Cascada de la llama eterna, un lugar único en Nueva York

La cascada de la llama eterna, como su nombre lo indica, es un fantástico lugar en donde el fuego jamás se extingue. Esto sucede de forma completamente natural, pero hace alusión a cientos de rituales que existen en diversas culturas.
Cascada de la llama eterna, un lugar único en Nueva York

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 08 abril, 2021

Ubicada en el estado de Nueva York se encuentra la cascada de la llama eterna, más exactamente en el parque Chestnut Ridge. Detrás de una cascada, en el interior de una gruta, se halla una llama solitaria que arde en un suelo sin leña que la alimente.

En torno a su origen se han elaborado todo tipo de especulaciones, pero solo hasta hace poco la ciencia ha intervenido para develar el misterio. Lo interesante es que se asegura que este fuego lleva encendido varios siglos, como una memoria del tiempo.

La cascada de la llama eterna es un lugar que atrae la atención de curiosos y deja mudos a los expertos, por lo que vale la pena conocerla. Pero también es un espacio de interiorización que genera preguntas en torno a la humildad, la soledad y la iluminación.

Breve historia de las llamas eternas

El fuego o llama eterna tiene una extensa tradición en religiones  y culturas de todo el mundo. Por ejemplo, en la religión del zoroastrismo, era una práctica común encender una de estas llamas. Hay evidencia de 2000 años antes de nuestra era en Turquestán, una región histórica ubicada entre el desierto del Gobi y el mar Caspio.

En la Persia antigua, durante la dinastía aqueménida en el año 550 antes de nuestra era, se adoraba a Mithra y a Ahura Mazda, y como parte de sus rituales de veneración se incluía una llama eterna. De igual manera lo hacía la cultura griega con su dios Zeus, el cual era equivalente a Ahura Mazda.

Herodoto menciona en varios de sus libros parte de estos rituales, que además incluían ascender montañas altas para ofrecer sacrificios a Zeus y, al parecer, realizar actividades de cremación. También era una práctica en el judaísmo, dado que mantenían una llama eterna en las sinagogas.

Por lo general, estas llamas eternas eran alimentadas con aceite de oliva, leña o carbón. Siempre tenían una simbología asociada con la iluminación y la creación, en un sentido, o con la purificación y destrucción, en otro.

La cascada de la llama eterna arde por una fuga de gases.
Flickr.com / Grow WNY.

Aspectos de interés sobre este atractivo

Desde que la especie humana reconoció las bondades del fuego, quiso dominarlo, pero antes debía encontrar la manera de mantenerlo encendido. Este aspecto era fundamental por si en algún momento los fuegos domésticos se extinguían.

En la mayoría de los casos, esta responsabilidad fue asumida a lo largo de la historia por las religiones y los gobernantes como un símbolo de poder. De ahí que aún hoy en día en los santuarios de todas las religiones se mantenga un fuego encendido.

En un gran número de pueblos que adoraban al sol se pasó a venerar el fuego, probablemente en una alusión indirecta al astro rey. Ejemplo de ello lo encontramos en los caldeos, para quienes el fuego era la deidad suprema.

En este sentido, estaba prohibido arrojar objetos impuros al fuego. Por este motivo, en varias culturas  solo la nobleza podía alimentar el fuego con costosas esencias y flores; tal vez de ahí surgió el incienso.

En otros casos, fueron los sacerdotes quienes se autodesignaron como protectores del fuego y mantenían todos los secretos relacionados con él, como una herramienta para ejercer dominio sobre los súbditos.

Origen de la cascada de la llama eterna

Aunque existen centenares de llamas eternas dispersas por todo el mundo, solo en pocas ocasiones alguien se ha dado a la tarea de investigar su origen. Para el caso que nos ocupa, un grupo de geólogos de la Universidad de Indiana decidió investigar por qué sucede este fenómeno y la repercusión que podría tener en el efecto invernadero.

Dicho estudio concluyó que la cascada de la llama eterna es resultado de una filtración de hidrocarburos  desde un depósito subterráneo. Estos recorren distintas capas del subsuelo, empujados por la presión y atravesando pequeñas grietas. Básicamente, lo que aflora a la superficie es una mezcla de gases de etano, propano y metano.

Afirman que dichos gases tienen origen en el periodo Devónico Superior, unos 380 millones de años atrás, y que el depósito se halla a unos 400 metros de profundidad. Asimismo, explican que las pequeñas grietas por donde escapan los gases son resultado de los desplazamientos tectónicos.

Finalmente, se afirma que en esta zona no es la única filtración, sino que se encuentra poblada por gran cantidad de microfiltraciones; de ahí el olor característico del sector. Adicionalmente, llaman la atención acerca de este tipo de emisiones de metano, ya que representan cerca del 30 % del total del gas expulsado a la atmósfera por fuentes naturales. Por lo tanto, hacen un aporte importante para el calentamiento global.

El parque donde está la cascada de la llama eterna

El parque Chestnut Ridge, en donde está la cascada de la llama eterna, tiene tan solo 5 kilómetros cuadrados de superficie y es el de mayor tamaño de todo el condado de Erie. Cuenta con espacios adecuados para practicar varios deportes como senderismo, ciclismo de montaña, esquí acuático, pesca, atracciones infantiles y áreas adaptadas para disfrutar de picnics.

La cascada de la llama eterna se encuentra en el Chestnut Ridge Park.
Flickr.com / joe diebold.

Este espacio recreativo presenta un paisaje de colinas onduladas con bastantes fuentes de agua. Por eso es muy popular dentro de la comunidad y, por tanto, es visitado especialmente durante los fines de semana.

La gruta sirve de protección contra el viento y el agua a la llama. El fuego se encuentra a unos 5 metros de altura y la llama mide tan solo unos 15 centímetros. Mientras tanto, la cascada tiene 9 metros de altura y aproximadamente 4 metros de ancho.

La cascada de la llama eterna se encuentra por fuera de los caminos habituales, pero es accesible desde un camino que se encuentra en la parte sur del parque. Se puede consultar la página en internet del lugar, en donde se encuentra un mapa con puntos claves e instrucciones que se deben seguir.

Recomendaciones para visitarla

Si lo que se busca es apreciar la cascada de la llama eterna en todo su esplendor, conviene visitar la zona durante la primavera o luego de lluvias fuertes. De lo contrario, lo más probable es que la cascada esté seca o fluya con muy poca cantidad de agua.

Para acceder a la cascada de la llama eterna, es necesario recorrer un sendero de aproximadamente 2,5 kilómetros. Esto debe hacerse con especial precaución, ya que este terreno está erosionado y forma fango resbaladizo en combinación con el agua.

Finalmente, también pueden existir objetos como rocas o raíces de árboles que no son detectables a simple vista y, por tanto, pueden propiciar caídas y accidentes. Sin embargo, solo después de la pequeña travesía es que podemos notar que el esfuerzo bien valía la pena.

Imagen de portada: Flickr.com / Craig K.