Un paseo en canoa por el río Bani en Malí
El río Bani es uno de los principales afluentes del Níger, uno de los ríos más importantes del África Occidental. Las aguas del Bani bañan gran parte Malí, por lo que seguir su cauce es una buena forma de conocer el país. Eso es, precisamente, lo que vamos a hacer.
En un paseo en canoa por el río Bani conocerás todos los aprovechamientos que hacen los habitantes de las ciudades que crecen en sus orillas. También descubrirás la belleza de este continente, su biodiversidad y el gran valor humano de su gente. No lo pienses más y descubre Malí en un recorrido en canoa por el río Bani.
Dónde se encuentra el río Bani
El río Bani, como adelantábamos, pertenece a la cuenca hidrográfica del Níger. Sus 430 kilómetros de longitud cruzan Malí y se originan gracias a la unión de otros dos ríos: el Baolé y el Bagoé. Ambos nacen en Costa de Marfil y confluyen para crear el río Bani en Malí.
La anchura del río varía según la zona, pero llega a superar los tres kilómetros de un lado a otro. Desemboca en el río Níger, en concreto cerca de la ciudad de Mopti. En su camino pasa por una población de gran relevancia: Djenné.
Pasea en canoa por el río Bani
En un paseo en canoa por el río Bani podrás ver la biodiversidad del continente, tanto en su flora como su fauna. Lo más recomendable es viajar con alguien que conozca el terreno. Así, además de llevarte por los lugares seguros, podrá explicarte todo sobre el río Bani y su importancia para las diferentes localidades que atraviesa.
En este paseo podrás ver las tierras más fértiles de la zona que se explotan junto al río. También a los pescadores que acuden a diario a sus aguas para poder comer y comerciar con estos productos cada día.
Desde la canoa verás unos paisajes naturales espectaculares. Además, disfrutarás de las mejores vistas de la ciudad de Djenné. Apreciarás la silueta de su Gran Mezquita según te acerques y conocerás a su gente, que cada mañana se agolpa en la orilla para poder cruzar el río junto a sus vehículos y animales en una barcaza.
Inundaciones en la sabana
Cada año, la crecida del río Bani inunda la ciudad de Djenné y la convierte por un tiempo en una isla. De hecho, se la conoce como la ‘Venecia del Níger’ porque las inundaciones permanecen en el delta interior que forman el río Bani y el Níger.
El periodo de inundación de la ciudad de Djenné es el más esperado por sus vecinos. Así pueden aumentar la pesca y obtener mucho espacio para desarrollar la agricultura y el pastoreo. Por eso, el río Bani es una parte imprescindible de la ciudad.
Si quieres disfrutar al máximo de tu viaje en canoa, lo mejor es que vayas cuando el río esté desbordado. Así descubrirás un paisaje más bonito y podrás ver la actividad de los habitantes de esta hermosa ciudad.
La Gran Mezquita de Djenné
En tu viaje en canoa por el río Bani la parada en Djenné es imprescindible. En esta ciudad destaca la Gran Mezquita, un edificio construido con barro. De hecho, es el templo más grande del mundo levantado con este material.
Te impresionará ver una edificación tan grande construida en barro. Es Patrimonio de la Humanidad y, posiblemente, uno de los monumentos más conocidos del continente africano.
La mezquita se ha reconstruido varias veces. Comenzó a levantarse en 1180 y los trabajos duraron 150 años. Según los documentos que se conservan, el edificio aguantó hasta mediados del siglo XIX, cuando fue destruido por una gran lluvia. La mezquita se volvió a construir en 1896, aunque de una manera mucho más humilde.
Los turistas solo pueden ver la Gran Mezquita de Djenné por fuera. Se cerró el acceso a los no musulmanes tras un inconveniente con la revista Vogue. Pactaron realizar unas fotografías, pero los musulmanes se ofendieron al considerar que las modelos llevaban poca ropa. Se decidió entonces se cerrar el acceso a turistas.