Trucos que te ayudarán a ahorrar en tus vacaciones
¿Cuántas veces has querido ir a algún sitio pero has pensado que ibas a gastarte demasiado dinero? Se acabaron las excusas, y es que quien no viaja es porque no quiere. Y más con los trucos que os damos a continuación, para ahorrar antes y durante la aventura. ¿A qué esperas para hacer las maletas y no dejarte el bolsillo en el intento?
Ahorrar antes de viajar
Una vez que hayas escogido el destino al que vas a viajar, es importante que investigues: precio medio del alojamiento, los lugares que quieres conocer o visitar, incluso sitios para comer. Así conseguirás tener un presupuesto más o menos concreto.
No renuncies a visitar una ciudad a priori cara, como pueden ser Nueva York o París: solo necesitarás algo más de control sobre el dinero.
Si las condiciones laborales te lo permiten, es importante que viajes en temporada baja. Los hoteles, los vuelos e incluso algunos servicios de las ciudades se ven encarecidos en Semana Santa, puentes o verano.
Por ello, si tienes cierta flexibilidad, intenta viajar en momentos no tan transitados. También evita todo lo posible los fines de semana. Es decir, reserva de miércoles a miércoles antes que de viernes a viernes.
Ahorrar en el vuelo
Una parte importante del presupuesto del viaje se emplea en el transporte. Cuando vayas a reservar el vuelo, ten en cuenta estos consejos:
- Si el tiempo de viaje no te importa demasiado, valora viajar con escalas. A menudo las rutas indirectas son más baratas que las directas.
- Si tampoco te importa desplazarte, busca las opciones de aeropuertos alternativos, tanto en casa como en el destino. Por ejemplo, el aeropuerto más famoso de Londres es Heathrow, pero el de Stansted tiene los vuelos más baratos. La diferencia es que el segundo está más alejado de la ciudad que el primero.
- Reserva los vuelos de ida y de vuelta por separado. Normalmente al comprar ambos itinerarios juntos sale más barato. Pero no siempre es así, así que investiga y compara precios.
Ahorrar en el alojamiento
En cuanto al alojamiento, en los últimos años han surgido numerosas plataformas de la llamada “economía colaborativa” que harán que ahorres bastante dinero en comparación a reservar una habitación de hotel. Hay decenas de páginas diferentes, desde las más conocidas a las menos.
Las que más dinero te harán ahorrar son las de intercambio de casas, como Guest To Guest, en la que unos invitados se alojan en tu casa, mientras que tú te alojas en la suya.
Si esta opción no te gusta, también puedes reservar un apartamento, que siempre suele ser más barato que una habitación de hotel, además de que te da más libertad. Un punto a favor de esto es que también puedes cocinar en casa, evitando comer o cenar de restaurante.
Ahorrar durante el viaje
Y una vez en tu destino, también puedes ahorrar algo siguiendo unos sencillos consejos. Toma nota:
Come como un habitante más de la ciudad
El primer truco para ahorrar a la hora de comer es comer como un local. Los restaurantes visitados por los autóctonos suelen tener comida casera, rica sana y, sobretodo, más barata. Así que, si pasas por un restaurante lleno de gente del lugar, entra. Por ejemplo, come en el barrio de Chinatown de Londres o en el Mercado de A Ladra de Lisboa.
Otro truco es que comas en la calle. Si el tiempo te lo permite, ¿por qué no comer una pizza en Roma sentado en un banco, viendo la gente pasar y disfrutando del momento? Los restaurantes, especialmente los frecuentados por turistas, suelen ser caros. Con esta opción, además, podrás integrarte más en la cultura de la ciudad.
Y por último, investiga antes de viajar en qué sitios es interesante comer, y sobretodo, cuánto vale cada uno. Hay diferentes plataformas que te ofrecen opiniones de otros viajeros, blogs, páginas webs… Así sabrás qué no perderte sin llevarte ninguna sorpresa a la hora de pagar.
Utiliza el transporte público
Además de porque contamina menos, el transporte público es bastante más barato que, por ejemplo, coger un taxi. Siempre es más cómodo que nos lleven directamente al sitio que buscamos, pero si nuestro presupuesto es ajustado, hay que evitarlo a toda costa.
Además, coger un tren, el metro o un autobús no es siempre una opción incómoda, sino que te da una nueva visión del lugar que está visitando. ¿De verdad piensas marcharte de Nueva York sin montar en su célebre subway?
Sé tu propio guía turístico
Normalmente, contratar un guía es caro. Así que apuesta por convertirte en tu propio guía, investigando y leyendo antes de viajar. Además, en los hoteles y apartamentos suelen ofrecerte mucha información de interés, como horarios, precios, rutas, etc.
Todo esto, además de hacerte ahorrar unos euros, te dará mucha más libertad, yendo a donde quieres ir e invirtiendo el tiempo en lo que verdaderamente quieres.