Ángel de la Independencia, historia y curiosidades
El monumento del Ángel de la Independencia es uno de los más emblemáticos de Ciudad de México. Un lugar que hay que visitar de forma obligada durante un viaje a la capital azteca. Y no solo por admirar el monumento, sino incluso como sitio donde descubrir parte de la historia de México como país, porque gran parte de ella se resume en este carismático lugar.
El actual Ángel de la Independencia
Para ver este monumento de Ciudad de México tendrás que llegar hasta la glorieta donde confluyen varias arterias del centro de la urbe, como son el Paseo de la Reforma, Florencia o Río Tíber. Allí se levanta esta altiva columna que en su parte alta muestra una escultura que en términos artísticos se denomina “victoria alada”.
Pero popularmente se ha transformado en El Ángel, o más bien, El Ángel de la Independencia, ya que el monumento evoca el momento en que el país dejó de ser un virreinato dependiente de España para convertirse en un territorio independiente.
Por ello, ese ángel porta una cadena rota, simbolizando su libertad. Y para refrendarlo, en el pedestal que hay en la parte baja se pueden ver otras imágenes vinculadas con la independencia de México.
“La libertad no tiene su valor en sí misma: hay que apreciarla por las cosas que con ella se consiguen.”
-Ramiro de Maeztu-
Edad del Ángel de la Independencia
Es curioso comprobar que este monumento se inauguró en el año 1910, siendo presidente mexicano el General Porfirio Díaz. Sin embargo, la independencia del país se había logrado mucho antes, en 1821.
Así que se tardó casi 90 años en celebrar ese hecho trascendental para el país. Y en ese lapso de tiempo radican algunas de las historias y curiosidades del Ángel de la Independencia.
La Plaza del Zócalo
Originalmente el Ángel de la Independencia se planificó al poco tiempo de que México se independizara de España. Sin embargo, el proyecto del mismo año 1821 no fructificó.
Y aún hubo otro en 1843. En este caso incluso se inició la obra en la Plaza de Armas de Ciudad de México, pero se quedó en su base. Solo se construyó el zócalo por un cambio de gobierno y falta de dinero para continuar. Así que el resultado fue que aún hoy ese lugar se conoce como la plaza del Zócalo.
Más proyectos anteriores para el Ángel de la Independencia
Era muy curioso que pasaran los años y la capital de México siguiera sin tener un monumento a la Independencia. Por ello, en la época del Segundo Imperio, en 1865, se planteó un nuevo proyecto. Pero nunca se ejecutó, ya que cayó el Imperio y retornó la República.
Así que en 1886 se volvió a reactivar la idea, pero ahora para otro emplazamiento, el actual. No obstante, problemas económicos, urbanísticos y también de fallos en la obra hicieron que para que por fin el Ángel de la Independencia sobrevolara el cielo de Ciudad de México hubiera que esperar hasta 1910.
Monumento y mausoleo
Unos pocos años después en 1923, con el Ángel de la Independencia ya construido, se decidió convertir su pedestal en un mausoleo donde honrar a héroes mexicanos, cuyos restos se trajeron hasta aquí desde la Catedral Metropolitana. Todavía se conservan ahí, y se les recuerda mediante una lámpara siempre encendida que hay en el lado occidental del monumento.
El trágico accidente del Ángel de la Independencia
Y para acabar con las curiosidades en torno al Ángel de la Independencia de Ciudad de México, posiblemente el dato más impactante sea que la escultura que se ve hoy en día en la parte superior de la columna no es la original. ¿Por qué? Porque la primigenia se cayó de su pedestal tras un terremoto acaecido el 28 de julio de 1957.
Así que hubo que hacer una nueva victoria alada para coronar el monumento. Mientras que los restos de la antigua todavía son visibles en la actualidad. Eso sí, solo se puede ver la cabeza que quedó aplastada y que se muestra en la entrada del Archivo Histórico de la Ciudad de México.