¿Qué ver en Medinaceli? Un precioso pueblo de Soria
El pueblo soriano de Medinaceli es una encrucijada de caminos desde hace milenios. Un lugar por el que han pasado culturas como la íbera, la romana, la musulmana y también los cristianos. Por ello, si te preguntas por qué viajar a Medinaceli, la respuesta es muy sencilla. Porque esta localidad nos propone un paseo por la historia, y, por lo tanto, lo que hay que ver son sus calles y monumentos para viajar con la imaginación a otras épocas.
El arco de Medinaceli
Si hay algo que hay que ver en Medinaceli de manera obligada, es su arco romano. De hecho, es prácticamente imposible no verlo incluso desde la distancia.
Es una esplendorosa construcción que se mantiene en pie desde el siglo I. Fue entonces cuando se construyó formando parte de la destacada vía romana que unía las urbes de Caesaraugusta y Emerita Augusta, o sea, las actuales Zaragoza y Mérida.
La Ruta del Cid
También relacionado con los caminos de antaño, hay que mencionar otro de los atractivos turísticos de Medinaceli: el paso de la Ruta del Cid. Y es que este pueblo soriano aparece en el famoso Cantar de Mio Cid, e incluso hay estudiosos que piensan que su autor pudo ser originario de la población soriana.
El caso es que hoy en día están bien señalizados los lugares por los que debió pasar el héroe castellano, y se integran en la Ruta del Cid, que recorre muchos otros lugares de la geografía española.
Las murallas árabes de Medinaceli
De aquellos tiempos de enfrentamiento entre los musulmanes y los cristianos hay diferentes vestigios en la población. Uno de ellos son sus murallas árabes, las cuales se construyeron encima de otras anteriores que levantaron los romanos.
Si viajas a Medinaceli, tienes que ver sus viejas murallas, sobre todo en la zona llamada “puerta árabe” (aunque es mudéjar) y allí tomar el camino de ronda que llevaba hasta la vieja alcazaba, otro de los tesoros de este bonito pueblo.
La Plaza Mayor
Otra visita obligada es la Plaza Mayor. Aquí están los restos del Palacio Ducal, de estilo herreriano. Una construcción que evoca el dominio de los poderosos duques de Medinaceli durante la primera mitad del siglo XVII, cuando mandaron erigir su palacio.
No obstante, ha cambiado mucho su aspecto desde entonces, ya que ahora acoge en su interior un interesante centro de arte contemporáneo que hace que se fusionen el pasado y el presente en un mismo espacio.
Y otro lugar destacado en la Plaza Mayor de Medinaceli es la vieja alhóndiga, una construcción donde tradicionalmente se almacenaba el grano de cereal producido en las duras tierras de secano del entorno.
La Colegiata de la Asunción
Otro de los grandes monumentos de la población es la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. Un templo cuya construcción también se remonta a los tiempos de dominio ducal.
Pero su arquitectura no es lo más importante. El valor, sobre todo para los más devotos, se encuentra en su interior, ya que en su altar mayor hay una réplica del famoso y venerado Cristo de Medinaceli, cuyo original se halla en Madrid.
“No hay hombre más completo que aquel que ha viajado mucho, que ha cambiado veinte veces de forma de pensar y de vivir.”
-Alphonse Lamartine-
Lo mejor que se puede ver y hacer en Medinaceli
Está claro que durante la visita a Medinaceli hay que visitar estos monumentos, reconocerlos y admirarlos. Pero además de eso, os recomendamos caminar por esas calles añejas y dejar volar la imaginación hacia otros periodos históricos. No es nada difícil imaginarse por aquí a los caballeros cristianos y musulmanes, e incluso a centuriones romanos atravesando el gran arco.
Y tras esos paseos virtuales por la historia, buscad un restaurante y recuperaros de ese intenso recorrido. Por mucha hambre que tengáis aquí lo podréis saciar. Eso sí, si alguno es vegetariano tal vez no encuentre mucho donde elegir, porque las cartas de los asadores se basan en la carne, ya que nunca faltan los cochinillos, el cabrito o el cordero. Aunque siempre podrá degustar unas exquisitas migas tradicionales.