Abruzos y Dolomitas: paisajes encantadores en Italia
Abruzos y Dolomitas son dos de las regiones montañosas más importantes y bellas de Italia. En ellas te esperan paisajes espectaculares, de auténtico infarto en algunos casos. Queremos que descubras todos los encantos que esconden para que te animes a visitarlas. ¿Nos acompañas en este recorrido?
Abruzos y su parque nacional
Esta zona del centro de Italia puede presumir de ser una de las grandes regiones verdes de Europa. ¿La razón? Aquí hay decenas de áreas protegidas. Destaca el Parque Nacional de los Abruzos, el más antiguo de Italia. Tiene 50 000 hectáreas de extensión y se encuentra en el corazón del los Apeninos.
El paisaje de este parque está dominado por cadenas montañosas y relieves kársticos que atraviesan ríos y torrentes. Un lugar ideal para entrar en contacto con la naturaleza, disfrutar de paisajes maravillosos y, con un poco de suerte, avistar animales como águilas reales o ciervos.
Si quieres disfrutar de esta maravilla, un buen punto de partida es Pescasserolli. Allí podrás visitar el Museo Naturalista, el Jardín de los Apeninos o la abadía de los santos Pedros y Pablo, que data del siglo XII.
Si eres un apasionado de todo lo relacionado con la fauna, puedes dirigirte a Civitella Alfedena, que alberga el Museo del Lobo Itálico, uno de los animales que viven en la zona. También puedes visitar Villavallelonga y su Museo del Oso.
Otras paradas interesantes son el lago artificial de Barrea, formado por un desbordamiento del río Sangro, el precioso pueblo de Alfedema o la villa medieval de Opi.
Los montes Abruzos
Mención aparte requiere este grupo de montañas. Es aquí donde se encuentran las mayores alturas de los Apeninos, así como el hermoso parque que acabamos de visitar.
Son, en realidad, tres pequeñas cadenas montañosas. La primera es la menos elevada. En la segunda destacan dos altiplanos. Y la tercera cuenta con las mayores elevaciones de Italia: los montes de la Laga; el Gran Sasso d’Italia con el Corno Grande, el pico más alto de los Apeninos; y la Majella, donde destaca el monte Amaro.
Los Dolomitas
Estas bellas montañas del norte de Italia están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. No es para menos. Entre sus encantos se encuentran la Marmolada, el techo de los Dolomitas, con sus 3342 metros de altura, y el único glaciar que queda en la zona. Su deshielo ha dado lugar al lago Fedala.
Igual de recomendables son sus valles, el de Fassa y el de Gardena. El primero alberga algunos de los rincones más bonitos de los Dolomitas. Mientras, el segundo forma un conjunto de estaciones y laderas de montañas en la que se encuentra una de las zonas de snowboard más grandes del mundo.
Los pueblos de la región de los Dolomitas
Además de por la belleza y espectacularidad de sus paisajes, los Dolomitas destacan por los encantadores pueblos que los salpican. Pueblos en los que parece haberse detenido el tiempo.
Uno de los más hermosos es Alleghe, en Belluno. Está situado a los pies del majestuoso monte Civeta y bañado por el lago di Alleghe. Este entorno natural le confiere un aspecto muy especial. Y no importa si lo visitas en invierno o en verano.
Otro municipio de la región que merece una parada es Cortina d’Ampezzo, famoso por sus pistas de esquí. Y, si quieres continuar la ruta, puedes visitar Rocca Pietore, a los pies de la Marmolada; Ortisei; Selva di Val Gardena, rodeado por las montañas Sella y Sassolungo; o Selva di Cadore.
Esta última localidad, Selva di Cadore está unida con Cortina d’Ampezzo por el paso de Giau, un puerto famoso por ser uno de los tramos por los que discurre el Giro de Italia. Desde su punto más alto, a 2236 metros, se pueden obtener unas vistas increíbles de los montes Marmolada, Tofane, Croda Rossa o Croda da Lago.
Esperamos que tras este breve repaso por Abruzos y Dolomitas los apuntes en tu lista de futuros destinos. Así podrás comprobar de primera mano la belleza de sus paisajes y todos los encantos que albergan que, desde luego, no son pocos, ¿no crees?