Viajar a Bulgaria: qué ver y qué ruta hacer
Bulgaria, en el extremo más oriental de Europa, es un destino realmente desconocido para la inmensa mayoría de los viajeros. ¡Una lástima! Porque la verdad es que viajar a Bulgaria puede ser un magnífica sorpresa por los muchos atractivos que atesora. Algunos de ellos os los vamos a presentar a continuación.
Viajar a Bulgaria: lo mejor del país
Hemos preparado una ruta por Bulgaria para descubrir su esencia y sus maravillas. Un recorrido de varios días que empieza y acaba en su capital, Sofía. Esta urbe es la principal vía de entrada y salida al país. Por ello, os hemos diseñado este circuito en el que recorreréis todos los sitios emblemáticos de la historia búlgara, y lo haréis por muy poco precio.
Sí, esa es otra de las ventajas de viajar a Bulgaria. Es un destino muy económico, y todo es más barato que en los países del oeste de Europa o en destinos orientales muy asentados, como pueden ser Croacia, Budapest o Praga. Comencemos:
Sofía
Como tantos otros lugares en Bulgaria, su capital es una singular mezcla de culturas. Aquí hay rasgos orientales, pero también propios de territorios eslavos, algo más que evidente por los años pasados bajo el dominio de la extinta Unión Soviética. En definitiva, que en Sofía hay que ir con los sentidos muy abiertos y preparado para ver cosas muy curiosas.
Allí, por ejemplo, nos espera la catedral de Alexander Nevski, con una colección de iconos ortodoxos realmente impactante. Y también está la mezquita Banya Bashi o los baños públicos que nos recuerdan el pasado otomano de la ciudad.
En Sofía también hay que visitar el edifico del Teatro Nacional, la plaza del Parlamento o la Rotonda de San Jorge, del siglo IV.
Monasterio de Rila
Nuestra siguiente parada en la ruta por Bulgaria es el monasterio de Rila, el primero de los diferentes monasterios que vamos a visitar en este itinerario. Un lugar que parece mentira que se originara en el siglo X por un único ermitaño, ya que hoy su aspecto se asemeja más a un fortaleza que a otra cosa.
Plovdiv
Una de las ciudades más monumentales de Bulgaria es Plovdiv, cuyo enmarañado casco antiguo siempre resulta encantador. Encantador e interesante, ya que aquí se descubre que los romanos conquistaron este lejano lugar, y ellos fueron los que levantaron sus murallas y un teatro.
Mucho después se construirían otros lugares que debemos visitar como la iglesia de los santos Constantino y Elena. Y también hay que fijarse en sus llamativas casonas, típicas del llamado “Renacimiento búlgaro”.
Kazanlak
Desde Plovdiv hay que emprender el viaje hacia el Valle de los Rosas. Aunque es muy recomendable hacer de camino una parada en el atractivo monasterio de Bachkovo.
Pero nuestro destino es la ciudad de Kazanlak. En sus afueras hay que visitar el Túmulo Tracio del siglo IV a.C. Pero sobre todo hay que entrar al Museo de las Rosas, para descubrir la esencia aromática típica de esta zona.
Veliko Tarnovo
La ciudad medieval de Veliko Tarnovo es otra visita imprescindible al viajar a Bulgaria. El conjunto de la ciudad, con el río Yantra en su parte baja y la fortaleza de Tsarevets en lo alto de la colina, es una de las imágenes más hermosas del país.
No es de extrañar que aquí se asentara en la Edad Media la capital del Segundo Imperio Búlgaro. Y por aquel entonces la monumentalidad de la ciudad se llegó a comparar con Constantinopla o Roma.
Monasterio de la Transfiguración
Y para acabar esta ruta por Bulgaria os proponemos hacer una última parada antes de retornar a Sofía. Se trata de visitar el monasterio de la Transfiguración. Es uno de los más queridos por los fieles de la iglesia ortodoxa de Bulgaria.
Tanto que en tiempos de la ocupación otomana fue completamente arrasado, y sin embargo, fue reconstruido por completo. Y así hoy se ve un templo magnífico y donde abundan las pinturas murales con escenas bíblicas.
En fin, que este lugar puede ser el sitio perfecto para despedirnos de Bulgaria. Un país en el que nos hemos dejado mucho por visitar, pero por fortuna siempre puede haber una ocasión para regresar.