Visitamos el espectacular castillo de Praga
En la capital de la República Checa, uno de los lugares de visita imprescindible es el imponente castillo de Praga. No es un castillo al uso, es más bien todo un conjunto de edificaciones y calles que te llevarán a otra época. Acompáñanos en este emocionante recorrido y descubre la historia y todos los secretos que encierra este magnífico lugar, ¿nos vamos?
Conociendo el castillo de Praga
El magnífico castillo de Praga es un conjunto arquitectónico que se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los emblemas más importantes de la ciudad. La historia de esta magnífica construcción se remonta al siglo IX y siempre ha estado ligada a los gobernantes de país, primero a los reyes de Bohemia y más tarde a los presidentes.
Pero si destaca por algo, es por ser una de las ciudadelas más grandes del mundo. Como indicábamos, es un recinto donde se entremezclan palacios, templos religiosos y casas más modestas conectados por una intrincada red de calles.
Dada su larga historia, el castillo de Praga ha sufrido innumerables avatares, desde incendios hasta violentas invasiones. A pesar de ello, ha llegado a nuestros días y hoy es uno de los grandes atractivos turísticos no solo de Praga, sino también de toda la República Checa e incluso de Europa.
La clave de su perfecto estado de conservación han sido las diferentes remodelaciones y cuidados que se han llevado a cabo a través de su historia. En este sentido, encontramos que la última gran remodelación que se realizó fue entre los años 1920 y 1934. Puede parecer que los trabajos se prolongaron por un tiempo excesivo, pero no hay que olvidar las extraordinarias dimensiones del castillo.
¿Qué ver en el castillo de Praga?
1. La Catedral de San Vito
Comenzó a construirse en el siglo XIV y las obras no se dieron por concluidas hasta entrado el siglo XX. A pesar de ello, muestra una espectacular arquitectura gótica. Fue lugar de coronación de los reyes de Bohemia y en ella está la tumba de San Juan Nemopuceno, patrón de Bohemia.
De la catedral destacan sus torres, dos gemelas de 80 metros y una tercera que roza los 100. Por cierto, merece la pena subir para contemplar unas vistas increíbles de la ciudad, especialmente de puente de Carlos.
2. La basílica y convento de San Jorge
La basílica fue construida en el año 920, pero no fue hasta el 973 cuando fue ampliada con el anexo del convento. En la actualidad puedes encontrar en su interior mucho más que una joya histórica y arquitectónica, puesto que también se exhibe en ella una colección de arte bohemio del siglo XIX.
3. Antiguo Palacio Real
Visitar el Palacio Real es como remontarse cientos de años en la historia. Lo que comenzó como una construcción de madera terminó convirtiéndose en la imponente edificación que conocemos en la actualidad.
El edificio actual se construyó entre 1492 y 1502. De él destaca la Sala Vladislao, un precioso espacio de dimensiones increíbles: 62 metros de largo, 15 de ancho y 13 de alto. Un lugar donde se celebraban los grandes acontecimientos de la corte.
4. El callejón de Oro
En el interior del recinto del castillo encontramos un lugar único y muy especial, el callejón de Oro. Es una pequeña calle flanqueada por casas de colores. En ellas vivían algunos de los orfebres de la ciudad y en la actualidad son pequeñas tiendas en donde podrás conseguir un recuerdo autóctono.
Una curiosidad, en una de esas casas vivió durante una temporada Franz Kafka. Se trata de la vivienda del número 22, donde residió entre 1916 y 1917.
“Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros.”
-Franz Kafka-
5. La torre Daliborka
Esta fue una de las cárceles más famosas de la ciudad. En un principio fue construida con el objetivo de albergar únicamente a miembros de la nobleza. Sin embargo, con el paso de los años se convirtió en una prisión para presos comunes y corrientes.
Como dato curioso, te comentamos que hay quien dice que en este lugar se pueden sentir y escuchar la presencia de seres sobrenaturales. No sabemos si en tu visita los sentirás, pero los instrumentos de tortura que aquí se exhiben sí harán que te recorran escalofríos.
6. Otras torres del recinto
En el castillo de Praga hay otras torres. La torre Negra era otra de las prisiones con las que contaba este recinto, en este caso para deudores. Estos contaban con grandes beneficios sobre otros privados de libertad. Mientras, en la torre Blanca pasaban sus días encerrados los miembros más importantes de la nobleza.
Si quieres conocer la esencia de la capital de la República Checa, debes visitar el castillo de Praga. Un lugar en el cual encontrarás magníficas edificaciones que te harán sentir como si retrocedieras en el tiempo.
Fotografía de portada: Steven Feather