Vacaciones de ensueño en el Gargano, en Italia

Es una región situada en el 'espolón' de Italia. Aquí se entremezclan paisajes maravillosos y pueblos llenos de encanto.

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 20 mayo, 2019

La región de Gargano toma su nombre del macizo montañoso que se extiende a lo largo de 70 kilómetros en la provincia de Foggia, al norte de Apulia. Se trata de una zona que combina naturaleza, playas espectaculares y pequeños pueblos pesqueros de un encanto especial.

Parque Nacional del Gargano

Se trata del parque natural de mayor extensión de Italia, creado en 1995 con una extensión de 118 144 hectáreas. Está constituido por el macizo montañoso del Gargano, que crea un cabo redondeado llamado Testa dil Gargano y que incluye dos pequeñas islas: Tremiti y Pianosa.

Precisamente, parece que el origen del Gargano está en una isla de gran tamaño que se unió a la península italiana, de ahí que parezca el espolón de la bota de Italia. Es un macizo montañoso de tierra blanca calcárea que forma un paisaje de grutas ya habitadas desde la prehistoria.

Sobre sus montes crecen olivos y naranjos, y se puede contemplar la inmensidad del mar. Te recomendamos que recorras la carretera panorámica que va desde el lago Mesina hasta Manfredonia, pues las vistas desde los acantilados te enamorarán.

Pueblos con encanto en el Gargano

La región del Gargano está constituida, además, por varios pueblos pesqueros de una gran belleza. Hay villas tan bonitas que no te las puedes perder. ¿Cuáles debes visitar?

Manfredonia, puerta de entrada al Gargano

Esta localidad, que tiene su origen en el siglo XIII, debe su nombre a Manfredo de Sicilia. Fue él quien, tras la destrucción de Siponto, decidió fundarla.

En ella, destaca el castillo Svevo Angioino Aragonese, hoy sede del Museo Arqueológico de la región. También debes visitar la catedral y la abadía de San Leonardo, en Lama Volara. En cuanto a su entorno natural, merece la pena visitar la gruta Scaloria y el lago Salso. 

Además, cerca de esta localidad se pueden visitar dos bellas iglesias románicas. Son las iglesias de San Leonardo y de Santa María de Siponto, ambas construidas alrededor del año 1000.

Mattinata, la mariposa blanca del Gárgano

Es una pequeña localidad de menos de 7000 habitantes, rodeada de tierras de cultivo y con una curiosa forma de mariposa debido a la ubicación de sus casas. En ella, hay que destacar sus bonitas y accesibles playas.

Vieste, la joya del Gargano

Es el pueblo más turístico del Gargano y no es de extrañar, pues la belleza de sus casas y de sus playas es increíble. Se trata de un pueblo tradicionalmente pesquero que parece escurrirse desde la montaña hasta el mar.

Se asienta sobre un promontorio rocoso que se adentra en el mar. Sus estrechas calles, sus escaleras interminables, sus casitas blancas y sus infinitos arcos te trasladan a la Italia medieval.

En Vieste no te puedes perder su catedral románica y su castillo. Y en su maravillosa playa del Castillo o della Scialara se encuentra el famoso Pizzomunno , una porción del macizo del Gargano que ha quedado exento, como una torre atalaya, en mitad de la playa.

Por otra parte, a lo largo de la costa podrás encontrar algunos trabucchi. Se trata de antiguas instalaciones de pesca provistas de largo brazos de madera que servían para sostener las redes.

Peschici, otro pueblo imperdible

De su historia destaca que el emperador Odón I la entregó como recompensa a los eslavos que persiguieron a los sarracenos del Gargano. Y en ella no te puedes perder su casco histórico, que está rodeado por una muralla que pertenecía a un antiguo castillo de origen normando.

Su playa es una de las más limpias de la zona, por lo que es ideal si viajas en familia. Además, por toda su línea de costa podrás contemplar numerosos restos de las torres costeras de la segunda mitad del siglo XVI que se levantaron para defender el territorio de los constantes ataques de piratas y corsarios.

En sus alrededores merece la pena visitar la abadía de Calena, una de las más antiguas de Italia. También hay que ver el santuario de Loreto, levantado entre los siglos XVI y XVII por un grupo de pescadores que se salvaron de una fuerte tormenta, de ahí que el santuario recuerde a la forma de un barco.