El origen de la numeración de las carreteras de España

¿Por qué las carreteras españolas tienen esta numeración? ¿Cuál es el patrón que siguen para tener un número u otro? ¿Cuándo se estableció este sistema? Vamos a descubrir el origen de la numeración de las carreteras de España y cómo están organizadas.
El origen de la numeración de las carreteras de España
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 30 junio, 2019

La actual numeración de las carreteras de España tiene su origen en el año 1939, tras la aprobación de un nuevo plan de carreteras. El ideólogo fue el entonces ministro de Obras Públicas, Alfonso Peña Bouef. Por ello, este plan es conocido como el Plan Peña. Pero antes de hablar de él, vamos a conocer cuál era entonces la situación de las vías españolas.

De las calzadas romanas a los caminos reales

Mapa de las calzadas romanas en España
Red de calzadas romanas en España

Durante el Imperio romano se realizó una importante labor en materia de caminos y calzadas. Su relevancia fue tal, que todavía hoy algunas de las principales vías de comunicación de España siguen el trazado de antiguas calzadas romanas. La N-340, en muchos tramos, sigue la Vía Augusta, que iba desde los Pirineos hasta Cádiz.

Tras la caída del Imperio romano y hasta prácticamente el siglo XVIII, en el territorio peninsular no se llevó a cabo ninguna planificación en materia de caminos. En este largo paréntesis, únicamente se prestó atención a la conservación de las vías existentes y, de forma excepcional, se llevaron a cabo algunas iniciativas, siempre a nivel local.

Los Borbones y su plan de modernización

Camino Real de las Hoces
Camino real de las Hoces- Janowk / Wikimedia Commons

No fue hasta la llegada de los Borbones, a principios del siglo XVIII, cuando se pensó en planificar una red de caminos. Con esta nueva dinastía, la forma de entender la organización territorial cambió sustancialmente. A diferencia de los Austrias, los Borbones apostaban por un modelo centralista al estilo francés.

A partir de esta concepción de ordenamiento del territorio, se precisaba que el Estado, centralizado en Madrid, dispusiera de una red de vías de comunicación que permitiera hacer llegar rápidamente las decisiones que emanaban de la Corte a cualquier punto del territorio.

Durante el reinado de Felipe V estas ideas fueron cristalizando, aunque con muy poco éxito material. Tras su muerte, se empezó a potenciar la idea de la necesidad de estos caminos. Muchos fueron los técnicos y políticos que se manifestaron al respecto. Uno de ellos, Bernardo Ward, en su Proyecto Económico manifestó:

Necesita España de seis caminos grandes desde Madrid a la Cornisa, a Badajoz, a Cádiz, a Alicante, y a la raya de Francia, así por parte de Bayona como por la de Perpignan, y de estos se deben sacar, al mismo tiempo para varios puertos de mar…

Finalmente, estas inquietudes se materializaron en el año 1761, a través un Real Decreto promulgado el 10 de junio de ese año: “Real Decreto expedido para hacer caminos rectos y sólidos en España que faciliten el comercio de unas provincias a otras, dando principio por las de Andalucía, Cataluña, Galicia y Valencia”.

Fracaso de las iniciativas en materia de carreteras

Carretera de Las Angosturas en el siglo XIX
Carretera de Las Angosturas en Priego de Córdoba

A pesar de esta iniciativa, los resultados no fueron positivos. La ineficacia de la Administración, la insuficiencia de fondos y su malversación y la falta de una normativa técnica y personal capacitado llevaron a que este proyecto fuera un derroche de dinero público en obras que, o no se terminaban, o sufrían un deterioro muy rápido.

Después de la guerra de Independencia, a lo largo de todo el siglo XIX, se fueron poniendo en marcha distintas leyes y planes. El objetivo era dotar al territorio de vías de comunicación adecuadas, pero con unas expectativas que no se llegaban a cumplir.

A principios del siglo XX se quiso dar un empuje a la construcción de carreteras en España, no solo aumentando la extensión en kilómetros, sino también la calidad de las vías. Es más, en el año 1927, se pensó en dotar al país de vías de comunicación rápidas, las autopistas.

En el año 1930 se adjudicaron la construcción de las autopistas de Madrid a Irún y de Oviedo a Gijón, pero jamás se iniciaron esos trabajos.

La numeración de las carreteras en España: el Plan Peña

Mapa de la numeración de las carreteras en España
Plano del Plan Peña

A principios de 1938, antes de finalizar la Guerra Civil, Francisco Franco nombró Ministro de Obras Públicas al ingeniero Alfonso Peña Boeuf. Desde ese momento empezó a idear un plan nacional de carreteras que permitiera reparar los destrozos que, a causa de la guerra, estaba sufriendo la red.

El Plan Peña se aprobó el 11 de abril del año 1938 y en él se planificaron dos tipos de actuaciones: unas de carácter inmediato (Plan Inmediato) y otras posteriores (Plan Complementario). El presupuesto con el que se dotó al Plan Inmediato fue de 1220 millones de pesetas y al Plan Complementario se destinaron 2130 millones.

A pesar de esta dotación presupuestaria, en 1945, cuando Peña abandonó el ministerio, su ambicioso plan apenas se había podido poner en práctica. El motivo fueron las duras condiciones económicas de la posguerra.

Este plan, además de reconstruir las carreteras del país y construir nuevas, estableció una nueva clasificación de las vías según sus características. También se estableció un sistema de denominación mediante números de tres cifras. Este sistema es el que estamos utilizando hoy. Ahora bien, ¿cómo se establece la numeración de las carreteras de España?

Clasificación y numeración de las carreteras de España

Poste de numeración de carreteras de España

La nueva clasificación de las carreteras establecido en el Plan Peña las dividía en nacionales, comarcales y locales. Las nacionales correspondían a las que partían de Madrid hacia capitales de provincia, las costas y fronteras. También las que unían las capitales de provincia entre sí.

Las comarcales eran vías secundarias que articulaban territorialmente un territorio importante por su agricultura, comercio o industria. Por último, las locales eran el resto de carreteras y caminos vecinales.

En el Plan Peña se designaron seis carreteras radiales que partirían del denominado kilómetro 0 en la Puerta del Sol de Madrid. Estas fueron numeradas del uno al seis empezando por el norte, la N-1 Madrid-Irún y, según el sentido de las agujas del reloj, las siguientes.

Estos ejes dividen el territorio en seis sectores y a partir de ellos se organiza el resto de la red. De este modo, todas las carreteras que se encuentran dentro de un sector determinado, empezarán por el número que corresponda al sector. El segundo dígito se le asigna en relación a la distancia de la vía con respecto a Madrid.

Para asignar el segundo número a las vías, se dividió el territorio en coronas circulares cuyo origen es Madrid y los intervalos de sus radios son de 100 kilómetros. Por último, el tercer dígito estará determinado por si la vía es de circunvalación o radial. El número sería par para las primeras e impar para las segundas.

Un ejemplo de la numeración de las carreteras en España

La Nacional 340 nace en Cádiz. Esta ciudad está atravesada por la N-4 o A-4, por tanto, las carreteras que nazcan a la izquierda de la N-4 pertenecen al sector 4 y las que lo hagan a su derecha, al sector 3. La N-340 nace en la parte derecha y, por tanto, pertenece al tercer sector.

Cádiz se encuentra en la circunferencia que está entre los 400 y 500 kilómetros de distancia de Madrid, por tanto, el segundo dígito es el 4. Por último, es una carretera de circunvalación y, concretamente, la primera que nace en la zona 34, por ello, el último número es el 0.