Las simas de Sarisariñama en Venezuela

Todavía quedan lugares vírgenes en el mundo, como Sarisariñama. Aquí, la geografía juega un papel decisivo en su conservación, puesto que es uno de los lugares más impenetrables de la superficie terrestre.
Las simas de Sarisariñama en Venezuela
Daniel Casas

Escrito y verificado por el geógrafo Daniel Casas.

Última actualización: 16 octubre, 2020

¿Quedan aún ecosistemas únicos e impenetrables en nuestro planeta? Por supuesto que sí. Las simas de Sarisariñama son un magnífico ejemplo de hábitat aún hoy demasiado misterioso y desconocido para científicos y geólogos de todo mundo.

Su localización es una de las más complejas del planeta. Con el propósito de conocerlo un poco mejor, hoy te acercamos a este peculiar enclave situado al sur de Venezuela.

El tepuy de Sarisariñama

La palabra tepuy proviene del idioma indígena pemón y significa ‘montaña’, aunque otras fuentes la traducen como ‘morada de los dioses’. De cualquier manera, un tepuy es una especie de meseta con paredes verticales muy abruptas y cimas relativamente planas. Estas formaciones son características de la Gran Sabana venezolana y albergan las rocas más antiguas de la historia geológica del planeta, datadas en el Precámbrico.

El tepuy de Sarisariñama está situado a más de 2000 metros de altitud y en su cima alberga las peculiares simas, unos socavones de unos 350 metros de diámetro y profundidad. La verticalidad de sus paredes hace que en estos gigantescos agujeros se desarrolle una flora y una fauna únicos, de modo que se forman auténticos y exclusivos ecosistemas.

Tanto es así que en el fondo de estas simas habitan criaturas y especies vegetales que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta. Esto es lógico, pues la verticalidad de estas formaciones las hace casi impenetrables para entrar, y tanto o más para salir.

Por otra parte, el tepuy de Sarisariñama se encuentra a varios cientos de kilómetros de la carretera más cercana, otra razón más de su difícil acceso. Por este motivo, pasó mucho tiempo sin conocerse detalles de este, y la primera exploración que se realizó en el lugar está fechada en el año 1964.

La sima de Sarisariñama apenas fue explorada en la década del sesenta.

Las simas y su biogeografía

El territorio de Sarisariñama se compone de cuarcita principalmente, y la mayor parte de su superficie es densamente boscosa. Presenta una gran variedad de especies forestales de 15 a 25 metros de altura que cubren su parte superior. Este ecosistema aislado es especialmente rico en numerosas especies endémicas de plantas y animales.

Entre las especies florísticas, destacan helechos, orquídeas, ericáceas, ciperáceas y bromeliáceas tales como la piña o ananá. Su fauna, por otro lado, también es distinguida, y alberga especies como la marmosa tyleriana, el guácharo o ave de las cavernas y los tapires.

Esta maravilla de la naturaleza está ubicada en el Parque Nacional Jaua-Sarisariñama, en el estado Bolívar, en un lugar muy aislado en medio de la jungla. El parque posee cuatro cuevas en su totalidad, todas cubiertas de selva.

El guácharo o ave de las cavernas habita en esta zona de Venezuela.

De sima a sima…

La sima más conocida es la llamada Humboldt, que lleva el nombre del naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt. Se trata del abismo más grande del mundo.

Es inusual por varias razones, incluyendo su enorme tamaño y profundidad, su ubicación en la cima de un tepuy cubierto de selva, con una parte de la jungla en su base, y también debido al proceso sufrido por la cuarcita que formó a la intemperie este gigantesco sumidero.

Posee un volumen de 18 millones de metros cúbicos, mientras que la anchura máxima en su borde superior es de 352 metros y se ensancha hacia abajo hasta llegar a los 502 metros de ancho en el fondo; la profundidad es de 314 metros.

La sima Martel es otro enorme sumidero y una cueva situada en la cima de la meseta del tepuy Sarisariñama. Junto con la vecina sima Humboldt, fue avistada por primera vez en 1961 por el piloto Harry Gibson y descendida y explorada por primera vez durante la década de 1970.

En este caso, el nombre del lugar honra la memoria de Édouard-Alfred Martel, espeleólogo francés que se considera el fundador de la espeleología moderna.

Sarisariñama, un lugar cerrado al turismo

A lo largo y ancho del planeta existen sitios muy poco conocidos, bien por lo difícil de su accesibilidad o debido a otro tipo de restricciones que presentan los países en los que se encuentran. De cualquier forma, son los lugares que más atraen a los amantes de la naturaleza.

Sin lugar a dudas, en el caso de las simas de Sarisariñama, el aspecto topográfico ejerce un fuerte impacto. Estas simas o agujeros gigantes son de una accesibilidad casi imposible, y de ahí que sean únicas y exclusivas en el mundo. Tal vez la mejor manera de preservar un territorio tan virgen y endémico como este sea disfrutar de sus encantos a través de la lectura.

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