Catedral de San Luis de Nueva Orleans, ¡espectacular!

La catedral de Nueva Orleans es uno de los más magníficos monumentos de la ciudad y uno de los templos católicos más espectaculares de todos los Estados Unidos.
Catedral de San Luis de Nueva Orleans, ¡espectacular!
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 17 febrero, 2020

La catedral de San Luis de Nueva Orleans es uno de los más grandiosos monumentos de la ciudad del estado de Lousiana. Pero además de por su volumen, destaca por su valor histórico, ya que por sí solo este templo nos muestra gran parte del discurrir histórico de esta ciudad de Estados Unidos. Si tienes la fortuna de hacer un viaje a Nueva Orleans, acércate a conocerla.

Dónde está la catedral de San Luis

La verdad es que no tiene pérdida encontrar este enorme templo. Al fin y al cabo, se halla en el corazón de la zona más frecuentada por los turistas: el Barrio Francés, y este es uno de los lugares que hay que visitar sí o sí durante la estancia en Nueva Orleans.

No pienses que este barrio histórico es únicamente la célebre Bourbon Street, también hay una zona muy monumental. Ahí, precisamente, es donde se levanta el templo catedralicio. Está en la plaza de Jackson Square y a un paso de las aguas de uno de los ríos más largos del mundo, el Mississippi, que aquí ya se acerca a su desembocadura en el golfo de México.

Dedicada a un santo francés

Interior de la catedral de San Luis en Nueva Orleans

Los orígenes del templo hay que buscarlos a comienzos del siglo XVIII, cuando este territorio del sur de los actuales Estados Unidos pertenecía a Francia. Era la Luisiana francesa, cuyo nombre era un homenaje a san Luis, el monarca medieval galo que había sido colocado en los altares por promover una de las Cruzadas en Tierra Santa y por sus hechos catalogados de milagrosos.

Y también la catedral de Nueva Orleans está dedicada a ese mismo personaje: san Luis, o sea, Luis IX. De alguna forma no podía tener un nombre más apropiado el primer gran templo francés y católico en este territorio.

Historia del edificio

En origen, aquel primer templo sería bien diferente a lo que veremos hoy en día durante unas vacaciones en Nueva Orleans. Se trataría de una construcción de madera y ladrillo. Una edificación que no resistió mucho y que fue pasto de las llamas.

Así que tuvo que ser reconstruida, pero ya en piedra. Algo que se hizo a finales del siglo XVIII, cuando la ciudad estaba en manos de los españoles. El templo que vemos hoy es esencia aquella construcción, si bien ha sufrido cambios importantes, en especial a mediados del siglo XIX, cuando se modificó su aspecto externo y se ampliaron las dimensiones del edificio.

Jackson Square o plaza de Armas

Vista áerea de Jackson Square

Si nos fijamos en otras catedrales de Estados Unidos, además de que la gran mayoría son de credo protestante, por regla general no tienen un papel tan protagonista en el plan urbano de la ciudad. En cambio, en Nueva Orleans no es así.

Su catedral católica se ubica en un punto muy destacado, que además se refuerza con la presencia en su entorno de otros edificios monumentales como son el Cabildo y Presbytere.

Como era habitual en las colonias españolas en América, la catedral de Nueva Orleans se construyó en lo que era la plaza de Armas, algo que podemos ver aquí o en otros muchos lugares del continente.

La fachada de la catedral

Fachada de la catedral de San Luis de Nueva Orleans

 

De este modo, la visión de la catedral de San Luis es una de las fotos obligadas, ya que su perfil es de lo más rotundo cerrando esta gran plaza. Por cierto, esa fachada es uno de los cambios más sustanciales que se hicieron en las reformas decimonónicas.

Las torres, en principio, se cubrían con cúpulas, pero eso se varió con esos grandes chapiteles que recuerdan a las catedrales góticas europeas, ya que era un momento en el que triunfaban los estilos neogótico y neoclásico. Y de los dos encontramos en esta construcción.

Entrar a la catedral de San Luis

Os recomendamos entrar al interior de la catedral, para apreciar la simpleza de sus formas y algunas de sus joyas artísticas. En especial, merece la pena mencionar el altar rococó que hay en su cabecera principal.

De igual modo, descubriréis que sobre su nave cuelgan un buen número de banderas que pertenecen a territorios y países muy vinculados con esta construcción. Como decíamos al comienzo, este inmueble, además de ser atractivo, logra resumir por sí solo una historia tan peculiar y apasionante como la de Nueva Orleans.