hermosa localidad que se ubica en el distrito de Spittal an der Drau, en el estado de Carintia, Austria. Este sitio destaca por sus grandes posibilidades de disfrutar de la nieve, como por ejemplo practicando esquí o visitando glaciares, entre otras, pero también por sus hermosos monumentos y por la tranquilidad que se respira.
Por ello, pasar el invierno en la fría y hermosa Heiligenblut podría ser uno de tus mayores aciertos. ¿Quieres saber más? Pues a continuación te damos todos los detalles.
Cultura e historia en Heiligenblut
Heiligenblut es una ciudad hermosa que, sin embargo, cuenta con una larga y turbulenta historia que se refleja en sus monumentos y casas. Estos, junto con sus hermosos parajes naturales, serán lo primero que te llamen la atención en esta ciudad austriaca.
Son 2 los productos que más importancia han tenido a lo largo de la historia en esta región. Se trata de la sal del Norte y del vino del Sur, productos que sirvieron para abrir las primeras rutas del comercio en mula por este país y, por lo tanto, traer riqueza a la zona.
Estas actividades después se complementarían con la minería, sobre todo con la extracción de oro. No obstante, con el descubrimiento del Nuevo Mundo esta actividad fue a menos, pues el oro que traían de América del Sur era mucho más barato.
Además, los mineros, obligados a convertirse al catolicismo, decidieron abandonar la región para no tener que hacerlo. Finalmente, los movimientos geológicos provocaron que muchos pozos mineros terminaran cubiertos.
Qué ver en esta localidad austriaca
Así, si vas a esta localidad austriaca podrás celebrar una entrada de año diferente rodeado de naturaleza y de una gran tradición histórica.
La Iglesia de San Vicente de Heiligenblut
Se trata de su iglesia parroquial, un edificio que ha ganado fama mundial debido a su arquitectura y que destaca con el pico de la montaña del Grossglockner de fondo. La iglesia parroquial, de estilo gótico tardío, se encuentra consagrada a San Vicente de Zaragoza; esta construcción tiene una historia que data al menos del año 1253.
A ella llegaban peregrinos de todo el mundo desde por lo menos 1273, pues la documentación habla de la primera peregrinación al Holy Bluet. Así, poco a poco se fue ampliando el lugar de culto, hasta que en el siglo XIV comenzó a configurarse tal y como lo conocemos en la actualidad. Su inauguración fue el 1 de noviembre de 1491, todo un evento histórico que acogió a miles de peregrinos.
La montaña más alta de Austria
Partiendo de Heiligenblut, tendrás la posibilidad de llegar al punto más alto de Austria, el Grossglockner, un pico ubicado a 3798 metros sobre el nivel del mar. Esta visita representa un desafío de grandes proporciones, tanto para los montañistas profesionales como para los aficionados.
El recorrido se realiza a través de parajes de belleza sin igual, que te llevarán por glaciares y vistas impresionantes hasta su cima. Una vez en ella, encontrarás la hermosa cruz de la cumbre más alta de Austria. Esta es toda una joya porque, además, cuenta con decoraciones hechas en oro.
Invierno en Heiligenblut: una visita recomendada
Pasar unas vacaciones en Heiligenblut, muy cerca del Grossglockner, es una de las experiencias más emocionantes que podrás tener. Este sitio te permitirá disfrutar de deportes de aventura de invierno y relajarte a los pies de la montaña más alta de Austria.
Además, si planeas un viaje romántico, podrás disfrutar de un paseo en un trineo tirado por caballos durante la noche. Este plan es uno de los más tranquilos, ya que solo escucharás el tintineo de la campana del trineo y el crujir de la nieve mientras avanzan sobre la nieve.
El alojamiento no es ningún problema, ya que el lugar cuenta con unas cabañas muy acogedoras ubicadas en la estación de esquí de Großglockner-Heiligenblut. En estas cabañas podrás disfrutar de una estadía muy tranquila, con las comodidades de tu propio hogar.
Si, por el contrario, prefieres pasar la noche en un buen bar, te recomendamos visitar los locales cercanos a la estación. Entre los más recomendables destacan el Laterndl, el Mühle o uno de los favoritos de muchos, el Skistadl, donde podrás degustar sus fuertes aguardientes caseros.