Descubre Kiev, la capital de Ucrania
Kiev, como tantos otros lugares de la Europa del Este y la extinta Unión Soviética, ha sido una gran desconocida para el turismo. Sin embargo, hoy en día es posible viajar hasta allí y quedarse impactado con un patrimonio histórico y artístico de enorme belleza.
Lugares imperdibles en Kiev
Si se viaja con poco tiempo hasta la capital ucraniana hay que planificar bien la estancia para aprovecharlo al máximo, por eso aquí os hacemos una selección de lo que nosotros juzgamos que merece una visita.
Plaza de la Independencia
Hace unos años, Ucrania salía todos los días en los informativos con motivo de la llamada Revolución Naranja, y el epicentro de aquel episodio fue la Plaza de la Independencia o Maidan Nezalezhnosti.
Es un lugar que, como viajeros del siglo XXI que somos, estamos obligados a conocer. Por eso y porque además es el centro neurálgico de la urbe y desde allí nos podemos dirigir a otros puntos de interés.
Tres iglesias bien distintas en Kiev
No somos capaces de seleccionar únicamente una, por eso os vamos a citar tres templos que por sí solos merecen el viaje para los amantes del arte.
Se trata, por un lado, del monasterio de San Miguel de las Cúpulas Doradas, construido en el siglo XVIII, pero muy dañado durante la época soviética. Por esa razón, recién recuperada la independencia del país, fue uno de los primeros símbolos que quisieron restaurar y recuperar.
Otro templo también dieciochesco es la iglesia de San Andrés, ejemplo excepcional del estilo barroco del Imperio Ruso realizado por arquitectos italianos, en este caso por Bartolomeo Rastrelli.
Llegar hasta aquí ya es un deleite porque hay que atravesar el barrio histórico de Podil y subir una colina desde la que hay una hermosa panorámica del entorno.
Y por último vamos a citar la catedral de Santa Sofía de Kiev, primer edificio de Ucrania que se integró en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La obra se inició en el siglo XI y pretendía rivalizar con Santa Sofía de Estambul, pero en su versión de la religión ortodoxa.
Estatua de la Madre Patria
Forman un conjunto esta gigantesca estatua y el Museo de la Segunda Guerra Mundial, situado en su parte baja. Y es que un viaje a Ucrania es un paseo por la historia, pero sobre todo por momentos claves de la historia más reciente del pasado siglo XX, e incluso de lo poco que llevamos de esta nueva centuria.
Y de todo ellos es un buen resumen este colosal memorial, donde la escultura que corona el conjunto alcanza una altura superior a los 100 metros. El típico colosalismo del arte soviético.
Dentro de todo el complejo del memorial, que ocupa unas 10 hectáreas de extensión, también es obligado acudir al callejón de las Ciudades Heróicas, donde varias esculturas recuerdan la lucha contra la invasión nazi.
Museo Pinchuk de Arte Moderno
Para cambiar completamente de ambiente, es recomendable regresar hacia la avenida Khreshchatyk, la más comercial de Kiev, y una de las más anchas del mundo. Una vez allí, busca la zona del mercado central. Justo enfrente se encuentra la Galería de Victor Pinchuk, un rico empresario ucraniano en cuya fundación es posible descubrir el arte contemporáneo que se está generando durante estos últimos años en la ciudad y en el país.
Sumergirse en el metro de Kiev
Cualquiera de los metros históricos construidos en las grandes ciudades de la antigua Unión Soviética merece una visita. Ocurre con el metro de Moscú o el de San Petersburgo, y también con el de Kiev, el tercero en antigüedad.
Pero el de esta ciudad cuenta con otra peculiaridad: se trata del transporte suburbano más profundo de todo el planeta. En lugares como la boca de metro de Arsenalna se desciende hasta más de 100 metros de profundidad. Si bien es cierto que esa profundidad se combina con muchos tramos al aire libre que compensan la sensación de claustrofobia.
“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”
–Victor Hugo–
Y lo has podido comprobar, Kiev es una ciudad asombrosa, pero aún muy desconocida. Algo que esperemos, sin embargo, que cambie pronto.