Évora en Portugal: un paseo por la historia

Évora es una ciudad histórica de Portugal que cuenta con un excelente patrimonio de todas las épocas. Es una ciudad para recorrer y sentir.
Évora en Portugal: un paseo por la historia
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 06 marzo, 2020

Évora es una de las ciudades portuguesas más bonitas. Su centro histórico, perfectamente conservado, le valió su inclusión en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1986. En ella podrás ver desde templos romanos hasta murallas y una capilla hecha de huesos. ¿Quieres visitar sus tesoros con nosotros?

Los tesoros de Évora

La ocupación de Évora data de la Prehistoria, pero fue en época romana cuando se constituyó como una gran  metrópoli. Gracias a ello forma parte de la red de ciudades más antiguas de Europa. Aquí no te aburrirás porque cada rincón tiene algo que ofrecer.

1. El templo romano de Diana

Templo de Diana en Évora

Data del siglo I d. C. y es un templo clásico de columnas corintias inmensas que preside una pequeña plaza en el centro de Évora. Tradicionalmente se le llama de Diana, pero parece que no tiene nada que ver con esta diosa.

Cuenta con catorce columnas coronadas con capiteles de mármol de Estremoz, otra localidad portuguesa cercana a Évora. Durante la Edad Media funcionó como fortaleza y fue tapiado, de ahí que se conserve en buen estado.

2. Catedral de Nuestra Señora de la Asunción

Catedral de Évora

Es la más grande de todo el país y en su interior cuenta con el órgano más antiguo del mundo. Se la conoce como la Sé y data del siglo XII. Se trata de un hermoso templo mezcla del románico y del gótico, aunque tiene añadidos de épocas posteriores. No te pierdas su fachada de granito rosa y su claustro.

3. Convento de San Francisco y la capilla de los Huesos

Capilla de los Huesos

Es el monumento más visitado de la ciudad, y todo gracias a su Capela dos Ossos. Es un espacio sorprendente, tétrico y apasionante a partes iguales. Se trata de una cripta cuyas paredes y techos están forrados completamente por huesos.

Su construcción tuvo lugar en el siglo XVI y es un intento de reflexión sobre la fragilidad de la existencia humana y la vida eterna. Hay miles de calaveras y de huesos, todos perfectamente colocados, y varias momias colgando del altar. Por cierto, el convento es el más antiguo de esta orden construido en Portugal.

4. El acueducto de Água de Prata y la plaza do Giraldo

Acueducto de Évora

Es otro de los tesoros con los que cuenta esta ciudad portuguesa. Se trata de una obra del siglo XVI, un ingenio humano inaugurado el 28 de marzo de 1537 cuyas obras se deben al arquitecto real Francisco de Arruda. El acueducto traía el agua a la ciudad, en concreto, hasta la plaza do Giraldo.

Entre sus arcos comenzaron a construirse casas y puedes pasear por la ciudad viendo cómo este acueducto se ha integrado perfectamente en el paisaje urbano. En cuanto a la plaza, es una de las más concurridas y allí podrás disfrutar de la rica gastronomía portuguesa.

5. La iglesia de Nuestra Señora de Gracia

Iglesia de Nuestra Señora de Gracia

Esta maravilla de la arquitectura renacentista se construyó en el siglo XV y es uno de los mejores ejemplos del estilo renacentista de corte italiano. Su fachada recuerda a la de San Agustín de Roma, aunque esta cuenta con una decoración más profusa.

La iglesia de Nuestra Señora de Gracia está hecha en granito y muestra un pórtico de columnas toscanas, pilastras clásicas y decoración de medallones. Sobre su cornisa superior podemos encontrar cuatro gigantes de piedra que portan globos terrestres y que aparecen sentados con las piernas colgando. Junto a ella hay un claustro también de estilo renacentista.

6. Las termas romanas de Évora

Acabamos el paseo por Évora regresando a época romana. Estas termas se encuentran en el vestíbulo de la Camara Municipal de Évora. Se descubrieron en 1987 en el proceso de reforma del edificio del ayuntamiento y están en muy buen estado de conservación.

Se componen de sala caliente de baños de vapor y de una piscina de planta circular que tiene, nada más y nada menos, que nueve metros de diámetro, lo que nos puede dar una idea de la importancia que tuvo esta población en época romana.

Como has visto, los tesoros de Évora son infinitos y cada rincón de la ciudad te transporta a un capítulo de la historia de Portugal. ¿Te animas a descubrirla?