Viajar en solitario: consejos y algunos destinos
Viajar en solitario es algo que todos deberíamos hacer, al menos una vez en la vida. Aunque quizás sea una experiencia que asusta a muchos, no será solo un viaje a otro lugar, sino un viaje a lo más profundo de ti, donde conocerás otras personas, pero especialmente a ti.
A continuación, os damos algunos consejos para que os atreváis a vivir esta aventura, y algunos destinos perfectos para viajar en solitario.
Consejos para viajar en solitario
A la hora de buscar alojamiento, es mejor que pienses en albergues o pensiones donde puedas tener más contacto con otros viajeros, así como con habitantes locales. Y date tu tiempo, probablemente un día completo, para hacerte al lugar, aclimatarte a la ciudad y sentirme totalmente cómodo.
Algo que harás, sin duda, y que disfrutarás, es de las comidas y cenas en soledad. Un consejo que te damos es que escojas bares o restaurantes donde puedas socializar y conocer gente nueva.
Cuando salgas del hotel, especialmente si es de noche, deja una nota en tu habitación diciéndolo, a qué hora tienes pensado volver y si es con alguien, apúntalo. Está bien disfrutar de la noche, pero es muy importante tener los cinco sentidos activos cuando se viaja solo. Por ello, descansa lo necesario y evita beber más de la cuenta.
Para mantener en contacto con tu familia y amigos, compra un móvil libre. Así podrás comprar una tarjeta SIM local y podrás hablar por teléfono. También puedes instalar Skype para hablar por esta aplicación sin ningún coste cuando tengas conexión a Internet.
En ocasiones, los ladrones aprovechan la gente que viaja sola para robarles, especialmente en los albergues donde los espacios se comparten. Guarda todos tus objetos de valor (pasaporte, cartera, cámara…) en un mismo sitio y realiza comprobaciones de vez en cuando.
En cuanto a los documentos importantes, realiza copias y dáselas a alguien de tu confianza, y lleva otras en la maleta, separadas de los originales.
A además de todo ello, llega al lugar antes de que se haga de noche, ve a lugares públicos y no te preocupes si tienes que gritar si alguien te molesta. No tiene por qué pasar nada, pero nunca está de más conocer estos trucos.
Destinos para viajar en solitario
Viaje gastronómico por Vietnam
Si eres un amante de la comida asiática, Vietnam debe ser tu destino predilecto. La comida típica es maravillosa, debido a sus sabores y su gran diversidad.
Todo el país es maravilloso, perfecto para viajar en solitario probando lo mejor de cada cocina. Durante toda la ruta podrás mezclarte con autóctonos, probando todo aquello que los turistas, por muy preparados que vayan, no prueban.
En los lugares más turísticos, como Hanoi (la capital), Ho Chi Minh o Hoi An podrás degustar algunas de las mayores delicias del país. Y sin duda, algo que no puedes perderte es conocer alguna de las escuelas gastronómicas de Vietnam.
Pero tu viaje nos solo estará protagonizado por la comida. También puedes conocer la época de conflicto vietnamita visitando el Museo de Restos de la Guerra en Ho Chi Minh. O puedes realizar una excursión desde la capital hasta la bahía de Halong. Allí podrás ver las impresionantes columnas de piedra caliza que sobresalen entre las aguas.
Mercadillos y tours para el Berlín más solitario
Berlín, una de las ciudades más modernas y cosmopolitas del mundo, es el lugar perfecto para aquellos que deciden apostar por viajar en solitario. Ofrece cantidad de planes distintos, desde salir de fiesta a recorrerla por completo, pasando por conocer los monumentos más famosos o sus fantásticas galerías de arte.
Una opción para conocer la capital alemana es hacer un circuito a pie, que se puede hacer tanto en solitario como con un guía. De esta manera, podrás descubrir sitios tan especiales e importantes como la Puerta de Brandenburgo, el Memorial del Holocausto o la Isla de los Museos.
Otra muy buena opción es recorrer la ciudad en bici, ya que Berlín es una de las mejores capitales para hacerlo así. Podrás conocer de este modo los lugares más interesantes y alternativos, como tiendas modernas, mercadillos, puestos ambulantes o cafeterías de lo más extravagante.