'Fish and chips', el sabor de los mejores 'pubs'
Un plato de fish and chips está presente en la carta de comidas de cualquier pub. Es el plato de taberna por excelencia en las islas británicas. Y aunque a veces tiene cierta mala fama por su gran aporte calórico, no se puede negar que si está bien hecho y los productos son de calidad, un buen fish and chips se convierte en un banquete perfecto junto a una pinta de cerveza.
¿Qué son los fish and chips?
Fish en inglés es pescado y chips son patatas fritas. Y es así de simple este plato, es pescado con patatas fritas. Pero lo cierto es que tiene un sabor especial, así como también un historia singular que merece la pena descubrir antes de saborearlos o de hacerlos en nuestra casa.
Sí, ahora que debido a la expansión del coronavirus es imposible viajar, podemos evadirnos una noche cenando fish and chips caseros. Un viaje virtual de lo más suculento.
Historia de los fish and chips
Está acreditado que el primer negocio que vendió al público fish and chips fue el de la familia Malin en Londres. Era el año 1860. Esta es una fecha en la que en Mosley, muy cerca de Manchester, también la familia Lee comenzó a comercializar este plato de pescado con patatas. No obstante, hay historiadores que piensan que la historia de este emblema gastronómico es más antigua.
De hecho, en el libro Oliver Twist, publicado por el gran Charles Dickens en 1838, se menciona un lugar donde se dedican a hacer pescado frito. Es una tradición que habrían importado en Inglaterra gracias a la llegada los inmigrantes judíos que habían huido de Portugal y España.
Es decir, que llevan décadas y décadas vendiéndose fish and chips en Londres, Liverpool y el resto de ciudades y pueblos de Inglaterra, Escocia, Gales y también la isla de Irlanda, donde es un plato muy popular.
Esa popularidad que se multiplicó en los años de Segunda Guerra Mundial, cuando el pescado era uno de los pocos alimentos que no estaban racionados. Fue entonces cuando surgió la célebre descripción de Churchill que decía que “un fish and chips es un buen compañero”.
Su venta hoy en día
Hoy, tal y como decíamos, no hay pub británico que no ofrezca fish and chips. Y en esos locales puede ser un económico banquete elegir este plato, con sus trozos de pescado rebozado, generalmente bacalao o abadejo, y el acompañamiento de patatas fritas con mantequilla, además del habitual puré de guisantes, una rodaja de limón y salsas entre las que no falta la tártara y la mayonesa.
No obstante, no solo se puede comer el fish and chips en el ambiente tabernario típico de los pubs británicos. Hay cientos, miles de establecimientos callejeros repartidos por las grandes ciudades.
En ellos se vende para llevar y a veces se entrega al comprador al modo tradicional, envuelto todo con papel de periódico. Es un buen absorbente para la grasa de la mezcla, pero que no le ha ayudado a adquirir buena fama entre los más finos gourmets.
Receta para unos fish and chips caseros
Lo primero es preparar el rebozado. Tomamos un bol y vertemos una botella de cerveza (300 ml). Si está fría, mucho mejor. Luego unos 200 gramos de harina de trigo y tres cucharaditas de levadura. Batimos todo con una varilla manual. El resultado con paciencia es una especie masa muy ligera.
Ahora comenzamos a trabajar el pescado. Lo más seco posible, lo embadurnamos de harina y lo sumergimos en el rebozo, que gracias al enharinado no escurrirá. Con ello lo echamos a la sartén con el aceite muy caliente. En pocos minutos estará hecho, el interior se tiene que hacer y el exterior debe quedar crujiente.
Por otro lado hacemos las patatas fritas y los más clásicos tendrán que hacerse su puré de guisantes. O al menos cocerse unos pocos de estos vegetales que tanto suelen aparecer en los recetarios británicos.
Por cierto la gastronomía de esas islas no es la más famosa del mundo, y menos comparada con las tradiciones culinarias de sitios como Francia, México o Japón, pero la verdad es que tomarse un buen plato de fish and chips es de lo más satisfactorio. ¡Probad!