Descubrimos la belleza del Parque Natural de Oyambre
El Parque Natural de Oyambre es un precioso espacio natural que se reparte por diversos municipios cántabros, entre ellos San Vicente de la Barquera. Cuenta con casi seis mil hectáreas de extensión en las que se puede disfrutar de unas magníficas vistas del litoral cantábrico. A continuación, te descubrimos todos los secretos que alberga. ¿Te animas a conocerlos?
Algunos datos de interés del Parque Natural de Oyambre
En primer lugar, hay que saber que el enclave fue declarado parque natural en 1988. Se hizo después de que en la década de los setenta se iniciara un movimiento popular que luchó contra los proyectos de urbanización que ponían en peligro la playa de Oyambre y las dunas, de gran importancia ecológica.
Y es que el paraje constituye un magnífico ejemplo de ecosistema litoral, con los estuarios de la ría de San Vicente y de la ría de la Rabia y el entorno de ambos. Y no hay que olvidar los acantilados, playas y dunas, zonas de praderías o bosques de frondosas autóctonas.
Las rías del Parque Natural de Oyambre
Como acabamos de ver, en el Parque Natural de Oyambre hay varias rías, siendo la más importante la de San Vicente. Gran parte de su superficie está ocupada por las marismas de San Vicente, aunque también lo está por la de Rubín y la de Pombo. Asimismo, en ella destaca el puente de la Maza, que la atraviesa hasta San Vicente de la Barquera.
Siguiendo con las marismas, constituyen el conjunto más variado del parque natural de Oyambre. Pueden presumir de atraer a numerosas especies, pues, además de asegurar la riqueza marisquera y de los bancos de pesca del litoral limítrofe, abastecen a las aves migratorias de la zona.
Por otro lado, la ría de la Rabia, conocida como la ría de Oyambre, tiene una superficie de unas cien hectáreas y un perímetro de casi catorce kilómetros. El lugar es ideal para pasear, pero también para disfrutar de sus magníficas vistas mientras se sigue el carril bici que parte de la localidad de Comillas.
Aunque presenten características diferentes, las dos rías constituyen un hábitat perfecto para numerosas especies, las cuales aprovechan para anidar o invernar allí. Por ejemplo, en invierno se produce una entrada masiva de angulas que atrae a garzas reales, zarapitos reales y garcetas comunes.
Playas, dunas y acantilados del Parque Natural de Oyambre
Una de playas más importantes es la de Merón, de arena blanca y fina y de fácil acceso. Otra es la de Oyambre, con más de dos kilómetros de longitud y situada junto a la desembocadura de la ría de la Rabia. En esta última se puede ver una torre desde la que se vigilaba la presencia de ballenas en la costa durante la Edad Media.
Ambas playas son muy visitadas por los turistas y los lugareños en la época estival. Por un lado, porque son perfectas para relajarse y para disfrutar de su entorno privilegiado. Por otro, porque al ser ventosas generan un oleaje perfecto para practicar diversos deportes acuáticos como el surf.
Mención aparte requieren los diversos sistemas dunares del parque, pues junto con los del Parque Natural de las Dunas de Liencres son los más relevantes de toda la costa cantábrica. Dichos sistemas se caracterizan por acoger a una comunidad vegetal exclusiva de suelos arenosos que se ven afectador por el viento y el mar.
Igual de destacados son los acantilados, que oscilan entre los diez y los cincuenta metros de altura, siendo uno de los más conocidos el del cabo Oyambre. En ellos se puede contemplar el maravilloso entorno natural, pero también las aves que lo sobrevuelan, como el halcón peregrino o las gaviotas patiamarillas.
“La naturaleza es el arte de Dios.”
-Dante Alighieri-
Masa forestal del Parque Natural de Oyambre
El fondo paisajístico del parque lo forman lomas cubiertas de extensas praderas surcadas por arroyos. Precisamente los prados son el hábitat preferente del parque por la gran riqueza faunística que acogen (topos, bisbitas, lavanderas…) y por su uso intensivo con fines ganaderos.
En este apartado habría que destacar el monte Corona, donde encontrarás múltiples rutas de senderismo. Además, muchos se ven atraídos por dicho paraje al poder contemplar laderas repletas de ejemplares de robles y hayas, pero también el mar desde alguno de los miradores.