Trasmoz, descubre el pueblo de las brujas en Zaragoza
Con una población que no supera los cien habitantes, Trasmoz resulta una visita singular y única. Situado en la comarca de Tarazona y con el Parque Natural del Moncayo como marco, se trata del único pueblo oficialmente maldito de la geografía española. Su aire lleno de misterio inspiró al mismísimo Bécquer para escribir algunos de sus relatos.
Breve historia de Trasmoz
El origen de esta población de Zaragoza lo encontramos en el siglo XII, cuando se funda el Señorío de Trasmoz. Es a finales de este siglo cuando se documenta la existencia de su castillo.
Su silueta domina la escena sobre la colina cuando nos acercamos al enclave. Esta construcción, Patrimonio Histórico de España, sirvió de fortaleza hasta la unión de Castilla y Aragón.
La leyenda de Trasmoz comienza cuando es excomulgado por la Iglesia en el siglo XIII. El monasterio de Veruela era la abadía cisterciense que controlaba los pueblos de esta zona. Acusaba a Trasmoz de estar sumido en ritos de aquelarres e invadido por brujas.
Estas denuncias llevaron al pueblo a su excomunión. Lo más probable es que al monasterio le molestara la libertad e independencia de Trasmoz, que no se sometía a sus órdenes. Pero el enigma está servido y la excomunión sigue vigente en la actualidad.
Durante los siglos XIV y XV el señorío pasa por las manos de importantes familias nobles aragonesas: la Casa de Luna y el Condado de Aranda. Entre 1513 y 1515 tiene lugar una guerra feudal por el control de agua del Moncayo.
De nuevo entrará en juego el monasterio de Veruela, una contienda que enfrenta una vez más a Trasmoz con la Iglesia. Como resultado, el monasterio celebra un rito para proclamar la maldición de Trasmoz, el único lugar de España en el que se ha llevado a cabo esta ceremonia.
En 1530 la fortaleza es abandonada. Un incendio en la torre del homenaje destruye gran parte de la construcción. En la actualidad las tareas de restauración intentan recuperar el carácter original del edificio. Es este el principal lugar de interés de la localidad, donde hoy podemos visitar el Museo de la Brujería.
Las brujas del lugar
Una cruz con un velo negro a la entrada del pueblo dejaba clara su maldición. Con el paso del tiempo, las leyendas se acrecentaron, llegando a ser muy famosas gracias a los escritos de Bécquer. El poeta sevillano, aquejado de tuberculosis, se refugia en 1863 en el monasterio de Veruela.
El aire romántico y hechicero del Moncayo y sus alrededores le sirven como inspiración. Aquí compone las líneas de las cartas tituladas Desde mi celda y varias leyendas. Gracias a esta obra podemos acercarnos a las leyendas de las brujas más conocidas de Trasmoz.
La Tía Casca quizás sea la historia mas divulgada de esta población. A mediados del siglo XIX una epidemia provocó numerosas muertes en la zona. Los vecinos no dudaron en culpar de esta tragedia a Joaquina Bona, una curandera de la que decían que ejercía la brujería.
Terminaron ajusticiándola y precipitándola por una colina, donde se dice que que su alma sigue vagando en pena. La imagen que nos deja Bécquer de ella en las cartas donde cuenta estos hechos fomenta el mito:
Me bastó distinguir sus greñas blancuzcas que se enredaban alrededor de su frente como culebras, sus formas extravagantes, su cuerpo encorvado y sus brazos disformes, que se destacaban angulosos y oscuros.
-Gustavo Adolfo Bécquer-
Una descripción de pesadilla alimentada por las anécdotas que el poeta oía de la gente del pueblo. Esta y otras protagonistas como La Galga o La Dorotea desfilan por los escritos de Bécquer. Mujeres con conocimientos en herbología que solo trataban de sanar a los demás, pero que han alimentado el folclore popular.
Las fiestas de Trasmoz
Si estás planeando una escapada a este lugar lleno de magia y fantasía, apunta en el calendario sus principales fiestas. En ellas dan rienda suelta a sus historias plagadas brujas.
- Feria de la Brujería: sin duda, una de las festividades que mas llama la atención. Tiene lugar en julio, cuando el pueblo nombra a la Bruja de Honor. Disfraces, puestos callejeros, mercadillos esotéricos y actuaciones nocturnas relacionadas son el reclamo principal.
- La Luz de las Ánimas: el día de Difuntos adquiere en esta población un halo muy especial gracias a su tradición. Se decoran calabazas para llevar al cementerio y se recuperan antiguos ritos. Una celebración con una gran afluencia.
- Otras festividades: las hogueras de San Antón, la fiesta de San Roque o Las Enramadas son algunas de las ocasiones que los vecinos aprovechan para mantener vivas las costumbres y leyendas.
Aprovecha la oportunidad para caminar por las calles que inspiraron a Bécquer. Tal como dejó por escrito, punto de cita de las brujas más importantes de la comarca.
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