El Yi Peng, el festival de faroles en Tailandia
El Yi Peng, también conocido como el festival de los faroles, es una de las celebraciones más populares de Tailandia. Durante los dos días que dura la celebración, el cielo nocturno de Chiang Mai se cubre de faroles volantes.
Estos se confeccionan con papel de arroz y con una pastilla combustible. Así, gracias al calor, el papel se eleva con facilidad hacia el cielo y lo ilumina de forma casi mágica. Son cada vez más los turistas que viajan hasta Chiang Mai para formar parte de este espectáculo sin igual, en el que miles de faroles compiten con las estrellas por iluminar los cielos.
¿Quieres saber un poco más sobre el origen de este festival? A continuación te proponemos conocer todos los detalles que debes saber para disfrutar al máximo de este evento único.
El origen del festival Yi Peng
La tradición de este festival de los faroles de Tailandia proviene de orígenes brahmánicos propios del hinduismo y con una clara influencia del budismo tailandés. Existen escritos que narran cómo el rey Rama IV ya utilizaba los faroles flotantes para honrar a Buda y permitir que las palabras de fe de sus habitantes durante el año le llegaran a través del cielo.
Los primeros en realizar este festival fueron los habitantes del reino de Lanna, en el norte del país, en el siglo XIII. Sin embargo, este tardaría en extenderse por el resto del país, sobre todo por la zona central y meridional de Tailandia. Allí «tan solo» lleva celebrándose desde hace 150 años.
El lugar elegido para la celebración es un gran foso que rodea Chiang Mai. Durante el festival, además de los faroles que ofrece cada uno de los participantes, se decoran las puertas de acceso a la ciudad y se elaboran más faroles con exquisitos diseños, en los que destacan los que tienen forma de dragón o de loto.
Al inicio del festival y antes de la soltada de faroles, se realiza un fantástico espectáculo de fuegos artificiales. Tras estos, que ya anuncian el momento crucial, se lanzan los faroles al cielo con los temores, pesares y plegarias de todos sus participantes. De hecho, son tantos los participante que se necesita del trabajo de los controladores de tráfico aéreo alrededor de Chiang Mai para ofrecer más seguridad.
Sin duda alguna, el festival de los faroles o Yi Peng es toda una oportunidad para los amantes de la fotografía. Del mismo modo, se trata de un momento único, por el sentimiento de armonía y unidad que se transmite al ver esas luces de esperanza que cruzan el cielo.
Disfrutando del festival de los faroles
El festival de Yi Peng, en Chiang Mai, se realiza cada luna llena del doceavo mes del calendario tailandés. Este coincide entre finales de octubre y principios de noviembre. La fecha exacta del evento se publica tan solo un mes antes de su celebración, por lo que recomendamos tener un plan de viaje flexible.
Además, podremos disfrutar de otros eventos relacionados con el festival durante los días previos. Todo está pensando para que los habitantes y extranjeros se empapen de esta festividad desde su llegada.
No debemos olvidar que este festival es un momento de reflexión para los tailandeses, por lo que debemos ser respetuosos con el ambiente y comportarnos acorde a la situación. Además, es muy importante tratar de compartir este momento de autocrítica para que la liberación de los faroles sea algo más que un acto meramente estético.
Los faroles los venden los organizadores del evento, la Universidad de Mae Jo, y se pueden adquirir dentro del recinto. Advertimos que, aunque se puedan encontrar vendedores fuera del lugar, no nos permitirán entrar al recinto con faroles no oficiales.
Además, si lo que queremos es que nuestro farol vuele con facilidad, es aconsejable encenderlo un poco antes para que empiece a generar calor antes de soltarlo. Así, los gases producidos y acumulados en su interior harán que flote con seguridad por el cielo. También es muy importante que seamos conscientes de en qué lugar soltamos el farol, para evitar que este quede atrapado en un árbol o tendido eléctrico.
Con todas estas pautas, ya solo queda liberar el farol y sentirnos parte de la celebración. Sin dudas, se trata de uno de los espectáculos visuales más impresionantes de Tailandia.