El Vatadage de Polonnaruwa: uno de los templos más antiguos

Descubre todo lo que necesitas para disfrutar tu visita al complejo de Polonnaruwa y pasea por uno de sus monumentos más turísticos: El Vatadage.
El Vatadage de Polonnaruwa: uno de los templos más antiguos
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 10 julio, 2020

Te invitamos a conocer El Vatadage, uno de los templos más antiguos del complejo de Polonnaruwa, en Sri Lanka. En Polonnaruwa, antigua capital del país, residieron los reyes hasta finales del siglo III. ¿Por qué es tan atractivo este lugar?

El recinto, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982, destaca por el buen estado de todos sus edificios. Sin embargo, sería precisamente en El Vatadage donde se custodiaría durante años una de las reliquias de Buda, concretamente, uno de sus dientes.

Por ello, te proponemos repasar toda la información necesaria para disfrutar de esta visita cultural a uno de los complejos más valorados por el turismo internacional.

El Vatadage

Este edificio, también conocido como el cuadrángulo, es uno de los más populares del conjunto arquitectónico de la antigua capital de Sri Lanka. A pesar de haber perdido algunas de sus columnas principales, es uno de los edificios mejor conservados del recinto.

Muy reconocible por su base circular, este templo cuenta con una amplia terraza de más de 18 metros de diámetro. Podremos acceder a ella subiendo unas escaleras, las mismas que dan acceso al nivel superior.

De hecho, justo durante la subida, podremos ver una de las conocidas como «piedra de luna». Esta simboliza el ciclo de la vida de los monjes budistas, representado con un semicírculo en el que aparecen varias de las figuras más representativas de su fe.

Finalmente, llegaremos al centro del templo, donde nos espera una gran escultura de Buda al aire libre y guardada con paredes con esculturas talladas. El lugar rebosa un ambiente de paz y solemnidad que hace que muchos de sus visitantes traten de honrar a Buda, independientemente de su fe.

En El Vatadage se puede ver una imponente estatua de Buda.

De hecho, es uno de los destinos de peregrinación más importantes del país. Son muchos los creyentes que viajan desde todos los puntos del planeta para ofrecerle una ofrenda y sus oraciones a esta escultura de Buda. Durante la estancia en El Vatadage, hay que tratar de no darle jamás la espalda a la figura, como señal de respeto.

Qué más ver en el Polonnaruwa

El complejo cuenta con 122 hectáreas donde se mantienen la mayoría de los monumentos más representativos de la época y en los que, sin necesidad de ser ningún entendido en la materia, podremos observar la clara influencia hindú en cada una de sus construcciones.

Aunque la mayoría de los monumentos son religiosos, también se conservan algunos edificios civiles, como es el caso de la cámara del consejo real. Esta se encuentra rodeada por un lago artificial construido en el siglo XII por el rey Prarakamabahu.

Este lago, conocido como Prakrama Samudra, es otro de los lugares más destacados de Polonnaruwa. Además, también se destacan los jardines reales y los budas de Gal Vihara.

Tampoco debemos perder la oportunidad de visitar el Museo Arqueológico, donde podremos ver una recreación perfecta del templo de El Vatadage, así como otros objetos de gran valor encontrados en la antigua capital.

Consejos para disfrutar de la visita

Llegar hasta Polonnaruwa es más fácil desde la capital de Sri Lanka, Colombo. Concretamente, se encuentra a 220 kilómetros de la ciudad.

Por suerte, podremos tomar varios métodos de transporte para llegar hasta allí. Eso sí, ya en el complejo, recomendamos alquilar un tuk tuk para visitar el lugar de la manera más cómoda; también podremos optar por rentar una bicicleta, una opción mucho más económica.

Las ruinas de Polonnaruwa, un atractivo excepcional de Sri Lanka.

Hasta principios de 2020, el horario de visita comenzaba a las 9 de la mañana y se extendía hasta las 6 de la tarde. En ese momento, además, el precio de la entrada superaba por muy poco los 20 euros por persona.

El lugar cuenta con zona de aparcamiento gratuito, y la entrada se debe conservar hasta el final de la visita, ya que nos la pedirán a la salida.

Una vez dentro, al igual que sucede en otros monumentos destacados del país, debemos descalzarnos para realizar la visita. Además, hay que vestir de forma adecuada, tapando hombros y las rodillas. Por último, se ofrece la opción de contratar un guía, pero si tenemos un mínimo manejo del inglés, podremos leer los paneles que se encuentran cerca de cada punto de interés.

Para evitar el calor, si hemos decidido viajar durante la primavera o el verano, es recomendable llevar agua, gorra e incluso repelente de mosquitos. Afortunadamente, también dispondremos de puestos de comida y bebida dentro del recinto.