7 pueblos con encanto de la provincia de León
La preciosa provincia de León, ubicada al norte de España, tiene mucho para ofrecer. Por su territorio discurren dos importantes rutas: el Camino de Santiago (de este a oeste) y la Vía de la Plata (de sur a norte). Queremos mostrarte algunos de los pueblos de León que mantienen todo el encanto de tiempos pasados. Pueblos tranquilos, pero muy hermosos. ¿Nos acompañas?
Pueblos de la provincia de León que no puedes perderte
Con una arquitectura sin igual, unos parajes naturales que te quitarán el aliento y un patrimonio cultural y religioso maravilloso, León nos espera de brazos abiertos para que conozcamos sus pueblos más característicos. ¡Es difícil realizar una selección porque todos son preciosos!
1. Castrillo de los Polvazares
Está ubicado muy cerca del municipio de Astorga, en la comarca de Maragatería. Las antiguas casas de los arrieros mantienen sus estructuras originales. Y a ello hay que añadir el encanto de las calles empedradas y un magnífico estado de conservación. Por todo ello es considerado Conjunto Histórico-Artístico desde 1980.
Por cierto, si visitas este pueblo no dejes de probar el cocido maragato. Es sencillamente espectacular y, además, se come de una manera nada convencional.
2. Peñalba de Santiago
Su principal característica son los tejados negros de todas las casas de este pueblo perdido en el tiempo y en la geografía leonesa. Se trata de una de las localidades más aisladas del Bierzo, al sur de Ponferrada y al final del valle abierto por el río Oza.
La iglesia de Peñalba de Santiago es una verdadera joya mozárabe. No dejes de pasear por sus callejuelas para maravillarte con su arquitectura. En los alrededores disfruta del Valle del Silencio, en medio de montañas y bosques de castaños, donde la espiritualidad no solo reside en la tranquilidad sino en los templos que allí se erigen.
3. Lois
Es uno de los pueblos de León con más encanto. Está en la montaña de Riaño, en el municipio de Crémenes, rodeado de piedra caliza y árboles de haya y roble. Situado a 1200 metros de altura, para llegar a él hay que atravesar una pequeña garganta.
Un pueblo señorial que alberga varios tesoros patrimoniales como su iglesia, conocida como “La Catedral de la Montaña”. Fue construida en estilo barroco tardío en color rosado debido al mármol proveniente de una cantera local.
Otro de los atractivos de este pueblo es la Casa de Humo, una vivienda tradicional montañesa que no poseía chimenea.
4. Caín
Otro de los pueblos de la provincia de León que merece la pena visitar. Está en pleno valle de Valdeón, en la parte leonesa de los Picos de Europa, a casi 500 metros de altura. Caín es tan sencillo que enamora, con sus construcciones de teja, madera y piedra y sus callecitas empinadas.
Si tienes pensado hacer la increíble Ruta del Cares, este es el pueblo es uno de sus extremos.
“Una vez que viajas, el viaje nunca termina. La mente nunca puede desprenderse del viaje.”
– Pat Conroy –
5. Lucillo
¿Estás buscando un lugar donde perderte y alejarte de los problemas? Entonces Lucillo es el sitio ideal para ti. Situado también en la comarca de la Maragatería y muy cerca del monte del Teleno, ofrece vistas panorámicas fantásticas, así como también un marco natural inigualable y una arquitectura tradicional de piedra y pizarra muy interesante.
Pero además, tiene algo muy especial, un patrimonio de 5000 años de antigüedad: petroglifos. Se trata de grabados en piedra que retratan figura humanas, laberintos y cazoletas.
6. Jiménez de Jamuz
Pertenece a las Tierras de la Bañeza y su principal atractivo turístico son las cuevas o bodegas excavadas para elaborar y conservar el vino (la mayor parte de la producción se destinaba al consumo personal no al comercio).
Jiménez de Jamuz conserva uno de los alfares más antiguos del país. En el Museo Alfar podemos observar objetos que narran las tradiciones antiguas como por ejemplo la de los mayos.
7. Irede de Luna
El último de los pueblos de la provincia de León que visitamos se emplaza en la comarca de Luna, en el municipio de Barrios. Un pueblo de construcciones montañesas típicas que alberga además restos de una basílica templaria.
Pero el principal atractivo de Irede de Luna es un fenómeno geológico llamado “discordancia angular”, una inclinación entre dos grupos de estratos, uno formado por pizarra vertical originario del Precámbrico y otro por arenisca del Cámbrico.