Dallol en Etiopía, un paisaje surrealista
Conocer el campo de cráteres de Dallol en el desierto de Danakil en Etiopía es una experiencia compleja y difícil de describir. Las fotos y las elocuentes reseñas del lugar pueden ayudar a mostrar su ambigua belleza, pero las sensaciones y emociones que provoca este increíble desierto son difíciles de ser narradas.
Este inhóspito desierto surrealista muestra unos paisajes de colores y formas con una belleza única, pero que están enmarcados en la temperatura más alta del planeta. Te vamos a llevar al desierto de Danakil, lugar donde se encuentran los cráteres del volcán Dallol, uno de los sitios más increíbles del mundo.
El desierto de Danakil
El desierto de Danakil está situado dentro de la depresión de Afar, en la región oriental de Etiopía, entre el Mar Rojo y el Nilo Azul, en lo que se conoce como el cuerno de África. Las temperaturas diurnas pueden llegar a superar los 55 grados centígrados.
En la zona es común encontrar una geografía única, como los campos de cráteres de Dallol. También existen increíbles formaciones de sulfuro, sal y azufre que brotan de las entrañas de la tierra. Todos estos elementos generan un panorama que no tiene repetición en este mundo.
Los pequeños lagos ardientes de agua verde que brotan de la tierra y una sofocante temperatura hacen que este lugar sea llamado “el infierno en la tierra”.
Los cráteres del volcán Dallol
El inquietante volcán Dallol no es solo un lugar más de la tierra. Estos cráteres están ubicados en una depresión a 48 metros por debajo del nivel del mar. El mayor de estos cráteres mide aproximadamente 1,5 por 3 kilómetros. La última erupción fue en 1926, al suroeste del mismo, en un espacio en el que ahora hay un cráter de 30 metros de ancho, rebosante de aguas salobres.
Desde su última erupción ha dibujado un paisaje tan hermoso como insólito y peligroso. Es uno de los paisajes más inhóspitos del planeta y con una de las temperaturas más altas del mundo. Tiene fuentes termales llenas de minerales que muestran arroyos amarillos, verdes y azul intenso. Sin duda, esta disposición de colores y formas lo convierte en un lugar hermoso y sin comparación.
“Si realmente amas la naturaleza, encontrarás la belleza en todas partes.”
-Vincent van Gogh-
Los colores del Dallol, hermoso pero peligroso espectáculo
En el área donde se encuentra el campo de cráteres del Dallol hay lagos de lava y gran actividad hidrotermal. Las fuentes de agua subterránea salpican todo el entorno del cráter con líquidos ácidos. Esta agua resulta de la condensación de los gases calientes que emergen de las cámaras magmáticas y adquiere un color verde vivo por el azufre y las algas.
Estos líquidos forman lagos de agua verde que concentran óxido de hierro, azufre o pintan el suelo de amarillo. Otra de sus llamativas características son las llanuras de salmuera que se forman también por las aguas subterráneas expedidas por los cráteres. Además, los gases tóxicos que emanan las fumarolas hacen muy difícil que prolifere alguna especie.
La etnia afar
La región donde se encuentra el desierto de Danakil está habitada por la etnia afar. Ellos se dedican a la extracción de la sal que se acumula en las presas naturales, que van estancando el agua y diferenciando una fuente de otra. Esta sal es llevada a mercados lejanos por medio de grandes caravanas de camellos.
La recogida de la sal es una tarea muy difícil, dado el calor y el fuerte olor a azufre. Además, estas personas trabajan descalzas, por lo que es una tarea nada envidiable. Pero es su forma de sustento y de vida, por lo que cuidan celosamente este lugar.
Cómo llegar
Muchos no recomiendan acercarse a este increíble lugar. Hay que tener en cuenta que Mekele, el punto de partida, es una zona militarizada. Asimismo, no hay caminos, ni ciudades, ni ningún punto donde aprovisionarse. Pero si te gustan las aventuras peligrosas, puedes comenzar por contratar equipos de vehículos, guías y cocineros. Igualmente, se debe pagar por guardias armados que por seguridad, te acompañarán desde Mekele hasta el desierto de Danakil.
El mejor momento para visitar la zona es durante el invierno boreal, cuando las temperaturas se tornan más llevaderas, rondando los 40°C. De hecho, en verano nadie se anima a adentrarse en Danakil.
Si no te decides visitar el desierto de Danakil y los cráteres de Dallol lo entenderemos perfectamente. Pero si eres un Indiana Jones en ciernes, no dudes en emprender la aventura de conocer este increíble lugar.