Una escapada a Playa de Aro en la Costa Brava

Es la gran localidad turística de la Costa Brava. Playa de Aro ofrece bonitas playas y una amplia oferta de ocio y diversión para todos.
Una escapada a Playa de Aro en la Costa Brava
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 20 diciembre, 2018

Playa de Aro (Platja d’Aro en catalán) es uno de esos sitios que nadie debería perderse en un viaje a la Costa Brava. Un lugar que tiene todas las características para atraer a los visitantes a esta parte del litoral español: buenas playas, paisajes hermosos, pueblos cargados de atractivos culturales y buena gastronomía. ¿Te animas a visitar Playa de Aro?

Llegar a Playa de Aro

Las comunicaciones en toda la Costa Brava son excelentes. Todo el litoral de Girona se encuentra unido por la autopista de pago AP-7, de la que parten distintas carreteras locales hacia las poblaciones costeras. Entre ellas está Playa de Aro.

Esta localidad se integra en la zona del Bajo Ampurdán. Se encuentra a tan solo unos 35 kilómetros de la capital provincial y a más o menos una hora de Barcelona.

Cuándo viajar a Playa de Aro

Vista de Cala Rovira en Playa de Aro
Cala Rovira

Está claro que uno de los motivos para pasar unas vacaciones en Playa de Aro es disfrutar de sus playas. Unas playas que tienen en el verano su época de máximo esplendor. Y hasta ellas acuden numerosos turistas de toda Europa.

Para hacerte una idea, en esa época la población de Playa de Aro se puede multiplicar ocho o nueve veces, hasta alcanzar las 90 000 personas. Por ello, aquel que pueda, debería evitar los meses centrales del verano y aprovechar la bondad del clima para disfrutar de sus playas a finales de la primavera o cerca del otoño.

No obstante, aquellos que viajen en invierno a Playa de Aro también encontrarán un paraíso. No se bañarán, pero las temperaturas generalmente suaves les permitirán disfrutar al máximo de toda esta bella costa.

Qué nos espera en Playa de Aro

El municipio se compone de tres núcleos: la propia Platja d’Aro, además de S’Agaró y Castell d’Aro. Entre todos ellos suman una interesante propuesta que va más allá de las playas.

Esta localidad cuenta con un exquisito patrimonio, numerosas actividades de ocio y hasta estupendos parques acuáticos y de atracciones. Esto último convierte a Playa de Aro en un lugar idóneo para hacer turismo en familia.

Playa de Aro

Vista de la Gran Playa en Playa de Aro
Gran Playa

El mayor núcleo actualmente es Platja d’Aro, y ello se debe a sus estupendas playas. Destaca la Gran Playa, muy extensa. Tiene unas dimensiones considerables, con un arenal de casi 2,5 kilómetros. Pero no solo es grande, es ideal para los bañistas y por ello tiene la categoría de bandera azul.

En uno de sus extremos se puede ver uno de los monumentos más antiguos de la Costa Brava. Es el Cavall Bernat, un enorme monolito de siete metros de altura que se plantaría aquí en tiempos neolíticos.

Mucho más pequeña es la Cala del Pi. Un arenal con un carácter más íntimo, casi salvaje, que invita a la tranquilidad y también a hacer esnórquel en sus tranquilas aguas.

Y quien desee aguas más movidas debe ir al parque acuático Agua Diver, perfecto para los niños. Al igual que el Magic Park, un parque de atracciones que ninguna familia de vacaciones en Playa de Aro debe perderse.

S’Agaró

Camino de ronda en Playa de Aro
Camino de ronda – Fèlix González / Flickr.com

Dentro del municipio de Playa de Aro, la zona de S’Agaró la podemos considerar como la más exclusiva por las distintas urbanizaciones que hay en ella.

Allí nos esperan dos estupendas playas, la de San Pol y la de Sa Conca, también con bandera azul. Por cierto, ir de una a otra recorriendo el camino de ronda entre vegetación es uno de los paseos obligados durante estas vacaciones.

Castell d’Aro

Castillo en Castell d'Aro
Castell d’Aro – wikiaps / Wikimedia Commons

Originalmente Castell d’Aro, a 4 kilómetros del mar, fue la principal población del municipio, pero el turismo trasladó el ayuntamiento a Playa de Aro. Sin embargo, conserva las principales joyas patrimoniales.

Entre ellas destaca el castillo de Benedormiens, originado en el Medievo. Si bien, ahora está restaurado y transformado en una sala de exposiciones temporales. En recuerdo de aquellos orígenes, en agosto se celebra en Castell d’Aro un divertido mercado medieval que hace las delicias de grandes y pequeños.

Y también merece la pena destacar el Museo de la Nina que hay en el propio pueblo. Un museo de muñecas tradicionales, que tal y como hemos dicho, convierte a Playa de Aro en un destino magnífico para viajar en familia a la Costa Brava.