Santa Pau, un bonito pueblo medieval en Girona

Santa Pau es una villa medieval situada en uno de los espacios naturales más sorprendentes de Cataluña: la zona volcánica de La Garrotxa.
Santa Pau, un bonito pueblo medieval en Girona

Escrito por Elena Blanco

Última actualización: 11 diciembre, 2018

Santa Pau es, para los amantes de los pueblos medievales, un auténtico paraíso. Se encuentra sureste del llano de Olot, en Girona, en pleno Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y entre las sierras de Santa Julià del Mont y Santa Maria de Finestres.

De esta manera, además de la propia villa, es imprescindible recorrer el entorno en el que se encuentra, que es realmente espectacular. Vamos a perdernos por las singulares calles de Santa Pau. Verás que es uno de esos destinos en España que hay que descubrir y disfrutar sí o sí.

Qué ver en Santa Pau

Plaza Mayor de Santa Pau
Plaza Mayor de Santa Pau

Pasear por el entramado de calles de Santa Pau es casi como retroceder en el tiempo. El pueblo mantiene perfectamente la magia medieval. Se han conservado el antiguo recinto y el trazado de la villa, de tal manera que sus calles siguen la ordenación del medievo.

Calles que en muchos casos desembocan en su bonita Plaza Mayor, más conocida como Firal dels Bous. Se caracteriza, principalmente, porque es una plaza porticada e irregular. Sus arcos, además, son desiguales, lo que le añade un cierto encanto.

La de Santa Pau es una de las plazas medievales más singulares y mejor conservadas de toda Cataluña.

En uno de los laterales de la plaza se descubre un gran castillo. Es el castillo de la Baronía, que data del siglo XIII y que conforma, quizás, la postal más típica de este pueblo. También es imperdible la iglesia de Santa María, con un estilo mucho más sobrio.

Y además, merece la pena recorrer las callejuelas que se encuentran alrededor del templo y que desembocan en Portal del Mar. Este ofrece unas espectaculares vistas hacia los valles que rodean la villa de Santa Pau y de alguna iglesia románica de la zona, como la Mare de Déu dels Arcs o Sant Vicenç del Sallent.

Qué hacer en Santa Pau

Aparte de todo lo que se puede ver en la villa, Santa Pau ofrece decenas de actividades diferentes. Las hay para todos los gustos, y en su mayoría están relacionadas con el fabuloso entorno que la rodea.

Vista de La Garrotxa
Zona volcánica de la Garrotxa

Se puede disfrutar de un viaje en globo por la comarca de la Garrotxa y contemplar su volcanes dormidos. Dependiendo de la climatología, este durará entre una hora y hora y media. Será una experiencia que, sin duda, no olvidarás jamás.

Durante el vuelo, además, degustarás una copa de cava y coca de chicharrones. Al llegar, te espera un desayuno típico payés (pan con tomate y embutido y alubias de Santa Pau con longaniza).

Otra propuesta, perfecta si se viaja con niños, es visitar la granja ecológica que hay en el pueblo. Podrás descubrir cosas que no sabías o que pensabas que ya no se hacían. Y también conocerás la raza de vacas frisona y cómo viven. ¡Ten en cuenta que es imprescindible reserva previa!

Además, existe la posibilidad de hacer un recorrido por el pueblo o por los alrededores en segways. Incluso es posible adaptar ese recorrido a las necesidades o expectativas del grupo. De esta manera, se puede disfrutar de recorridos medievales, gastronómicos, culturales, etc.

Dónde dormir en Santa Pau

Vista de Santa Pau
Vista de Santa Pau

A pesar de ser un pueblo muy pequeñito, Santa Pau cuenta con una oferta suficiente como para adaptarse a las diferentes necesidades de los viajeros.

De esta forma, podemos encontrar en el pueblo un par de hoteles, el Cal Sastre, de cuatro estrellas, y el Can Menció, una pequeña pensión de 2 estrellas. También hay un albergue, algunos apartamentos turísticos e incluso dos campings, bastante cerca del pueblo.

Otra opción para alojaros es optar por alquilar una de las muchas casas rurales que hay repartidas por toda la zona. De esta manera, además de estar en pleno contacto con la naturaleza, podréis conocer otros pueblos de la comarca, como Sant Joan les Fonts o Besalú.

En cualquier caso, merece la pena dedicar más de un día a este bonito pueblo. Por un lado, para pasear tranquilamente por sus callejuelas. Por otro, para descubrir los increíbles paisajes de la zona volcánica de la Garrotxa.