El Greco: uno de los artistas clave de la historia de Toledo

La figura del Greco se puede percibir en muchos rincones de Toledo. Una ciudad que alberga algunas de sus mejores obras.
El Greco: uno de los artistas clave de la historia de Toledo
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 18 mayo, 2019

Se puede asegurar sin rubor alguno que el Greco es el artista más importante de la historia de Toledo. La capital de Castilla-La Mancha lo sabe y lo pregona con orgullo. No solo da a conocer las obras del pintor que aquí se guardan, sino también muchas otras que pintó en su taller toledano y que hoy se exponen en algunos de los mejores museos del mundo.

El Greco antes de llegar a Toledo

'La curación del ciego'
‘La curación del ciego’ – Wikimedia Commons

Su nombre ya nos indica el origen del Greco. Era griego y su auténtico nombre fue Domenikos Theotocopoulos. En concreto, nació en 1541 en Creta, una de las mayores islas del Mediterráneo. Este es un territorio que por entonces estaba bajo dominio del imperio comercial y marítimo de Venecia.

Este dato es importante. A sus primeros pasos como pintor en su isla natal, centrándose en los iconos de la religión ortodoxa local, hay que sumar que pronto viajó a la ciudad italiana. En Venecia perfeccionaría su arte y conocería a grandes maestros como Tiziano o Tintoretto.

También viajaría a otros lugares de Italia, como Roma, para continuar formándose. Y con todo ese bagaje, viajó en 1577 a España, a Toledo, ciudad donde se establecería ya hasta su muerte en 1614.

Los primeros trabajos en Toledo

'El Martirio de San Mauricio' de El Greco
‘El martirio de san Mauricio’ – Wikimedia Commons

Muchos historiadores piensan que el Greco viajó a España para encontrar trabajo en la gran obra de San Lorenzo del Escorial. Y por eso se estableció en Toledo, capital por entonces del imperio que gobernaba Felipe II.

Sin embargo, lo cierto es que cuando el rey le encargó un lienzo para el monasterio del Escorial, El martirio de san Mauricio, al monarca no le gustó y lo desechó. Fue algo que disgustó mucho al pintor, pero para entonces ya llevaba 10 años en Toledo y no le faltaba el trabajo.

De hecho, al poco de llegar ya había firmado una de las joyas de la ciudad: el retablo de Santo Domingo el Antiguo. Una obra que desarrolló entre 1577 y 1579 y en la que se manifiesta la influencia de otro de los pintores italianos que admiraba, ni más ni menos que Miguel Ángel.

Otras obras del Greco en Toledo

Detalle de 'El expolio'
Detalle de ‘El expolio’ – Wikimedia Commons

El casco histórico toledano todavía guarda algunas de las obras maestras que realizó el artista. Es cierto que otras cuelgan en museos como El Prado o el Metropolitan de Nueva York, pero la ciudad ha sabido conservar este patrimonio pictórico exquisito y único.

Un recorrido por estas joyas bien podría comenzar por las afueras, en el conocido como Hospital de Tavera, donde hay diversos lienzos del artista. Y en especial, hay que mencionar uno en el que retrató a uno de sus grandes mecenas, el cardenal Tavera.

Y una vez en las calles toledanas, hay que dirigirse a la catedral, sobre todo a su sacristía. Allí está El Expolio, una de sus obras maestras. Este cuadro es un preámbulo perfecto para luego visitar el Museo del Greco, con diferentes cuadros que pintó para muchas otras iglesias de la ciudad.

El entierro del conde de Orgaz

El entierro del conde de Orgaz de El Greco
‘El entierro del conde de Orgaz’ – Wikimedia Commons

Todo lo visto ya colocaría a la obra del Greco como una de las más interesantes de todos los tiempos. Pero todavía nos falta por descubrir el gran tesoro de Toledo. Para ello, hay que ir a la iglesia de Santo Tomé.

Es en esta iglesia donde podemos admirar el descomunal cuadro El entierro del conde de Orgaz. Es un joya de la historia del arte que no solo firmó el pintor, sino que, orgulloso, fue capaz de autorretratarse con su hijo.

Toledo visto por el Greco

'Vista y plano de Toledo', el Greco
‘Vista y plano de Toledo’ – Wikimedia Commons

En el citado Museo del Greco, recientemente reabierto, hay un cuadro que nos muestra una Vista de Toledo pintada por el artista. En realidad, pintó tres veces su ciudad de adopción. Y con ello la ha hecho mundialmente famosa, ya que en otra ocasión aparece en un espectacular cuadro que guarda el MET de Nueva York.

Mientras, una tercera vista de la ciudad sirve de fondo para una de sus pocas telas de asunto mitológico. Su título es El castigo de Laocoonte y se puede ver también en Estados Unidos, en la Galería Nacional de Washington. Esto es una muestra más de que los nombres del Greco y Toledo van unidos y son conocidos en todo el planeta.