Barga, uno de los pueblos más bonitos de la Toscana

Barga, uno de los pueblos más bonitos de la Toscana
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 20 enero, 2017

Barga es uno de esas joyas escondidas que guarda el interior de la región de la Toscana, en Italia. Una urbe realmente hermosa, tanto por su conjunto urbano como por el entorno montañoso que la rodea. Lo dicho, todo aquel que piense hacer un viaje por la Toscana, no debería perderse una visita a Barga.

¿Qué ver en Barga?

Como en tantos otros lugares de Italia, el gran atractivo de esta población de la Toscana es su valioso patrimonio histórico y artístico. Aquí de gran belleza, porque Barga es reconocida por ser “uno de los pueblos más bellos de Italia”. De ello aquí os presentamos los lugares imprescindibles.

1. Catedral de San Cristóbal

Catedral de Barga
Catedral de Barga – Claudio Giovanni Colombo

Catedral o Colegiata, ya que de las dos formas se denomina. El caso es que se trata de un templo originado hacia el año 1.000, por lo que su arquitectura de orígenes románicos es de gran valor, así como el arte que atesora en su interior, ya que posee ricas terracotas modeladas por el gran Luca della Robbia o una escultura en madera de San Cristóbal datada en el siglo XIII.

Pero además de su arte, la visita a este templo de Barga es imprescindible para contemplar las vistas que ofrece sobre el entorno. Concretamente en el área vecina del Arringo, un atractivo prado que permite visualizar esta zona de la Toscana y al fondo los Apeninos. Precisamente en ese prado se reunía el gobierno de la ciudad a tomar sus decisiones.

2. Otras iglesias de Barga

Iglesia de Santa Annunziata en Barga
Iglesia de Santa Annunziata – Hibiscus81

En la Toscana, como en tantos otros lugares italianos, abundan las construcciones religiosas. Y Barga no es ninguna excepción. Aquí se puede visitar las iglesias históricas de la Santa Cruz o la de Santa Annuziata. Y también se puede ir a la iglesia de Santa Isabel, conocida como Conservatorio, ya que en el siglo XVIII se utilizó como escuela para niñas.

3. Casa Pascoli

Casa Pascoli en Barga
Casa Pascoli – Sara Moscardini / commons.wikimedia.org

La segunda gran atracción de Barga es la Casa Museo de Pascoli, un célebre poeta instalado entre 1895 y 1912 en las afueras de Barga, concretamente en la colina de Caprona.

Aquella vivienda hoy en día se conserva tal cual, con sus muebles y la distribución original. Además de que también se guardan muchos de sus manuscritos, e incluso Giovanni Pascoli está enterrado en una capilla vecina.

4. Los grandes palacios de Barga

Es curioso ver como en una población tan pequeña (Barga tiene unos 10.000 habitantes) hay tantos palacios históricos. Algo que se debe a la prosperidad que tuvo en otro tiempo la ciudad, sobre todo durante el Renacimiento, cuando estaba bajo dominio de Florencia y de la familia Medici.

Barga en Italia
Barga – Claudio Giovanni Colombo

Fue entonces cuando se construyeron edificios como el Palacio Balduini, con vistas a la plaza Garibaldi. Y también en el siglo XVI se levantó el Palacio Pancrazi en cuyas inmediaciones hay una columna de 1548 en honor de Cosme I de Medici, así como se abre la Loggia dei Mercanti, que era el lugar para el mercado semanal.

Bien distinta es otra loggia, ahora la del Podestá. Un edificio originario del siglo XIV donde vivía el alcalde y también los comisionados que enviaba Florencia a la ciudad. Es decir, era la sede del poder y también de la justicia, ya que en su interior estaba el tribunal y la cárcel. Todo ello visitable y transformado para albergar el Museo Civico de Barga.

“Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos.”

– Italo Calvino –

5. El Teatro dei Differenti

Acabaremos la visita a Barga conociendo un lugar de lo más curioso. El Teatro de los Diferentes. Un espacio cultural creado y concebido como una especie de academia de lo diferente, como nos indica su nombre. O sea, un recinto histórico (siglos XVII – XVIII) donde tendrían cabida las actuaciones más independientes y libres de aquella época.