Conoce el Carnaval de Ciudad Rodrigo, una celebración singular
Ciudad Rodrigo es una de las localidades más bonitas y con más historia de Salamanca. Ciudad fronteriza con Portugal, destaca por algunas de sus tradiciones, vamos a hablar de una de las más curiosas: el Carnaval de Ciudad Rodrigo, más conocido como Carnaval del Toro. Te contamos qué es lo que lo hace tan singular.
Cómo es el Carnaval de Ciudad Rodrigo
Los carnavales es esta bella localidad son diferentes al resto. La razón es que en ellos hay disfraces y máscaras, por supuesto. Pero también hay toros, de ahí su nombre. Así, entre desfiles y pasacalles, también se celebran encierros, capeas y corridas de toros.
Unas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional. Y no es para menos, pues se dice que es la fiesta de este tipo más antigua del país.
Historia del Carnaval de Ciudad Rodrigo
Hay documentos que muestran que, como mínimo, la celebración del Carnaval del Toro se remonta a la Edad Media. Existe un documento de 1493, de la época de los Reyes Católicos en el que se pide a las autoridades de la ciudad que no gasten tanto dinero en encierros.
A lo largo de los siglos estas fiestas pasarían por momentos complicados, como durante la prohibición durante el siglo XVI por parte del Papa de celebrar festejos en plazas cerradas. ¿Qué hicieron los vecinos de Ciudad Rodrigo? Abrir la plaza y cerrar las murallas para que los encierros se celebraran en las calles. Pero diversos incidentes hicieron que se acabara con esta peculiar solución.
Las primeras referencias claras al Carnaval del Toro datan del siglo XVIII. Y desde entonces no han dejado de celebrarse, incluso en momentos tan duros como la Guerra Civil. Hasta hoy, cuando los Carnavales de Ciudad Rodrigo atraen a miles de turistas deseosos de participar en una celebración completamente diferente a las del resto de España.
Los días grandes del Carnaval de Ciudad Rodrigo
Aunque durante todo el carnaval hay diversos festejos taurinos, destacan dos de ellos. Por un lado, el encierro a caballo que tiene lugar el domingo de carnaval. Por otro, el toro de aguardiente, llamado así puesto que se reparte dicha bebida entre los asistentes y que se celebra el martes.
Y como colofón, el domingo siguiente al carnaval se celebra el “domingo de piñata”. Ese día se guisa y se reparte la carne de los toros que han corrido los encierros, alargando la fiesta a plena Cuaresma.
Pero no solo hay toros, también se organizan otro tipo de eventos más tradicionales de estas fechas, como el baile de carnaval, los desfiles o las actuaciones de comparsas. En eso el Carnaval de Ciudad Rodrigo no se diferencia de otros y sus calles se llenan de disfraces, colorido y alegría.
“Frufrúes, tin tines, sedas, cascabeles, collares de risas, chillidos alegres. ¿Quién es? ¡Adelante! Soy yo… ¡Carnaval!”
-Delmira Agustini-
Ciudad Rodrigo
Visitar Ciudad Rodrigo en carnaval es toda una experiencia, pero también lo es hacerlo en cualquier otra época. Estamos antes una preciosa ciudad con una larga historia. En principio fue un asentamiento de vetones, para luego ser conquistada por los romanos. Pronto sería invadida de nuevo por los bárbaros, que la devastaron.
Sin embargo, la población, algo recuperada, volvió a caer con la llegada de la población árabe. Durante la Reconquista fue tomada y comenzó a desarrollarse. De su época de esplendor quedan magníficos edificios.
Qué ver en Ciudad Rodrigo
El patrimonio monumental de Ciudad Rodrigo es muy extenso. Destaca en primer lugar, el hoy Parador. Se trata de una bella fortaleza construida en el siglo XIV y modificada un siglo más tarde. Y, además del castillo, Ciudad Rodrigo tiene unas bonitas murallas.
Junto él, hay que hacer mención especial de la catedral. Se construyó entre los siglos XII y XIV en un estilo de transición entre el románico y el gótico. La torre es bastante posterior, del siglo XVIII.
Y a lo largo y ancho de Ciudad Rodrigo podremos admirar preciosas casonas y palacetes. Entre ellos se pueden nombrar el Palacio de la Marquesa de Cartago, la Casa del Marqués de Cerralbo, la Casa de la Cadena o la Casa del los Vázquez.
El patrimonio de la ciudad se completa con un precioso ayuntamiento renacentista y algunas iglesias tan bonitas como las de San Andrés o San Cristóbal Antiguo.