Salento, la magia de un pueblo cafetero

Si estás en Colombia, uno de los viajes imperdibles debe tener como destino Salento. Este pequeño y agradable pueblo cafetero tiene una gran cantidad de atractivos que en verdad vale la pena conocer, comenzando por el fabuloso valle del Cocora.
Salento, la magia de un pueblo cafetero

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 08 febrero, 2020

Salento es un pequeño y pintoresco poblado que está situado en la zona conocida como ‘el eje cafetero’, en Colombia. Se trata del típico pueblo cafetero que, además, está rodeado por el hermoso valle del Cocora, una verdadera joya del paisaje andino.

Lo que más destaca en Salento son sus casas coloridas  y la cordialidad de su gente. La actividad cafetera está presente en el día a día de ese lugar donde se pueden beber algunas de las mejores variedades del café colombiano.

Se trata de un poblado que parece completamente detenido en el tiempo. Para muchos, es uno de los pueblos más hermosos de toda Colombia y también uno de los que más atractivos ofrece. Quien quiera conocer la cultura cafetera auténtica, sí o sí debe ir a Salento.

Un recorrido por Salento

Balcones en Salento

Una de las mejores actividades que se pueden realizar en Salento es recorrer el poblado a pie. Esto permite admirar la arquitectura campesina genuina y todo el colorido de las calles. Las casas habitualmente son de bahareque y casi todas ellas tienen fachadas de donde cuelgan bellas flores.

El lugar más céntrico de la población es el parque de Bolívar, sitio de reunión de los lugareños. Allí está la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, lugar donde siempre hay mucha gente. En los alrededores, nada mejor que disfrutar de un buen granizado de café.

Por su parte, la vía principal es la calle Real. Allí encontrarás un gran número de bares y restaurantes donde ofrecen la comida típica de la región. Recorrerla es una experiencia muy especial que los amantes de la fotografía pueden aprovechar al máximo. Entre semana se puede apreciar mejor, ya que los fines de semana todo está muy concurrido.

Los miradores y su encanto

Mirador en Salento

La calle Real finaliza en unas maravillosas escaleras de colores. Si subes por ellas llegas al Alto de la Cruz, uno de los mejores miradores de la zona. Son 253 escalones en total, pero al llegar a la parte alta consigues una de las mejores panorámicas del pueblo y sus alrededores. A lo lejos vas a poder divisar el fabuloso Parque Nacional Los Nevados.

Sin bajar las escaleras, puedes tomar el camino que está a su lado, en la parte alta. Este te lleva directamente al mirador de Salento, otro excelente lugar con vistas increíbles. Desde allí se puede observar nítidamente todo el valle del Cocora, el río Quindío y varios municipios de la zona cafetera.

Imperdible: el valle del Cocora

Valle del Cocora

No puedes ir a Salento y dejar de visitar el valle del Cocora. Este es un lugar que alberga el árbol nacional de Colombia: la palma de cera del Quindío, la más alta de su género en el mundo y que, desafortunadamente, está en peligro de extinción.

Desde el parque principal del pueblo salen vehículos que llevan pasajeros hasta el valle del Cocora. Funcionan desde las primeras horas del día, hasta las 17 horas. Son muy económicos y el trayecto no dura más de 20 minutos. Una vez en el lugar, puedes hacer un recorrido circular por bellísimos parajes.

Lo más destacado son el mirador del bosque de palmas, el bosque de niebla y la casa de los colibríes. Es un lugar ideal para tomar fotografías, avistar aves o simplemente caminar compenetrado con la naturaleza. También desde allí puedes ir hasta el Parque Nacional Los Nevados, un lugar de otro mundo.

Datos prácticos para visitar Salento

Vista de Salento

Si estás en Bogotá, la manera más rápida de llegar a Salento es tomar un vuelo hasta Armenia o Pereira y desde allí tomar un autobús hasta Salento. Los autobuses salen durante todo el día cada media hora, aproximadamente. También puedes ir en autobús desde Bogotá, lo cual puede ser significativamente más económico.

Salento cuenta con una muy buena infraestructura hotelera. Allí puedes encontrar desde hostales muy económicos hasta alojamientos de lujo. Dentro de estos últimos hay varias ofertas en fincas cafeteras, lo cual puede ser una opción genial para conocer el mundo del café por dentro.

El poblado es seguro y la gente muy amable y alegre. Las noches son animadas, especialmente alrededor del parque principal. Y hay muchas tiendas en las que puedes adquirir artesanías y recuerdos alusivos al pueblo. Con alrededor de unos 60 euros, a 2020, puedes pasar todo un fin de semana en este poblado.