Curiosidades de la Estatua de la Libertad
La Estatua de la Libertad es el símbolo más emblemático no solo de Nueva York, sino de Estados Unidos. Lleva desde finales del XIX enclavada en el río Hudson y cada año la visitan millones de personas. Queremos desvelarte algunos secretos y curiosidades de la Estatua de la Libertad. ¿Te apetece conocerlos?
Curiosidades de la Estatua de la Libertad: fue un regalo
Sí, fue Francia el país que regaló a Estados Unidos esta estatua. Un magnífico regalo para conmemorar los cien años de la independencia estadounidense, que se celebraban en 1876. Sin embargo, diversos retrasos y problemas hicieron que la estatua no pudiera inaugurarse hasta diez años después.
La idea fue de Edouard de Laboulaye, un político francés admirador de los avances conseguidos por Estados Unidos. Sin embargo, murió antes de que la estatua estuviera terminada y puesta en su lugar.
Fue Auguste Bartholdi quien diseñó la estatua. La idea era que se hiciera en tierras estadounidenses para evitar su transporte. Quiso vender la idea a distintas ciudades, aunque ninguna quiso pagar ni un dólar por ella. Así que finalmente la hizo en Francia, en un enorme patio que había junto a su estudio de trabajo.
Se pagó por donaciones
Por otra parte, como la economía no era muy buena en Francia por aquel tiempo, las obras iban muy lentas. Al final se tuvo que decidir que Nueva York pagara una parte de esta, el pedestal.
Pero además, como no había fondos para realizarla, se pidió ayuda a través de donaciones voluntarias a los particulares, que cumplieron con creces permitiendo que la obra se sufragara de este modo.
Para animar a la gente a hacer donaciones, se hicieron sorteos, exposiciones y hasta se permitía estar presente en los trabajos de construcción de la estatua.
Una ayuda más
Joseph Pulitzer, que en aquel entonces era el propietario del New York World, intentó ayudar a recaudar dinero, y lo hizo de una manera peculiar. Ofreció a todo aquel que hiciera una donación su momento de gloria, publicando su nombre y apellidos en el famoso periódico.
¿Cuál fue la respuesta? Se recaudaron 102.000 dólares, una cantidad nada desdeñable para aquella época. Sobre todo, teniendo en cuenta que la mayor parte de los donativos eran inferiores a ¡un dólar! La respuesta sin duda fue masiva…
Su primer enclave era Central Park
Es otra de las curiosidades de la Estatua de la Libertad que pocos conocen. ¿Te imaginas lo que habría supuesto una estatua de más de cien metros de altura en pleno Central Park? El parque más importante de la ciudad fue uno de los primeros enclaves que se valoraron.
Sin embargo, la estatua acabó en la Liberty Island, con el fin de que fuera un símbolo de inmigración y que todos los que llegaran a la ciudad fueran recibidos por ella.
Quisieron hacerla de oro
Se intentó que fuera de oro con el fin de que fuera tan visible de noche como de día. Pero, ¿con todo el esfuerzo que costó recaudar dinero para construirla? Nadie daría dinero para hacerla más majestuosa, pues nadie confiaba en el proyecto. Si hoy pudieran ver en lo que esta estructura se ha convertido se echarían las manos en la cabeza.
Solo hay una parte de la estatua que está recubierta con láminas de oro: la antorcha.
Está cubierta de óxido
Si algo llama la atención de la Estatua de la Libertad a simple vista es su color verde. Aunque muchos crean que es pintura, se equivocan, pues se trata de óxido. Más allá de hacerla ver envejecida, la protege de las inclemencias del tiempo permitiendo que no se deteriore. De momento funciona, pues nunca ha tenido que sufrir remodelaciones.
Cómo la llevaron
Como dijimos al principio, la construcción tuvo lugar en Francia, pero llevar semejante estructura a Nueva York en los tiempos que corrían no parecía una tarea sencilla. Para hacerlo, se desmontó la estatua en unas 350 piezas metidas en 214 cajas.
De esta manera, tardó más de un año en llegar a Nueva York, tras varios transbordos y navegaciones por distintas aguas.
Sus pies
Una de las curiosidades de la Estatua de la Libertad es algo muy poco visible y representa algo muy especial. Uno de sus pies da un paso al frente con unas cadenas atadas. Este acto representa el esfuerzo de Estados Unidos de salir de la opresión hacia la libertad.
Lo triste es que la túnica apenas deja apreciarlo. Para verlo bien hay que hacerlo desde un helicóptero. No es barato, pero si te interesa el tema, merecerá la pena.
¿Qué te ha parecido saber todos estos detalles y curiosidades de la Estatua de la Libertad? Seguro que ya tienes ganas de ir a Nueva York para verla de cerca.