6 lugares de París que demuestran que es la ciudad del amor

6 lugares de París que demuestran que es la ciudad del amor
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 31 marzo, 2016

Cientos de películas y libros nos muestran París como la capital del amor. Por ello cualquier día del año aterrizan numerosas parejas enamoradas para comprobar de primera mano esa magia romántica parisina. Si ese es el propósito de vuestro viaje, ahora os vamos a recomendar unos cuantos sitios imprescindibles. Y si no habías pensado en llevar a tu pareja a París, esperamos que las siguientes líneas te animen a hacerlo. Nos lo agradecerás.

Colina de Montmartre

Montmartre es el lugar donde todos los tópicos de París son ciertos. Esta zona, elevada sobre gran parte del casco urbano parisino, es el mejor lugar para irse de cena con la pareja. Abundan los restaurantes de atmósfera íntima, con pequeñas mesas en las que es imprescindible el contacto físico y donde todo queda envuelto por la luz de las velas.

Place du Tertre en Montmartre
Place du Tertre – Sergii Rudiuk

Montamarte es romanticisimo en estado puro. También es un lugar tradicional de artistas, y muchos de ellos siguen trabajando aquí, ante los turistas. Concretamente en la Place de Tertre. De hecho, es habitual que las parejas inmortalicen su escapada romántica a París haciéndose un retrato en esa plaza.

El muro de “je t’aime”

La citada Place de Tertre es la gran plaza de este barrio, y la rue Abbesses su arteria principal. Pues en esta calle hay una obra de arte contemporáneo cuyo único objetivo es que quien la contemple le diga a  su acompañante “te quiero”.

Muro J'e t'aime en Montmartre
Muro J’e t’aime en Montmartre – ParisSharing / Flickr.com

Se trata de un gran muro de cerámica donde se lee hasta en 300 idiomas esa frase. Más romántico no puede ser. E incluso hay un muro virtual de lesjetaime (los te amo) en internet, que te permitirá mandarle un mail a tu pareja diciéndole te quiero en la lengua que prefieras y así recordarle que una vez estuvisteis juntos en París.

“París se hace pequeña para aquellos que viven un gran amor.”

-Jacques Prévert-

París a orillas del Sena

Otra actividad propia para pasear agarrados de la mano es hacer el recorrido por las orillas del Sena. Además de sentir el amor se van a poder ver lugares tan maravillosos como la catedral de Notre Dame, las fachadas del Louvre o los jardines de las Tullerías, entre otros muchísimos lugares muy famosos.

Orilla del Sena en París
Orilla del Sena – Delpixel / Shutterstock.com

Quizás más modesto es detenerse en los bouquinistas, o sea, los quioscos que están en los muretes de la ribera del río. Allí se venden desde el periódico hasta libros antiguos, pasando por postales, viejos dibujos o fotos famosas, entre la que no puede faltar El beso. De hecho, si viajas hasta París enamorado es probable que quieras imitar una de las imágenes más famosas de la historia y que se hizo muy cerca del Sena.

El beso de Robert Doisneau

El fotógrafo estadounidense Robert Doisneau preparó esta escena en 1950 en la que se besa una pareja, que en realidad fueron unos estudiantes contratados a los que el artista citó en el Hotel de la Ville de París.

El Pont des Arts

Y también relacionado con el Sena, hay que acudir al Pont des Arts, donde se colocan los candados y se tira la llave al río, sellando así un amor eterno.

Pont des Arts en París
Pont des Arts – Marina99

Esta costumbre de los candados, expandida desde Roma hasta cualquier lugar del mundo, romántica es, y criticable también. Incluso prohibida. De hecho en París si os pillan poniendo un candado os multarán, además de que periódicamente los quitan todos y llevan vuestro amor a un vertedero.

La Torre Eiffel

Torre Eiffel en París
Torre Eiffel – Marina99

Para acabar este itinerario romántico por París, hay un lugar que buscan todas las parejas: la Torre Eiffel. De hecho, uno no siente que está en la capital francesa hasta que no la ha visto.

Parece que no se siente la atmósfera de romance que envuelve a la capital francesa hasta no ver, aunque sea de lejos, el perfil apuntado y metálico de la Torre Eiffel. Un ejemplo lo vemos en el cine en la película  French Kiss. Aquí Meg Ryan no se enamora hasta que por fin ve la que posiblemente sea la torre más famosa del mundo.